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Los seis obstáculos que impiden la digitalización en los despachos
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Encuesta al sector

Los seis obstáculos que impiden la digitalización en los despachos

Los abogados señalan la falta de presupuesto como la principal traba para implementar tecnología, seguida del poco conocimiento digital de la plantilla y los impedimentos regulatorios

Foto: Los abogados identifican la falta de financiación como la principal barrera. (iStock)
Los abogados identifican la falta de financiación como la principal barrera. (iStock)
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La pandemia ha marcado un antes y un después en el proceso de digitalización de los despachos. Aunque las firmas dicen ser conscientes desde hace años de las bondades de la tecnología, lo cierto es que la transformación está siendo lenta. El covid ha contribuido a acelerar en gran medida el ritmo, obligando a muchos a apoyarse en soluciones digitales para seguir prestando sus servicios. Aun así, los letrados siguen encontrando muchos obstáculos para su modernización. Como revela el informe 'Tecnología e Innovación en los Servicios Legales', elaborado por la Universidad de Oxford, la falta de financiación se presenta como la principal barrera para todos los bufetes independientemente de su tamaño o tipo de cliente, seguida de la incomprensión que todavía muestra gran parte de la plantilla y el riesgo de incumplir obligaciones legales como las relativas a protección de datos.

Foto: Sede de Uría Menéndez en Madrid.

El estudio, que recoge la opinión de 900 letrados de firmas reguladas por la SRA y varios clientes, fue encargado y publicado hace apenas unas semanas por la Solicitors Regulations Authority (SRA), el organismo de Reino Unido que regula a los abogados no litigantes (es decir, aquellos que no ejercen ante un tribunal). En él, la SRA ve prioritario aumentar la confianza en el uso de la tecnología jurídica y anima a las entidades del sector legal y responsables políticos a promover la innovación facilitando el camino de los despachos y eliminando las barreras que puedan surgir.

1. Falta de financiación

La principal traba para la digitalización en los despachos es, de acuerdo con el estudio, la falta de financiación. Este factor fue citado como más relevante sobre todo por los bufetes que ya habían adoptado ciertas herramientas, mientras que el resto también lo consideraban como muy importante, aunque en un menor grado y apoyado por la falta de confianza en los resultados y de la creencia de que no aporta nada al cliente.

Del mismo modo, la ausencia de apoyo económico es un problema más grave para las firmas que atienden a particulares o a empresas de menor tamaño. Para ellas, este elemento fue citado un 29% y un 13%, respectivamente. En el mundo de la abogacía de los negocios, en cambio, la preocupación por este extremo es menor y tan solo un 7% lo consideró un obstáculo relevante.

Estos resultados se explican por el músculo financiero de unos y otros. Así, mientras que los primeros gozan de una facturación mayor que les permite un margen más amplio a la hora de fijar el presupuesto, los segundos deben ajustarse a cuantías mucho menores y priorizar en los gastos, por lo que muchas veces la innovación se queda relegada a un segundo plano y no obtiene la atención que merece.

2. Desconocimiento digital de la plantilla

Otra de las trabas que más a menudo encuentran los letrados en sus despachos es la falta de conocimiento de la propia plantilla sobre las herramientas tecnológicas. De nuevo, esta falta de experiencia del personal se presenta como un problema de la 'pequeña abogacía'. Así, más del 33% de los bufetes unipersonales lo identificaron como una barrera, frente al 9% de los medianos y el 2% de los grandes.

En el caso de estos últimos, el informe revela que los propios trabajadores son uno de los principales impulsores de la innovación y el cambio. De hecho, el conocimiento del personal interno es una de las fuentes de información en las que se apoyan los grandes bufetes para digitalizarse, junto con los proveedores de tecnología jurídica y los estudios de mercado sobre la situación del sector. Otras entidades recurren a consultores o contratan a perfiles especializados.

3. Barreras regulatorias

La predisposición del despacho y la plantilla no lo es todo. Otro de los factores que disuaden a los bufetes de invertir en esta materia es, según revela el informe, la propia regulación. Así, el 34% de los encuestados afirmaron no adoptar soluciones tecnológicas por si pudiera generar riesgos legales inesperados. En especial, por vulnerar sus obligaciones relativas a la confidencialidad con el cliente, la protección de datos y los requisitos de seguro de responsabilidad profesional. En la misma línea, muchos confesaron no haber incorporado ciertas herramientas al no tener certeza de si la ley lo permitía o si a largo plazo se podían encontrar con problemas.

Foto: Foto: iStock.

Para superar estos obstáculos, los encuestados propusieron una serie de medidas concretas que la podría SRA podría adoptar. Entre ellas se encuentra aportar una mayor claridad en su orientación, facilitar formación en materia de tecnología jurídica, prestar un asesoramiento enfocado en garantizar que se cumple con las obligaciones exigidas por ley y dar apoyo financiero, entre otras acciones.

4. No es una prioridad estratégica

Uno de los motivos primordiales por los que muchos bufetes no implementan soluciones tecnológicas en su servicio es que no lo ven como una prioridad estratégica y no creen que su adopción les vaya a repercutir beneficios. Esta respuesta fue más habitual entre los letrados que atienden a clientes particulares o pequeñas empresas (20%) que los que tienen a grandes empresas como clientes (15%).

Foto: Solo el 30% de los 'in house' está muy satisfecho, mientras que la mayoría tiene una actitud neutra o está moderadamente contenta.

Como señala el estudio, este elemento está estrechamente ligado con la falta de apoyo económico a la hora de invertir en tecnología, ya que al no verse como un valor añadido del negocio difícilmente se va a destinar una partida presupuestaria a esta finalidad.

5. Falta de interés del cliente

En la misma línea, muchos de los encuestados señalaron la falta de interés del cliente por adoptar tecnología como una traba. Curiosamente, esta respuesta fue más habitual entre los despachos que prestan servicios a grandes empresas, que lo marcaron como muy importante en un 46%, mientras que entre los abogados de particulares se limitó a un 17,6%.

Este dato resulta especialmente llamativo teniendo en cuenta que las compañías colocan la tecnología como un elemento a valorar muy positivamente de su despacho. Como indica el informe 'El abogado del futuro 2021', de Wolters Kluwer, ocho de cada 10 asesorías jurídicas consideran el uso de estas herramientas como un factor muy relevante, mientras que solo el 30% de los bufetes confiesan cumplir con este requisito.

6. Poca confianza en el resultado

Por otro lado, muchos encuestados afirmaron no gastar en tecnología (o no hacerlo en mayor medida) por el riesgo de que no aportara ningún beneficio empresarial. Además, casi un 28% de los letrados que participaron en el estudio manifestaron sus dudas de que el proveedor prestará un apoyo inadecuado. Las suspicacias, no obstante, son más comunes entre los pequeños despachos que tienen como cliente a particulares o a empresas de menor tamaño, mientras que las grandes firmas muestran menos recelos a los cambios digitales.

Foto: Un robot manejando un ordenador. (iStock)

Este resultado, no obstante, choca con la amplia satisfacción que dicen sentir aquellos abogados que sí han implementado tecnología o tienen pensado hacerlo. Así, la mayoría indicó que con su inversión buscan mejorar la calidad de su servicio, así como ganar eficacia en el trabajo y permitir al personal trabajar de forma más flexible. La reducción de costes también fue uno de los motivos que convenció a muchos de adoptar soluciones digitales, además de aumentar la seguridad de su servicio y atraer nueva clientela.

La pandemia ha marcado un antes y un después en el proceso de digitalización de los despachos. Aunque las firmas dicen ser conscientes desde hace años de las bondades de la tecnología, lo cierto es que la transformación está siendo lenta. El covid ha contribuido a acelerar en gran medida el ritmo, obligando a muchos a apoyarse en soluciones digitales para seguir prestando sus servicios. Aun así, los letrados siguen encontrando muchos obstáculos para su modernización. Como revela el informe 'Tecnología e Innovación en los Servicios Legales', elaborado por la Universidad de Oxford, la falta de financiación se presenta como la principal barrera para todos los bufetes independientemente de su tamaño o tipo de cliente, seguida de la incomprensión que todavía muestra gran parte de la plantilla y el riesgo de incumplir obligaciones legales como las relativas a protección de datos.

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