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Alonso enseña músculo con la presencia de los grandes bufetes en la sede del ICAM
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425 aniversario del Colegio de Madrid

Alonso enseña músculo con la presencia de los grandes bufetes en la sede del ICAM

El decano se anota otro gran tanto electoral con la presencia en el Colegio de doce de los principales líderes de la abogacía de los negocios. Manuel Martín y Luis Fernando Guerra destacaron como moderadores

Foto: De izquierda a derecha: Eduardo García (Clifford), Jorge Badía (Cuatrecasas), María Guinot (Deloitte Legal), Manuel Martín (Junta de Gobierno del ICAM), Fernando Vives (Garrigues), Salvador Sánchez-Terán (Uría) e Íñigo Erlaiz (Gómez-Acebo).
De izquierda a derecha: Eduardo García (Clifford), Jorge Badía (Cuatrecasas), María Guinot (Deloitte Legal), Manuel Martín (Junta de Gobierno del ICAM), Fernando Vives (Garrigues), Salvador Sánchez-Terán (Uría) e Íñigo Erlaiz (Gómez-Acebo).

Haber sido capaz de juntar a 12 de los máximos dirigentes de la abogacía de los negocios en España es uno de los grandes logros que puede anotarse el decano del Ilustre Colegio de Abogados de Madrid (ICAM) en el marco de los actos de conmemoración del 425 aniversario de la institución. Un elenco que aumenta a 15 figuras si sumamos al propio Alonso, ex socio director de Garrigues y Baker McKenzie, y a los diputados de la entidad Manuel Martín, ex socio director de Gómez-Acebo & Pombo, y Luis Fernando Guerra, ex socio director de Deloitte Legal, que condujeron las primeras mesas redondas. Mucho glamur junto en una sede más acostumbrada al trasiego de empleados y colegiados anónimos.

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Durante las primeras horas de la jornada de ayer, el número 9 de la calle Serrano de Madrid, sede del ICAM, se llenó de rostros poco habituales por allí. Entre ellos, como ponentes de la primera mesa, los líderes de los cuatro de los cinco mayores bufetes nacionales: Fernando Vives, presidente de Garrigues; Jorge Badía, consejero delegado de Cuatrecasas, Salvador Sánchez-Terán, socio director de Uría Menéndez e Íñigo Erlaiz, socio director de Gómez-Acebo & Pombo. Completaban el coloquio la flamante nueva responsable de Legal de Deloitte Legal, María Guinot, y el socio de Clifford Chance, Eduardo García, sustituto de Jaime Velázquez, que había excusado su asistencia por problemas de agenda.

No desentonó Erlaiz en su primer gran acto público tras haber sido elegido socio director el pasado mes de enero. El guion diseñado por un pletórico Manuel Martín, que ejerció a la par de moderador y animador del primer debate, le reservó el último turno de palabra de inicio para hablar de tecnología. Solvente y directo, el socio director de Gómez-Acebo resolvió bien su primera intervención, pero mejor aún la segunda, sobre las lecciones aprendidas desde el estallido de la pandemia. También destacó una muy eficaz Guinot, única mujer en la primera mesa, que supo combinar con habilidad un mensaje de autoexigencia de mejoras en las firmas de élite, con una visión realista de la profesión. "La flexibilidad es la necesaria contrapartida de la disponibilidad", apuntó en el debe de los despachos; pero que nadie se engañe: "la conciliación no quiere decir teletrabajo permanente", completó en el haber.

Foto: El decano del ICAM, José María Alonso.

La primera mesa transcurrió sin sobresaltos ni salidas de guion, más allá del desparpajo con el que Manuel Martín toreaba los avisos de los organizadores que le urgían a apresurarse para concluir en hora la primera ponencia. Un muy reconocible Fernando Vives desdramatizó algunos de los fantasmas con los que hoy se abruman muchos bufetes, mientras que Salvador Sánchez-Terán se repuso rápido del 'scoop' informativo que se le escapó al moderador, que en su presentación desveló que sería reelegido como socio director de Uría Menéndez —detalle que pasó inadvertido para gran parte del auditorio—, para dejar la frase que bien podría servir como titular del evento. "Lo que me preocupa es cómo fichar y retener a los mejores, y cómo formarlos". La idea fue suscrita por Jorge Badía, el más innovador en sus reflexiones, que expuso su propuesta de avanzar en un "asesoramiento ético" como gran criterio de ESG que deben seguir los despachos.

placeholder José María Alonso, decano del ICAM, durante la presentación del Foro.
José María Alonso, decano del ICAM, durante la presentación del Foro.

A pesar de la calurosa bienvenida del decano, que subrayó la imprescindible "generosidad" de los grandes despachos (en forma de patrocinios) para hacer posibles los fastos del 425 aniversario, lo cierto es que a la abogacía de los negocios no se le ve especialmente cómoda en el Colegio de Abogados. Tiene su lógica. Ni es su hábitat, ni es su público, por mucho que en la sala hubiera asistentes de lujo como Antonio Garrigues Walker, Íñigo Sagardoy, presidente de Sagardoy Abogados, o Javier Fernández-Samaniego, socio director de Samaniego Law. Sin embargo, a nadie se le escapa —tampoco a muchos de los socios directores asistentes—, que su presencia allí permitía a Alonso exhibir músculo de cara al proceso electoral que se iniciará tras el verano y trasladar la idea de que el gran despacho está con su candidatura.

También lo sabía el onmipresente Juango Ospina que, sentado en primera fila, se afanaba en saludar con efusividad a los ponentes y sus acompañantes, tratando de que no fuera Alonso el único que capitalizara la glamurosa jornada. Hace tiempo que todos los actos que se celebran en el colegio tienen tintes electorales (por decirlo suavemente). También lo tuvo el de ayer. Ospina, que se medirá el actual decano en las elecciones de final de año, tiene entre sus grandes déficits la falta de cercanía con el sentir de los grandes despachos, que no lo ven como uno de los suyos, pero que son extensos caladeros de votantes.

Foto: El decano del ICAM, José María Alonso, durante la Junta de ayer.

No es que a estas firmas ni a sus abogados les interese demasiado el futuro colegial (habrá que ver cuántos se acercan a votar), pero cualquier apoyo en forma de varias decenas o un centenar de papeletas, en un recuento tan apretado como el que se presume, puede resultar definitivo. En estos bufetes también quiere echar la red Ospina. Sin embargo, la gente del decano se muestra convencida de que poco tiene que hacer allí. "El gran despacho es 'terreno Alonso", afirman convencidos.

Por si faltara poco para completar el aroma a elecciones, también apareció por allí Diego Cabezuela, socio director de Círculo Legal y potencial candidato a las elecciones, tal y como avanzó El Confidencial.

Luis Fernando Guerra, a la altura

A pesar de que Manuel Martín había dejado alto el listón de la moderación, un divertido Luis Fernando Guerra gestionó con maestría el ritmo de las intervenciones del segundo coloquio para mantener el interés de los asistentes. A ello le ayudó la pequeña controversia abierta por Fernando Torrente, socio de Allen & Overy, que se enredó hablando de la problemática que plantea la exigencia de disponibilidad de la abogacía de los negocios a las letradas que son madres, idea que rebatió la 'senior partner' de DLA Piper España, Pilar Menor.

placeholder De izquierda a derecha: Fernando Torrente (Allen & Overy), Alberto Estrelles (KPMG Abogados), Constanza Vergara (Pérez-Llorca), Luis Fernando Guerra (Junta ICAM), Pilar Menor (DLA Piper), Nicolás Martín (Herbert Smith) e Ignacio Gómez-Sancha (Latham & Watkins)
De izquierda a derecha: Fernando Torrente (Allen & Overy), Alberto Estrelles (KPMG Abogados), Constanza Vergara (Pérez-Llorca), Luis Fernando Guerra (Junta ICAM), Pilar Menor (DLA Piper), Nicolás Martín (Herbert Smith) e Ignacio Gómez-Sancha (Latham & Watkins)

Especialmente bien preparados para la ocasión se mostraron Alberto Estrelles, socio director de KPMG Abogados, y Constanza Vergara, socia y directora corporativa de Pérez-Llorca, que exhibieron abundantes datos e información para complementar sus reflexiones. El primero se propuso "repensar" el modelo de los grandes despachos, guante que recogió Luis Fernando Guerra al señalar la necesidad de encontrar la fórmula para volver a "ilusionar" a los jóvenes. La segunda mostró su rechazo a las políticas de diversidad "generales", y reclamó personalizarlas de acuerdo con las particularidades de cada departamento.

También superaron con suficiencia el reto Ignacio Gómez-Sancha, socio director de Latham & Watkins en España, y Nicolas Martín, 'senior partner' de Herbert Smith Freehills, ambos muy cómodos. Gómez-Sancha planteó incorporar la "claridad" y la "transparencia" en la formación de los abogados, para que estos sepan en todo momento sus opciones reales de llegar al 'partnership' o qué deben mejorar para conseguirlo. Lo contrario, advirtió, expone a las firmas a encontrarse con el resentimiento de sus profesionales contra el propio despacho.

Haber sido capaz de juntar a 12 de los máximos dirigentes de la abogacía de los negocios en España es uno de los grandes logros que puede anotarse el decano del Ilustre Colegio de Abogados de Madrid (ICAM) en el marco de los actos de conmemoración del 425 aniversario de la institución. Un elenco que aumenta a 15 figuras si sumamos al propio Alonso, ex socio director de Garrigues y Baker McKenzie, y a los diputados de la entidad Manuel Martín, ex socio director de Gómez-Acebo & Pombo, y Luis Fernando Guerra, ex socio director de Deloitte Legal, que condujeron las primeras mesas redondas. Mucho glamur junto en una sede más acostumbrada al trasiego de empleados y colegiados anónimos.

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