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Uno de los ‘pretorianos’ de Vestager que ficharon por Clifford dimite dos meses después
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TRAS 30 AÑOS EN LA COMISIÓN

Uno de los ‘pretorianos’ de Vestager que ficharon por Clifford dimite dos meses después

El antiguo alto funcionario europeo abandona su puesto en el despacho de abogados solamente dos meses después de acceder a él tras su sonada salida de la Comisión Europea

Foto: Vista de la sede de la Comisión Europea. (EFE/Olivier Hoslet)
Vista de la sede de la Comisión Europea. (EFE/Olivier Hoslet)
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En la Dirección General de Competencia hay preocupación por la fuga de grandes nombres hacia bufetes que defienden en muchas ocasiones los intereses de los mismos gigantes digitales a los que persiguen desde la Comisión Europea bajo el mando de Margrethe Vestager, vicepresidenta ejecutiva a cargo de Competencia. La salida más reciente y más sonada ha sido la de Nicholas Banasevic, una pieza clave del caso contra Google, que ha abandonado el lado de las instituciones europeas para unirse al bufete Gibson, Dunn & Crutcher LLP.

No ha sido la única salida. España ha sufrido su particular sangría. Carles Esteva Mosso, que entre 2014 y 2019 había sido director general adjunto a cargo de Control de Fusiones, y de 2019 a 2021 de Ayudas de Estado, se marchó a Latham & Watkins. Otra pérdida importante para España no fue a parar a un bufete, aunque igualmente ha reducido la presencia española en la dirección general: la marcha de María Luisa Tierno Centella, jefa adjunta de la Unidad de Cárteles desde 2006, que, sin haber logrado seguir escalando en el organigrama, ha pasado a ser directora de Competencia de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Este tipo de 'salidas' de la carrera europea suele tener como objetivo reforzar su hoja de servicios en la capital de su Estado miembro para tratar de dar un impulso a su carrera en las instituciones europeas con un mayor apoyo político.

Pero la salida española más sonada ha sido la de Cecilio Madero Villarejo, que entre 2011 y 2019 había desarrollado el puesto de director general adjunto a cargo de Antimonopolio, y tras marzo de 2019 fue encargado de Fusiones, y que se jubiló el pasado mes de octubre. Se anunció su fichaje por el bufete Clifford Chance el pasado mes de mayo, y se incorporó a su puesto en septiembre. El español había estado ya codo con codo con Clifford en algunos casos en los que el bufete se situaba del lado de la Comisión Europea y representaba a alguno de los denunciantes en los casos más sonados en los que estuvo implicado el alto funcionario europeo.

Foto: Margrethe Vestager. (Reuters)

Su salida fue la más sonada porque se vinculó a una polémica carta que Madero Villarejo escribió pidiendo la dimisión de Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, en junio de 2020. Sin embargo, la misiva la publicó cuando ya había decidido dimitir después de que el francés Olivier Guersent se hiciera con el puesto de director general al que el español aspiraba tras 33 años de servicio en la dirección general. Unos meses más tarde abandonaba su puesto, algo que había solicitado en varias ocasiones desde que Guersent se hizo con el puesto de director general.

En primavera, la Comisión Europea le dio luz verde para unirse al bufete de Clifford. Madero Villarejo retrasó su incorporación hasta el mes de septiembre de 2021. Sin embargo, dos meses después de acceder al cargo, el español ha abandonado ya el puesto. Madero no tiene previsto marcharse a ninguna otra firma ni dar ningún volantazo a su carrera. Desde su entorno cercano, se señala que el funcionario europeo no se sentía del todo cómodo en el nuevo puesto tras más de tres décadas de “servicio público” en el Ejecutivo comunitario.

placeholder Sede de la Comisión Europea en Bruselas. (EFE)
Sede de la Comisión Europea en Bruselas. (EFE)

Normalmente, los antiguos funcionarios europeos reciben el visto bueno para trabajar en el sector privado siempre y cuando no entren en conflicto con el trabajo que habían realizado para las instituciones. Por ejemplo, que una persona que ha trabajado en Competencia en la Comisión en un caso contra Apple no fiche después por el bufete para representar a la propia Apple. El caso de Madero Villarejo era especialmente complejo, porque sus años de experiencia en la parte alta de la Dirección General de Competencia le daban una visión muy amplia de distintos casos, por lo que era más complejo establecer dónde se encontraban los límites y las fronteras del conflicto de interés. Esa ha sido una de las razones que han llevado al español a la decisión de abandonar el bufete, según explican desde su entorno.

La defensora del pueblo pide más medidas

Además, esta oleada de salidas provocó que Emily O'Reilly, la defensora del pueblo europeo, haya abierto una serie de investigaciones sobre las salidas de altos cargos de la Comisión Europea, especialmente en la Dirección General de Competencia. “Hace dos años, instamos a la Comisión a que adoptara un enfoque más sólido [en los casos de puertas giratorias], pero la dirección general estratégicamente importante para la política de competencia, por ejemplo, continúa alimentando con los mejores abogados a entidades del sector privado con importantes intereses comerciales en la regulación de la competencia”, criticó recientemente la irlandesa, cuyo equipo está revisando 100 casos de puertas giratorias.

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En 2019, O’Reilly ya mostró su preocupación por la salida de piezas clave de la dirección general. La irlandesa señaló que la Comisión se centraba demasiado en las incompatibilidades respecto a los casos y dosieres concretos, mientras que muchos de los funcionarios que se marchan al sector privado tienen un conocimiento amplio y panorámico de todo un sector, por mucho que hayan trabajado solamente en algunos casos. “Así, por ejemplo, a un exfuncionario de la DG COMP que trabajaba en el sector de la tecnología se le prohibiría trabajar en los casos en los que trabajó mientras estuvo en la Comisión, pero podría trabajar inmediatamente después de dejar la DG COMP para un bufete de abogados que tuviera clientes en el sector de la tecnología. Muchos de estos clientes podrían estar empleando este tipo de bufetes de abogados para ayudarlos a evitar, retrasar o dificultar el progreso de las acciones antimonopolio o de ayuda estatal de la Comisión”, criticaba O’Reilly hace dos años.

La de Competencia no es la única dirección general en la que se dan estos casos. Tampoco la Comisión Europea es la única institución. Recientemente, O’Reilly pidió más información al Banco Europeo de Inversiones (BEI) tras el fichaje de la antigua vicepresidenta de la institución, Emma Navarro, por la energética Iberdrola, que recibió cientos de millones de euros en créditos ventajosos durante el periodo de Navarro en la institución.

En la Dirección General de Competencia hay preocupación por la fuga de grandes nombres hacia bufetes que defienden en muchas ocasiones los intereses de los mismos gigantes digitales a los que persiguen desde la Comisión Europea bajo el mando de Margrethe Vestager, vicepresidenta ejecutiva a cargo de Competencia. La salida más reciente y más sonada ha sido la de Nicholas Banasevic, una pieza clave del caso contra Google, que ha abandonado el lado de las instituciones europeas para unirse al bufete Gibson, Dunn & Crutcher LLP.

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