Sanidad justifica la mascarilla en exteriores con informes de marzo y mayo de 2021

Los informes científicos que justificaron la recuperación de la mascarilla al aire libre, decretada por el Gobierno a finales del pasado mes de diciembre, son de marzo y mayo de 2021. Es decir, la controvertida medida se basó en los datos y la información que se tenía a comienzos del año anterior, sin que se hayan incorporado a la toma de la decisión los nuevos estudios y análisis que se han ido realizando desde entonces sobre el comportamiento del covid, ni tampoco el impacto de las nuevas variantes.

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Esta es la conclusión que se extrae de la información remitida por el Ministerio de Sanidad a la abogada madrileña Verónica del Carpio y que ella misma publicó ayer en una entrada en su blog 'Rayas en el agua'. Tras conocer el anuncio que hizo el presidente del Gobierno Pedro Sánchez el 22 de diciembre de que volvería a exigir la mascarilla en exteriores, la letrada trasladó el 22 de diciembre la siguiente petición de información: "Solicito copia completa de los informes técnicos, con especificación de quiénes son sus firmantes, a tenor de los cuales el Sr. Presidente del Gobierno D. Pedro Sánchez y/o, en su caso, el Ministerio de Sanidad, han decidido adoptar la decisión de imponer la mascarilla en exteriores por motivos de pandemia (...)".

La respuesta de Sanidad, recibida por Del Carpio el 31 de enero, contiene enlaces a cuatro informes, todos ellos alojados en la web del Ministerio. Los dos documentos iniciales se refieren a la situación epidemiológica (los datos de contagios a fecha 21 de diciembre y los indicadores de seguimiento de 23 de diciembre); los siguientes analizan las medidas para combatir los contagios. El primero de ellos, denominado 'Efectividad de las medidas preventivas para el control de la transmisión', está fechado el 25 de marzo de 2021. El segundo, 'Transmisión del SARS-CoV-2', el 7 de mayo de 2021.

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A pesar de que en el primer documento se señala que "el informe está sujeto a revisión continua y se actualizará según se disponga de más información", todas sus páginas contienen la misma fecha: 25 de marzo. En él se recogen los estudios que indican que la mascarilla es un elemento eficaz para reducir la emisión de aerosoles, pero también existen otras medidas útiles como el aumento de la distancia interpersonal, la reducción del tiempo de contacto o la "priorización de espacios exteriores" (apartado 2.4 del informe). "Se recomienda un uso prioritario de los espacios abiertos, donde los aerosoles emitidos por la persona se diluyen en un aire infinito", indica a este respecto el texto; "sin embargo, en estos espacios también se debe llevar mascarilla y guardar distancia interpersonal, ya que, aunque el riesgo de transmisión se reduce considerablemente en el exterior, también se han producido contagios y brotes en reuniones al aire libre. Estos han ocurrido, especialmente en eventos como las fiestas patronales y celebraciones de bodas o cumpleaños en exteriores donde la mayoría de las personas no llevaban mascarillas".

Ninguno de los informes, estudios o publicaciones sobre las que se apoya el documento de Sanidad está fechado posteriormente a marzo de 2021. Y lo mismo sucede, pero con fecha tope mayo de 2021, con el segundo informe. En este documento no hay referencias expresas al comportamiento del virus en exteriores ni al aire libre, sino que se analizan las formas de contagio que se han podido evidenciar hasta la fecha.

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"Resumiendo: debe inferirse pues, según la propia información proporcionada por el Ministerio de Sanidad, que los datos científicos que se manejan con fecha 22 de diciembre de 2021 son los mismos que manejaban en marzo y en mayo de 2021", concluye Del Carpio en su post, "y que, además, no hay más datos ni más informes que los que figuran en la web y que nadie los firma". En efecto, los documentos, si bien contienen una amplia bibliografía, no están firmados por ningún experto identificable. La letrada remata su comentario subrayando que esta circunstancia es contraria a las declaraciones que hacen los miembros del Ejecutivo, que afirman que "manejan datos científicos actualizados, cuando los que se proporcionan (...) son de meses antes". Y concluye: "La otra posibilidad, y no se me ocurre ninguna más, es que sí haya y manejen datos posteriores pero no quieran facilitarlos. La primera posibilidad me preocupa; la segunda también".