Simmons confirma su despegue al mudarse a un edificio propio junto a Cuatrecasas

El bufete Simmons & Simmons protagoniza la primera gran mudanza de 2023 en el sector legal. Según confirman fuentes del mercado a El Confidencial, la firma dejará sus actuales oficinas, situadas en el número 11 de la calle Miguel Ángel, para instalarse en el número 20 de la calle Fernando el Santo, a apenas 300 metros del cuartel general de Cuatrecasas en Madrid. Un traslado que tiene especial relevancia para el despacho que lidera Eduardo Peñacoba, pues evidencia el notable crecimiento que está experimentando la organización al pasar de arrendar varias plantas en su anterior inmueble, a poder presentarse ante el mercado con edificio propio.

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Las mismas fuentes revelan que el bufete se decantó por su futuro inmueble tras haber negociado con José María Aristrain por el edificio en el que estaba instalada la embajada del Reino Unido, justo varios números antes en la misma calle, en el 12 y el 14. Sin embargo, las exigencias y limitaciones que imponía el empresario del acero hicieron inviable el acuerdo al ser incompatibles con las necesidades y vocación largoplacista de Simmons, que buscaba un arrendamiento que les proporcionara mayor estabilidad. El despacho, que ha suscrito un contrato de más de diez años con su nuevo casero, realizará la mudanza tras el verano, justo cuando concluyan las obras de acondicionamiento de su nueva ubicación. Desde la firma han declinado hacer comentarios al respecto.

La nueva sede de Simmons & Simmons es propiedad de Fernández Molina y cuenta con más de 2.800 metros cuadrados y 20 plazas de aparcamiento. Además de Cuatrecasas, el despacho contará en su zona con otros vecinos ilustres del mundo jurídico como la Fiscalía General del Estado, Bird & Bird, Linklaters o Ramón y Cajal Abogados. La mudanza de Simmons es un paso más en la expansión del despacho inglés en nuestro país, del que se espera que supere, en el último ejercicio cerrado, la cota de los 20 millones de euros, cifra que los analistas consideran como una de las fronteras clave en el crecimiento de las firmas.

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Con este movimiento, Simmons se confirma como uno de los bufetes más pujantes de la zona media-baja del sector. Con 11 socios en su oficina de Madrid, la firma mantiene su hoja de ruta de mezclar crecimiento orgánico —hace unas semanas designó como socia a Carmen Torres— con incorporaciones relevantes, como la de Raquel Ballesteros, fichada en 2020 procedente de Bird & Bird, o Ignacio Domínguez, que se enroló en el proyecto en 2021 procedente de Latham & Watkins. Ayer comunicó la contratación de Olivia Delagrange, de Kennedys. La meta marcada por su socio director desde enero de 2022, Eduardo Peñacoba, es situarse como un despacho de 20 socios y que coquetee con los 25 millones de euros de facturación.

La de Simmons & Simmons es la primera gran mudanza de 2023, después de un 2022 intenso en este sentido. Los tres grandes movimientos del pasado ejercicio los encabezaron Ontier, quien dejó el número 55 del paseo de la Castellana para ubicarse en el paseo de la Habana; DLA Piper, que se trasladó del 35 al 39, también de la Castellana, y Ecija, que saltó de la Torre de Cristal al número 69 de la calle Serrano. En los tres casos los bufetes se alojaron en edificios propios. Junto con ellos, Sagardoy Abogados y White & Case hicieron las maletas rumbo a Velázquez 86, al nuevo inmueble estrella del barrio de Salamanca. A comienzos de este año, por su parte, el bufete mexicano Chevez Ruiz se trasladó a la antigua sede de DLA.