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'All I want for Christmas is me': una cantante desconocida disputa el ego de Mariah Carey
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PELEAN POR LA MARCA 'REINA DE LA NAVIDAD'

'All I want for Christmas is me': una cantante desconocida disputa el ego de Mariah Carey

Elizabeth Chan, una artista especializada en villancicos y canciones navideñas, lleva a los tribunales a la famosa intérprete para arrebatarle el título de 'Queen of Christmas'

Foto: Mariah Carey en el National Christmas Tree Lighting. (Reuters/Kevin Lamarque)
Mariah Carey en el National Christmas Tree Lighting. (Reuters/Kevin Lamarque)

La semana pasada, la cantante estadounidense Mariah Carey dio el pistoletazo de salida oficial a la temporada navideña. En una publicación en su cuenta de Instagram, la intérprete colgó un vídeo en el que aparece disfrazada de bruja de Halloween pedaleando en una bicicleta estática mientras páginas del calendario sobrevuelan su cabeza. Al llegar el 1 de noviembre, su atuendo se convierte en un vestido rojo y blanco, al puro estilo mamá Noel y, entre risas, anuncia la llegada de la Navidad al grito de "It's time" (es la hora). De fondo, la archiconocida introducción de su All I want for Christmas.

Desde el lanzamiento del popular hit en 1992, Carey no solo se ha convertido en una figura muy célebre en el panorama musical, sino también en una de las más acaudaladas. En 2021, la revista Forbes la posicionó como la octava cantante con una mayor fortuna. Cada invierno, su villancico le reporta cerca de dos millones y medio de dólares solamente en royalties. A ello se le suma la aparición de la melodía como banda sonora en películas como Love Actually y versiones de varios artistas (Michael Bublé, Lady Gaga, Demi Lovato o Justin Bieber, entre otros), lo que ha llevado a la artista a embolsarse un total de 60 millones de dólares en los últimos 30 años y a ganarse el apodo de Reina de la Navidad. Ahora bien, este título podría estar en peligro.

La culpable es Elizabeth Chan, una cantante radicada en Nueva York y especializada en música navideña y villancicos originales. Se define a sí misma como una artista de voz "cálida y brillante", y cuenta con 3.800 oyentes mensuales en Spotify. Hace unas semanas, presentó una reclamación ante la Oficina de Patentes y Marcas de EEUU en contra de la marca Queen of Christmas, registrada por la propia Mariah Carey unos meses antes. La había solicitado para comercializar todo tipo de productos; desde adornos y cuentos navideños hasta joyas, prendas de vestir, comida, bebidas alcohólicas e, incluso, mascarillas sanitarias. Y, por supuesto, grabaciones musicales.

Aunque en un principio el organismo aceptó el registro de la marca, Chan ha paralizado la inscripción al impugnarla ante la Junta de Juicio y Apelación de Marcas de la oficina. "La Navidad ha llegado mucho antes que cualquiera de nosotros en la tierra, y con suerte se quedará mucho después que cualquiera de nosotros en la tierra. Simplemente, no es lo correcto. La Navidad es para todos. Está destinado a ser compartido; no a ser propiedad de nadie", afirmó la intérprete en una entrevista en el medio Variety.

Foto: Mariah Carey es uno de los grandes clásicos de la Navidad (EFE/Òscar Lafox)

¿Qué recorrido tendrá la demanda de Chan? Como señala Manuela Mendigutía, abogada del departamento de Marca Internacional de Pons IP, la intérprete neoyorquina podría acabar imponiéndose a Carey. "En Estados Unidos, al contrario que en la Unión Europea, el uso en el comercio es muy relevante", explica. Así, mientras que aquí impera el sistema first to file (es decir, que pesa más el criterio de quién fue el primero en registrar una marca), la base de Estados Unidos es el sistema first to use. "Si Elisabeth Chan consigue probar el uso anterior para todos los productos y servicios para los que se ha solicitado la marca, es muy posible que se acabe denegando", asevera.

Reina del crimen, reina de la oscuridad

Por el momento, y más allá de cómo se resuelva este conflicto, la intención de Carey de coronarse en términos legales como Reina de la Navidad se reduce a su país de origen. Ahora bien, ¿qué pasaría si pretendiera registrar su marca de Queen of Christmas en España (o, lo que es lo mismo, en la UE)? En un rápido análisis, todo apunta a que la artista no lo tendría difícil, ya que este lema en concreto no aparece registrado por ningún particular o empresa. La oficina de patentes y marcas, por tanto, no debería poner trabas a una hipotética inscripción.

Foto: Mariah Carey, en una imagen de archivo. (Getty)

Además, nuestra normativa no pone trabas a que particulares se anuncien como monarcas de algún producto y servicio. De hecho, algunas celebridades ya cuentan con títulos similares. Es el caso de Agatha Christie que, en 2019, registró la marca Queen of Crime para libros, artículos de papelería y servicios relacionados con la educación. También está protegido el título de Reina del mundo, propiedad del Beauty Contest International, o el de Queen of Dark, inscrito a nombre de la modelo etíope Nyakim Gatwech, conocida por tener un tono de piel especialmente oscuro.

No obstante, Carey sí podría encontrar ciertos problemas en caso de solicitar la frase para comercializar productos relacionados con la época navideña. "Las marcas deben aportar un valor distintivo. Y este se pierde en cuanto más parecido o descriptivo sea el concepto de la marca con producto que vendes", explica Amparo del Río, abogada especialista en marcas en Pons IP. A modo de ejemplo: imaginemos una compañía que quiere registrar la marca Fresas. Si la empresa se dedica a la venta de ropa infantil, no tendrá problemas para inscribir el concepto, pero difícilmente conseguirá el beneplácito de la oficina si lo pide para la comercialización de fruta. "La marca debe diferenciarte de la competencia, y eso se logra alejándote del producto en sí", resume.

Foto: Zelenski visita a las tropas ucranianas en el frente del Donbás.

El caso Barbie o cómo apropiarse de un color

Al contrario de lo que criticaba Chan, la legislación europea en materia de propiedad intelectual es muy exigente a la hora de intentar incluir lugares comunes —como puede ser un mes del año, una estación o, mismamente, la Navidad— dentro de una marca. La severidad se agrava, de hecho, cuando una compañía intenta registrar un color. En estos casos, la tarea acreditativa de la empresa o particular que quiere hacerse con uno de estos elementos es muy grande, ya que debe de probar que, cuando un ciudadano ve esa tonalidad, la asocia directamente con su organización.

Aunque pueda parecer una labor compleja, varias entidades ya han conseguido registrar sus tonos corporativos. Más allá de los conocidos casos de Milka y su característico morado, Tiffany y su azul aguamarina o el rojo intenso de la suela de los zapatos de Christian Louboutin, también han logrado este resultado compañías como Veuve Clicquot, comercializador de champán francés, con su naranja corporativo. En 2012, la estadounidense Mattel registró el Pantone 1837C, también conocido como rosa Barbie, y en el mismo año, el Gobierno australiano se apropió del tono 448C, una mezcla de marrón oscuro con gris verdoso que se ha ganado la calificación del color más feo del mundo. Fue creada para utilizarla en las cajetillas de tabaco y crear rechazo a fumar, y así se consiguió.

La semana pasada, la cantante estadounidense Mariah Carey dio el pistoletazo de salida oficial a la temporada navideña. En una publicación en su cuenta de Instagram, la intérprete colgó un vídeo en el que aparece disfrazada de bruja de Halloween pedaleando en una bicicleta estática mientras páginas del calendario sobrevuelan su cabeza. Al llegar el 1 de noviembre, su atuendo se convierte en un vestido rojo y blanco, al puro estilo mamá Noel y, entre risas, anuncia la llegada de la Navidad al grito de "It's time" (es la hora). De fondo, la archiconocida introducción de su All I want for Christmas.

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