¿Pueden las madres solteras disfrutar de la paternidad? La duda que divide a los jueces

Hace unos días, el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Navarra dictó una sentencia en la que denegó a una madre soltera sumar la baja de paternidad a su permiso por nacimiento y cuidado de su hijo. La intención de la mujer era aumentar su prestación por maternidad de 16 a 32 semanas, para igualar de este modo el tiempo que se reconoce en familias bi parentales. No obstante, el tribunal rechazó esta petición al considerar que se trata de un "derecho individual y exclusivo del progenitor distinto del de la madre biológica", por lo que no se puede transferir.

No es el único tribunal que se ha pronunciado sobre esta cuestión. Hasta la fecha, varias decenas de juzgados y hasta siete TSJ autonómicos han resuelto conflictos sobre si una familia monoparental tiene derecho a disfrutar de las semanas que corresponderían al otro progenitor, llegando a conclusiones radicalmente diferentes. La pelota está ahora en el tejado del Tribunal Supremo, que deberá poner fin a este interrogante e inclinarse por alguna de las posturas existentes.

Por el momento, los jueces se dividen entre dos criterios. Por un lado, los que descartan sumar semanas de paternidad a la baja de la madre por considerar que se trata de un derecho personal e intransferible. Dentro de este grupo se encuentran el TSJ de Navarra, el de Asturias (en una sentencia dictada en enero de este año) y el de Valencia, que se pronunció al respecto en octubre de 2021.

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La tesis de estos tribunales es que las familias monoparentales no pueden sumar semanas adicionales que corresponderían al otro progenitor por un simple motivo: la ley no lo contempla. En sus fallos, han acabado por dar la razón a la Seguridad Social, que deniega sistemáticamente esas peticiones, alegando que la normativa no contempla la posibilidad de que una misma persona pueda ser beneficiaria de dos prestaciones por el mismo hecho causante. Tampoco prevé esta opción el Estatuto de los Trabajadores, que expone textualmente que el derecho al descanso por nacimiento, adopción o acogimiento de un menor "es individual de la persona trabajadora sin que pueda transferirse su ejercicio al otro progenitor".

Desigualdad frente a las bi parentales

Por otro lado, están los que se inclinan por sumar los permisos. Entre ellos, están los TSJ de País Vasco (octubre de 2020), Madrid (octubre de 2021), Galicia (enero de 2022) y Cantabria, que dictó su sentencia hace apenas unas semanas. En su opinión, los niños que nacen en una familia formada por un único progenitor no pueden vivir una situación de desigualdad frente a los que tienen dos. Rechazan de este modo el criterio de la Seguridad Social, que, además de defender la ausencia de legislación, suele alegar que la finalidad de los permisos no es proteger el interés del menor, "sino conceder el mismo periodo de descanso a ambos progenitores para garantizar la igualdad efectiva de la mujer en el acceso al trabajo".

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Un criterio del que discrepan los magistrados, ya que, a su juicio, el menor sí debe estar en el centro. Reconocer únicamente 16 semanas a una madre soltera "provoca que el menor esté menos tiempo cuidado y atendido que aquel que tenga a sus dos progenitores, siempre y cuando estos no disfruten de sus permisos de forma simultánea", defendió en el fallo más reciente el TSJ cántabro. Además, este tribunal fue más allá de la argumentación habitual y recordó que la mayoría de las familias monoparentales están formadas únicamente por una mujer, por lo que "se debe aplicar la necesaria perspectiva de género, principio que ha de presidir la interpretación y aplicación de las normas".

Ahora bien, estos jueces descartan sumar las bajas de manera íntegra; es decir, las 16 de la maternidad más las otras tantas de paternidad. Como explican, la ley exige que las primeras seis semanas del permiso de paternidad se disfruten de manera ininterrumpida después del parto, para que haya un impacto equilibrado de las responsabilidades familiares. Si se reconocieran las 32 semanas, se generaría una situación de desigualdad respecto a las familias bi parentales, que juntas sumarían 26 semanas de permiso.