Ramón y Cajal continúa con su política de fichajes de renombre. Según ha podido saber El Confidencial, el bufete liderado por Francisco Palá ha incorporado como nuevo socio a Antonio Jiménez-Clar, abogado del Estado en excedencia y hasta ahora secretario general y del consejo de administración de Mercasa. Se suma al área de Derecho Administrativo del despacho.
Jiménez-Clar se une al despacho tras una trayectoria consolidada en la Administración General del Estado y en el sector público empresarial. Durante los últimos años ha ejercido como secretario del consejo de administración de Mercasa, empresa pública adscrita a la SEPI especializada en la gestión de infraestructuras agroalimentarias y en la planificación de mercados mayoristas. En ese puesto, ha dirigido la asesoría jurídica de la entidad. Previamente, fue abogado del Estado jefe en el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.
Su incorporación refuerza una de las prácticas más consolidadas de Ramón y Cajal, reconocida de forma reiterada en los principales directorios jurídicos internacionales. El área de Derecho Administrativo y sectores regulados está actualmente dirigida por un equipo de primer nivel en el que figuran José Ignacio Vega, también abogado del Estado en excedencia, centrado en contratación pública y en los sectores sociosanitario y medioambiental; Pablo Silván, con amplia experiencia en regulación energética e infraestructuras; y Joaquín García Bernaldo de Quirós, magistrado en excedencia y especialista en el ámbito contencioso-administrativo.
Un momento de transición
La llegada de Jiménez-Clar se produce en un momento de transformación relevante para la firma. Ramón y Cajal ha acometido en los últimos meses una intensa política de fichajes, con la entrada de Pablo Rodríguez Abelenda (Financiero), Ignacio Aragón (M&A), Manuel Martín (Laboral), Francisco Jiménez (Inmobiliario), Fernando de las Cuevas (Mercantil-Desarrollo internacional), Carlos Garnica (Procesal) y Javier Fernández-Lasquetty (Propiedad Intelectual). Los perfiles confirman el objetivo de la firma de mantener un enfoque multidisciplinar y ganar peso en otras geografías internacionales. Este ejercicio, previsiblemente, se superarán los 30 millones de facturación.
Al mismo tiempo, la estructura directiva del bufete también se ha visto renovada. En el último año y medio han salido tres de los cinco miembros que integraban el anterior comité de dirección: Pedro Suárez, que ha fundado su propia boutique; Alfonso Cárcamo, ahora en Garrigues; y Cristina Vidal, recientemente incorporada a Pérez-Llorca. El comité se ha reconfigurado con la entrada de Luis Rodríguez-Ramos y Norma Fernández, adjunta a la dirección, mientras se mantienen en sus puestos Ramón Fernández-Aceytuno y Luis Briones, histórico de la oficina de Barcelona.
En paralelo, el relevo generacional ha cobrado fuerza como uno de los temas clave en el horizonte de la firma. Francisco Palá, actual socio director, cumplirá en los próximos años casi dos décadas al frente del despacho. Una vez se consoliden todas las incorporaciones, es previsible que los socios de la firma aborden la sucesión de Palá en un plazo de dos o tres años para poner en marcha una nueva estructura de dirección con gente de la casa.
Ramón y Cajal continúa con su política de fichajes de renombre. Según ha podido saber El Confidencial, el bufete liderado por Francisco Palá ha incorporado como nuevo socio a Antonio Jiménez-Clar, abogado del Estado en excedencia y hasta ahora secretario general y del consejo de administración de Mercasa. Se suma al área de Derecho Administrativo del despacho.