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El emprendimiento, la salida de los abogados jóvenes para escapar de la precariedad
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La pandemia ha sido un detonante

El emprendimiento, la salida de los abogados jóvenes para escapar de la precariedad

Las malas condiciones laborales del sector, ya sea por salarios bajos o por horarios interminables, han empujado a muchos letrados a lanzar sus propios proyectos

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En septiembre del año pasado, Mario Neupavert, un abogado jerezano de casi 26 años, fundó Podium Abogados junto con cuatro compañeros. Aunque de perfiles diferentes tanto desde el punto de vista de la edad (tienen entre 25 y 34 años) como del área de especialización (penal, civil, administrativo y familia), el grupo tiene en común una buena preparación, varios años de experiencia y una visión pesimista del futuro que les augura la profesión de seguir por cuenta ajena. "Nos sobraban ganas y motivación, pero nos faltaba dar el paso", relata. La pandemia fue el detonante que les llevó a montar su propio despacho que, de momento, está resultando un éxito. "Estos meses hemos conseguido varios clientes y todo apunta a que vamos a seguir".

El de Mario no es un caso único. "Durante el último año, hemos visto un crecimiento del interés por emprender, sobre todo por parte de letrados jóvenes", revela Álvaro Escudero, presidente de la Asociación de Jóvenes Empresarios (AJE) y miembro de la Asociación Jóvenes Abogados (AJA) de Madrid. El principal motivo es la situación laboral del sector, ya de por sí precaria, pero que ha empeorado por la crisis sanitaria. "Muchos bufetes han dejado de contratar perfiles noveles, es difícil encontrar trabajo al acabar la carrera", señala el letrado. De existir alguna oferta, lo habitual es que sea de prácticas que se alargan durante años o de contratos de falso autónomo. Las condiciones laborales suelen ser pésimas, "se exigen jornadas de 10 o 12 horas por sueldos ínfimos", critica.

Foto: Foto: IStock.

En las grandes firmas, la situación tampoco es ideal. Aunque los salarios en estas firmas son más que aceptables, la exigencia de disponibilidad disuade a muchos jóvenes que no quieren entrar en una dinámica en la que su vida se reduzca a su empleo. "En estos despachos vives para trabajar y eso es, al fin y al cabo, otro tipo de precariedad", defiende Carlos Martín, director del Instituto de Emprendimiento Legal (IEL), que confirma el aumento de emprendedores del sector legal.

"En las grandes firmas vives para trabajar, y eso es otro tipo de precariedad"

Ello hace que muchos abogados lo vean como algo temporal, un etapa en la que ganen experiencia y currículo para luego dar el salto a otras opciones, como la de emprender. Saben que la dedicación en ambos escenarios será similar, pero la conclusión a la que muchos llegan es que, para invertir 10 horas diarias (o más) en un trabajo, al menos que sea para sacar adelante un proyecto propio.

Existencialismo pandémico

Además de por aumentar la precariedad del sector, hay otra razón por la que la pandemia está siendo un detonante del emprendimiento legal. Durante el confinamiento, la ausencia de vías de escape al acabar la jornada laboral provocó que muchos abogados se planteasen sus rutinas, sopesando si merece la pena dedicar tantas horas a un empleo que no siempre resultaba satisfactorio. Una visión existencialista que, aunque presente en otros sectores, está teniendo más recorrido en la abogacía, donde comenzar por cuenta propia resulta más sencillo y barato que en otras profesiones.

Foto: ¿La pandemia te ha hecho replantearte tu empleo? (Foto: IStock)

"No solo lo percibo entre los que se animan a emprender, sino que además lo he experimentado", revela Escudero. Y agrega que el confinamiento le permitió pararse y pensar sobre ideas que tenía en mente desde hace tiempo, pero que el trajín del día a día le impedía desarrollar. Así, en los últimos meses, el letrado materializó dos proyectos. El primero, "independizarse" y montar su propio despacho especializado en derecho penal. El segundo, un blog 'online' llamado 'expertabogados.com' en el que publica, junto con otros compañeros de otras especialidades, artículos de divulgación jurídica. "El objetivo es que se convierta en una de las principales páginas de referencia. De momento, va muy bien y nos está reportando clientes", celebra.

Una experiencia parecida a la de Neupavert, para el que la crisis sanitaria también fue un punto de inflexión para lanzarse. Para empezar, porque, como a Escudero, el encierro le brindó la oportunidad de aterrizar el proyecto. Y, segundo, porque el virus ha acelerado la digitalización del sector, facilitando la creación de firmas en un entorno 'online' "con el que los jóvenes estamos mucho más familiarizados", expone.

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Falta de formación

Si bien es verdad que cada vez más letrados se animan a emprender, lo cierto es que sigue siendo una vía marginal. Según una encuesta elaborada por El Observatorio (un 'think tank' enfocado en talento y personas para el sector legal), se trata de la última opción elegida por los estudiantes de Derecho. La mayoría, en cambio, prefiere opositar o trabajar en despachos.

Durante la época formativa, no se plantea a los estudiantes la opción de emprender

¿A qué se debe esta falta de interés? Martín lo tiene claro: "A la ausencia de formación previa". Y destaca que no se habla de esta opción ni durante la carrera ni en el máster de acceso, por lo que directamente mucha gente ni se lo plantea. "O si lo tiene en mente, difícilmente se anima a llevarlo a cabo", lamenta. Es más habitual que las universidades fomenten la salida a despacho, "sobre todo a los grandes", ya que muchos de los profesores trabajan allí. Tanto esta como la de pequeña firma o la función pública son salidas que "están muy bien, pero para que los jóvenes tomen una decisión libre, se debería poner esa opción sobre la mesa", insiste.

Estudiantes emprendedores

Por otro lado, Martín indica que hay otro tipo de emprendedor que está ganando fuerza: el del estudiante del último año del grado o del máster que planea dar el salto a pesar de no haber pasado por un despacho. "Todavía son casos marginales, pero creo que veremos un auge de estos perfiles".

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Pérez está decidido a montárselo por su cuenta porque, entre otras cosas, "no me gusta que haya un superior que me diga lo que tengo que hacer", confiesa. La dificultad de encontrar un trabajo digno al salir de la carrera es otra de las razones, pero lo que más motiva al estudiante es desmentir los prejuicios que pesan sobre las nuevas generaciones, a quienes se achaca falta de compromiso y esfuerzo. "Los jóvenes tenemos muchísimo que ofrecer y estoy dispuesto a demostrarlo", asegura.

Para Martín, el hecho de que haya letrados tan jóvenes con ganas de emprender actúa de revulsivo para el resto, ya que sirven de referente para los que se lo están pensando y les ayuda a ver que es posible tener éxito a pesar de su juventud.

Consejos para el éxito

Motivación. ¿Cuáles son las claves para montar un bufete con éxito? En primero lugar, y como señala Carlos Martín, del Instituto de Emprendimiento Legal, es necesario tener una motivación más allá de un salario bajo o unas malas perspectivas laborales. "Huir de algo no es la opción, porque cuando vengan curvas, que vendrán, no vas a aguantar si no tienes un motivo de fondo que te ayude a seguir en momentos complicados", subraya.

Miedo. También es esencial eliminar desde un primer momento el miedo a emprender. Mucha gente, relata Martín, rechaza comenzar un proyecto por la sensación de seguridad que aporta un empleo por cuenta ajena, pero es una impresión falsa, ya que "con un contrato indefinido también te pueden despedir de la noche a la mañana", recuerda. Conviene por tanto recordar que, si bien es cierto que emprender da más responsabilidad propia para el éxito, implica la misma estabilidad.

Socios. En caso de empezar algo nuevo con terceros, Martín recomienda juntarse con compañeros que aporten algo diferente y que, aunque tengan formas diferentes de ver las cosas, se comparta la esencia. "Un buen socio puede ser incluso alguien que no sea abogado", comenta. En esta línea, Martín desaconseja basar la elección en argumentos como "me cae bien, es mi amigo o me da miedo hacerlo solo", porque cuando lleguen momentos de discrepancia, "que llegarán", se puede estropear el proyecto y la amistad.

En septiembre del año pasado, Mario Neupavert, un abogado jerezano de casi 26 años, fundó Podium Abogados junto con cuatro compañeros. Aunque de perfiles diferentes tanto desde el punto de vista de la edad (tienen entre 25 y 34 años) como del área de especialización (penal, civil, administrativo y familia), el grupo tiene en común una buena preparación, varios años de experiencia y una visión pesimista del futuro que les augura la profesión de seguir por cuenta ajena. "Nos sobraban ganas y motivación, pero nos faltaba dar el paso", relata. La pandemia fue el detonante que les llevó a montar su propio despacho que, de momento, está resultando un éxito. "Estos meses hemos conseguido varios clientes y todo apunta a que vamos a seguir".

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