El adelanto electoral no evita la huelga de la Justicia y deja el sistema en la UVI

Los más de 45.000 funcionarios de juzgados y tribunales de toda España continúan su huelga. A pesar del anuncio de adelanto electoral, que por unas horas puso sobre la mesa la posibilidad de poner fin al parón que se mantiene desde el pasado 22 de mayo, los principales sindicatos han acordado seguir con las medidas de presión. "No estamos ante un Gobierno en funciones, sino ante uno plenamente activo", manifestaron los miembros del comité en un comunicado difundido este lunes, en el que exigen al Ejecutivo que ponga de su parte para lograr un acuerdo que termine con el conflicto. En el escrito, además, afean al Ejecutivo su falta de voluntad a la hora de buscar una solución. "El daño que se ha ocasionado a la Administración de Justicia por la soberbia de un Gobierno que se dice progresista, pero que tiene alergia a negociar con los trabajadores y trabajadoras de Justicia, necesitará de varios años para recuperarse", aseveran.

Con esta afirmación, los sindicatos hacen referencia a la huelga protagonizada por los letrados de la Administración de Justicia (LAJ), que mantuvo paralizados los tribunales de todo el país durante más de dos meses y provocó la suspensión de al menos 360.000 juicios, dejó medio millón de demandas pendientes de reparto y retuvo cerca de 1.300 millones de euros en las cuentas de consignaciones de los juzgados. Un daño considerable que, sin embargo, no se podrá comparar con el efecto devastador que puede tener el actual parón de los funcionarios en caso de seguir su curso.

¿Por qué esta huelga resulta mucho más perjudicial que la anterior? En primer lugar, por la mayor cantidad de profesionales que la siguen. "Los LAJ suponen el 7% de la plantilla de los juzgados, pero los funcionarios son más del 90%", resume Luis Calero, secretario general del sector de la Administración de Justicia de FSC-CCOO. En segundo lugar, por el contexto político en el que se encuentra actualmente. Con los comicios en el horizonte, todas las decisiones del Ejecutivo estarán escritas en clave electoral. Y la Justicia, como se suele decir, no da votos. Por tanto, difícilmente se marcará como prioridad solucionar un conflicto que afecta al considerado como el patito feo de los poderes públicos, especialmente teniendo en cuenta que, antes de anunciarse el adelanto electoral, el ministerio ya parecía mostrar un nulo interés en sentarse a negociar.

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En la misma línea, Javier Mata, diputado del Ilustre Colegio de la Abogacía de Madrid (ICAM), recuerda que, al contrario que ocurría con los LAJ, este parón está avalado por varios sindicatos profesionales curtidos en este tipo de pugnas. "Esto no son asociaciones de varios cientos de profesionales. Estamos hablando de 46.000 funcionarios que son potentes, están sindicalizados y tienen capacidad de aguante. Pueden mantener la huelga mucho más tiempo", alerta.

Y, por último, por el tipo de trabajo que realizan los funcionarios de los juzgados. "Por nuestras manos pasan el 100% de los papeles, tomamos muchísimas decisiones que son indispensables, pero es una labor que solo hacemos nosotros. De hecho, esa es una de nuestras reivindicaciones", matiza Javier Jordán, presidente de CSIF Justicia. "Parece que la pieza importante de los juzgados son únicamente los jueces o, si acaso, los LAJ, pero somos la cara visible. Los funcionarios son realmente los indispensables, son una parte vital", corrobora por su parte Teresa García, miembro del comité nacional de la Asociación de Jueces Francisco de Vitoria (AJFV), la segunda mayor agrupación.

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Al fin y al cabo, recuerda, sus labores abarcan desde llamar a los testigos a Sala durante un proceso judicial, revisar sus DNI o manejar el programa de grabación hasta tramitar (y redactar) todos los escritos que entran y salen del juzgado. "Sin el auxilio [uno de los funcionarios que ejercen en la Administración de justicia], yo no puedo celebrar juicios. Pero es que, si falta un tramitador o un gestor, las vistas no solo no se celebran, sino que, además, los procesos se quedan paralizados durante más tiempo porque ellos son los que se encargan de sacar el papel", indica la jueza.

Con la huelga de LAJ, muchas vistas también se suspendieron, pero el impacto que generó sobre los procesos no fue tan grave, ya que los funcionarios podían seguir trabajando y sacar adelante escritos relacionados con los procedimientos. "El papel estaba hecho, solo faltaba la firma de los letrados para poder notificar y volver a mover los procesos. Esto se sabía, y precisamente por eso el temor tras el fin del parón de los LAJ era una eventual avalancha de notificaciones", recuerda Mata. Con la ausencia de los funcionarios, sin embargo, la parte básica de los procedimientos se queda completamente paralizada, por lo que el retraso a medio y largo plazo es mucho más severo.

Con la ausencia de los funcionarios, la parte básica de los procedimientos se queda paralizada, por lo que el retraso es más severo

Así, aunque el número de vistas o juicios suspendidos pueda ser igual o menor, el impacto real que provoca la ausencia del cuerpo funcionarial de los juzgados es mucho más negativo, ya que produce un atasco mucho más complejo de medir y del que, a la larga, resulta más costoso recuperarse. "Y, entre tanto, una persona que está reclamando una deuda ante la justicia puede salir perdiendo, porque su deudor se deshace de sus bienes para no tener que responder por ellos", ejemplifica el diputado del ICAM.

Por su parte, Juan Carlos Estévez, presidente del Consejo General de los Procuradores, apunta a otra consecuencia que está provocando las sucesivas huelgas de la Administración de Justicia, y es el perjuicio económico para los profesionales que trabajan mano a mano con los juzgados. "Los ciudadanos se están viendo afectados, por descontado, pero abogados y procuradores también. Al no haber sentencias, no hay ejecuciones, y muchos no cobran. Además, que ya llevamos varios meses encadenando una cosa con la otra y comienza a notarse. Los procesos se alargan y se tarda en percibir los honorarios; muchos despachos lo están pasando francamente mal", lamenta.