Trump, un arma de doble filo para bufetes: dispara su actividad pero anticipa un año de curvas
Las lecciones de la recesión de 2007 han enseñado a los despachos de abogados que las crisis les benefician a corto plazo pero abren un escenario de incertidumbre en los próximos meses
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La guerra comercial impulsada por el presidente norteamericano, Donald Trump, amenaza las buenas perspectivas que los despachos de abogados tenían para 2025, especialmente en materia de M&A, con muchas operaciones atascadas en el pipeline que parecía que, por fin, iban a ver la luz. Aunque la frenética labor regulatoria de Trump ha impulsado la actividad de las firmas en el primer trimestre del año, concretamente en marzo, las lecciones del pasado enseñan que los bufetes se benefician de las crisis… pero solo a corto plazo. La segunda mitad del año, avanza el informe, puede venir con curvas.
Es una de las principales conclusiones del último Índice Financiero de los Despachos de Abogados (LFFI, por sus siglas en inglés), elaborado por el Instituto Thomson Reuters, que apunta a una nueva caída en la rentabilidad de las firmas hasta los 51 puntos. Se trata de la segunda contracción consecutiva, tras siete meses al alza.
Esos 51 puntos son el resultado de un análisis de cerca de 200 despachos de abogados norteamericanos que incluye el volumen de demanda, los índices de productividad, los costes y los honorarios. Todas las variables, excepto la productividad, experimentan un alza. En el caso de los honorarios, el informe apunta que las subidas de comienzo de año han sido las más agresivas desde 2005, un 7,3%, y los costes, principalmente por las remuneraciones y los bonus, se anotan una subida del 7,3%.
Inicialmente, según apunta el estudio, esta fuerte subida de los honorarios puede interpretarse como una respuesta a una menor demanda de asesoramiento jurídico, que apenas crece un 0,5%, pero lo cierto es que el informe también revela un pico de trabajo en el mes de marzo, tanto de prácticas transaccionales (fundamentalmente, fiscal) como contracíclicas (litigación o laboral, por ejemplo). No obstante, eso no ha sido suficiente como para que el nivel de demanda conjunto del trimestre sea lo suficientemente alto como para elevar los niveles de rentabilidad de las firmas.
La cacareada recuperación del M&A, tan esperada por el sector, también podría estar en jaque. La actividad de transacciones ha registrado un crecimiento de apenas el 2,6% en el primer trimestre del año. De continuar esa misma tendencia, el informe de Reuters advierte de que los niveles de actividad se quedarían algo más de un 10% por debajo de las horas facturadas en 2021, el mejor año para el M&A de los últimos ejercicios.
Cuando empezó el año, tal y como ya publicó este diario, los principales bancos de inversión en España manejaban incrementos de entre el 10% y 20% de la actividad y en las comisiones previstas, en línea con los cálculos de los cuarteles generales de Nueva York o Londres. En abril llegó el primer jarro de agua fría -entre enero y marzo se anunciaron varios aranceles- y, aunque en mayo parecía que la actividad recuperaba algo de pulso tras apreciar que las amenazas se quedarían en palabras, el anuncio de un arancel del 50% a la Unión Europea ha vuelto a poner el mercado patas arriba.
“Parece que el conflicto entre la orientación pro empresarial y desreguladora de la actual administración [Trump] y la constante incertidumbre que dificulta la toma de decisiones está limitando el despegue de una práctica habitualmente muy lucrativa [como es el M&A]”, señala el informe, que también considera que la guerra comercial es “una amenaza directa” para las previsiones de las firmas “en la segunda mitad del año y en adelante”. A este respecto, el estudio hace un paralelismo con la crisis de 2007, que inicialmente generó mucho trabajo para los despachos para luego dar paso a un ejercicio, el de 2008, en el que la desaceleración de la economía hizo que la demanda de asesoramiento jurídico cayese, así como el poder de las firmas para fijar los honorarios. Los despachos tardaron casi una década en recuperar los niveles de sus prácticas previos a la crisis, recuerda el estudio, que concluye que las recesiones económicas solo benefician a los bufetes “a corto plazo”.
Estados Unidos: ¿Camino a la recesión?
El impacto de la guerra comercial iniciada por Trump ya se ha dejado sentir en la economía norteamericana, que en el primer trimestre del año se ha contraído un 0,1% (un 0,3% en tasa trimestral anualizada). Se trata de la primera contracción del PIB estadounidense de los últimos tres años.
El consenso de mercado recogido por Bloomberg ya anticipaba una caída del PIB, pero el dato final ha sido una décima peor del esperado. El principal componente negativo en el primer trimestre del año fueron las importaciones, por el efecto anticipación que realizaron muchas empresas antes de la entrada en vigor de los aranceles, como ya publicó este diario.
La guerra comercial impulsada por el presidente norteamericano, Donald Trump, amenaza las buenas perspectivas que los despachos de abogados tenían para 2025, especialmente en materia de M&A, con muchas operaciones atascadas en el pipeline que parecía que, por fin, iban a ver la luz. Aunque la frenética labor regulatoria de Trump ha impulsado la actividad de las firmas en el primer trimestre del año, concretamente en marzo, las lecciones del pasado enseñan que los bufetes se benefician de las crisis… pero solo a corto plazo. La segunda mitad del año, avanza el informe, puede venir con curvas.