El libro del 40 aniversario de Sagardoy reúne a figuras como Aznar, González o Pizarro

La obra es un retrato de la historia de la democracia en nuestro país, vista desde la perspectiva de un elemento tan esencial como son las relaciones laborales. Sagardoy Abogados, despacho de referencia en el ámbito del Derecho del Trabajo, celebra su 40 aniversario con la publicación de un libro conmemorativo en el que han participado algunas de las grandes figuras de la historia reciente de España. Entre ellos figuran los expresidentes del Gobierno José María Aznar y Felipe González, los exministros de Trabajo Fátima Báñez y Valeriano Gómez, o los expresidentes del Tribunal Constitucional María Emilia Casas y Francisco Pérez de los Cobos, así como Manuel Pizarro, presidente de la Real Academia de la Jurisprudencia, o Cándido Méndez, ex secretario general de la UGT. Todos ellos aportan sus testimonios en un libro coordinado por Luis Enrique de la Villa Gil.

El texto, además, dedica un capítulo a analizar el futuro del trabajo y la protección social, escrito por el fundador y presidente de honor del bufete, Juan Antonio Sagardoy, y Luis Enrique de la Villa. El bufete abrió sus puertas en 1980, año en el que también se aprobó el Estatuto de los Trabajadores, aún vigente, y del que el propio Sagardoy fue artífice, mentor e ideólogo.

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"El éxito de España en estas últimas cuatro décadas no ha sido atribuible a los políticos", reflexiona José María Aznar en el libro; "ha sido el éxito de toda una sociedad, de todos y cada uno de los españoles que a finales de los años 70 ansiaban normalidad democrática. Y Sagardoy ha sido un referente de la sociedad civil". En la misma línea, Felipe González señala como "la permanente inclinación al pacto y al entendimiento en todos los órdenes de la vida" fueron algunas de las virtudes "que llevaron al Gobierno de Adolfo Suárez a encomendar a Juan Antonio Sagardoy hacer de la previsión del artículo 35.2 de la Constitución (que encomienda que una ley regule el Estatuto de los Trabajadores) una realidad vida y duradera". El texto, remata el expresidente, ha sido una ley que ha sufrido "reiteradas modificaciones para adaptarse a las cambiantes circunstancias económicas y sociales, pero que, a la vez, nunca ha perdido la señas de identidad que su autor incorporó a su texto original".

Felipe González: "El Estatuto de los Trabajadores ha sufrido numerosas modificaciones pero nunca ha perdido sus señas de identidad"

Por su parte, Valeriano Gómez resalta la "feliz coincidencia" de que la firma cumpla cuatro décadas coincidiendo con una etapa que, contemplada desde la perspectiva de las instituciones sociales, ha sido la de la construcción "de un marco democrático de relaciones laborales y su progresivo desenvolvimiento afrontando los grandes retos que la economía y la sociedad han tenido que superar". "Uno de los principales exponentes del vendaval renovador" de la época, describe Francisco Pérez de los Cobos, "fue el Estatuto de los Trabajadores de 1980", una norma, en su opinión, "moderna y cabal, apegada a la realidad española y adaptada a las necesidades de su tiempo".

El mundo de la empresa

Desde el ámbito empresarial, la obra suma testimonios como el de Antonio Fernández Galiano, presidente de Unidad Editorial, Pablo Isla, presidente de Inditex, y Jaime Pérez Renovales, secretario general y del consejo del Banco Santander. Fernández Galiano asevera añorar figuras como la de Sagardoy, porque "España necesita de referencias ejemplares en tiempos en los que la ejemplaridad parece estar viviendo horas bajas". E Isla califica de "todo un lujo" para nuestro país contar con firmas con tanta calidad técnica.

Finalmente, Cándido Méndez señala a Sagardoy como un "intelocutor necesario en multitud de negociaciones de conflictos y diseño de cambios legales". El ex secretario general de la UGT recuerda que las relaciones laborales "están siempre en evolución para encarar con éxito los nuevos retos, como los que ahora derivan de la digitalización y la transformación verde en nuestras sociedades, atravesadas por la pandemia que nos ha obligado a profundizar, a contrarreloj, en el teletrabajo”.