El CIAM alcanza los 20 arbitrajes en tres años, con pleitos por valor de 94 millones en 2022

El Centro Internacional de Arbitraje de Madrid (CIAM) alcanzó en 2022 su caso número 20, según las estadísticas de la propia institución. El organismo, fundado por la Corte de Arbitraje de Madrid (CAM), la Corte Española de Arbitraje (CEA) y la Corte Civil y Mercantil de Arbitraje (CIMA) para asumir los pleitos de carácter internacional e impulsar la capital de España como sede donde resolver los litigios entre particulares de la comunidad iberoamericana, muestra así una progresión en sus tres primeros ejercicios que no tiene parangón con otros tribunales arbitrales, según señalan desde la institución.

"Los resultados de nuestros tres primeros años de vida nos sitúan como una de las cortes internacionales más prolíficas del sector en todo el mundo", subrayan desde el CIAM. De la veintena de litigios, cinco casos provienen de la inclusión en contratos entre particulares de la cláusula de sometimiento al CIAM y otros 15 de la remisión desde las cortes fundadoras. "Un hito que muestra el buen hacer del centro", afirma su presidente, José María Alonso, "así como el alto nivel de confianza que suscita entre las empresas en un plazo muy corto de tiempo".

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El valor agregado en disputa de los nueve casos administrados a lo largo de 2022 alcanzó los 94 millones de euros, lo que establece que la cuantía media de los asuntos ante el centro se situó en los 11 millones. Unas cifras que desde el CIAM, no obstante, confían en que mantengan su ascenso en los próximos ejercicios. Como destacó José María Alonso en una reciente entrevista en El Confidencial, el nivel de conocimiento aún es "relativamente pequeño", por lo que reclamó a instituciones públicas y privadas que lo apoyaran, porque se trata de "un proyecto país".

Por materias, los conflictos relacionados con la construcción, las infraestructuras y la ingeniería fueron los que protagonizaron un mayor número de casos (el 56%), aunque también se examinaron asuntos relativos a la energía; fusiones y adquisiciones y otras cuestiones mercantiles; los transportes, y la educación. "La tarea de los diferentes grupos de trabajo de CIAM está resultando fundamental para atraer nuevos casos y diversificar la procedencia sectorial de los mismos", señalan desde el centro, "ya que permiten escuchar las necesidades de las empresas y atender sus demandas concretas".

En relación con la nacionalidad de las partes de los asuntos dirimidos ante la institución, el 47% de los litigantes eran españoles y un 10% latinoamericanos (un 5% chilenos y un 5% panameños). Una circunstancia, destacan desde el CIAM, que les anima a seguir trabajando para atraer a nuestro país los arbitrajes procedentes de Latinoamérica. En este sentido, el español ha sido el idioma mayoritariamente utilizado en los arbitrajes, en un 78% de los casos, misma proporción de asuntos que han tenido como sede Madrid. Además, en nueve de cada diez procedimientos la legislación aplicada ha sido la española. En todo caso, a pesar de estas cifras, desde el centro indican que el sometimiento al CIAM no impide elegir cualquier otra sede para dirimir la controversia.

Elección del árbitro

En tres de cada cuatro procedimientos, la elección por las partes fue el método de designación del árbitro, siendo la fórmula más utilizada. En el 25% restante de asuntos, se seleccionó directamente por el CIAM o se emplearon listas elaboradas por la institución (en el 12,5% de los pleitos en ambos casos).

Por nacionalidades, en más de la mitad de los asuntos los árbitros fueron españoles, aunque también se han designado de Portugal, Argentina, Venezuela, Perú, Brasil, Suiza, Colombia y Francia.

Finalmente, cabe destacar que la mayoría de los árbitros designados son varones, en un 64 % de los casos, lo que, en opinión de la institución, muestra la necesidad de incidir en el incentivo de la paridad, tarea en la que está poniendo especial énfasis la secretaria general del CIAM, Marta Lalaguna. De hecho, cuando se encomienda al centro la elección de los mismos, se nombra un 50% de hombres y un 50% de mujeres.