500 personas, llantos y una discoteca: seis horas en la última narcosubasta del Estado

11:30 de la mañana. Medio millar de personas se concentran a las puertas y en el interior de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre-Real Casa de la Moneda, en la calle Doctor Esquerdo 36, en Madrid. Todos ellos tienen una cita en el auditorio, donde a las 12:00, es decir, media hora después, tendrá lugar la subasta de varios inmuebles decomisados a narcotraficantes o condenados por el tráfico de drogas. Una familia con niños, parejas jóvenes, interesados de mediana y mayor edad, mujeres, hombres...

Pisos, locales comerciales, parkings, hasta una discoteca. En total, 32 lotes procedentes, todos ellos, de la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, con los que la Sociedad Mercantil Estatal de Gestión Inmobiliaria de Patrimonio (Segipsa) esperaba conseguir, al menos, 5,13 millones de euros y con los que finalmente conseguirá recaudar 8,35 millones, es decir, un 62% más de lo inicialmente previsto.

Segipsa recaudará 8,35 millones de euros, un 62% más de lo inicialmente previsto

Un dinero que, según detalla el Ministerio de Sanidad, se destinará a la lucha contra el mercado de la droga, así como a financiar actuaciones de "prevención, investigación y persecución" de los delitos de narcotráfico, pero también a lo que viene después: asistir y reinsertar a los toxicómanos.

La subasta arrancó con una hora de retraso, casi a la una del mediodía, con el auditorio de la Casa de la Moneda hasta la bandera: 280 acreditados para poder pujar con sus paletas correspondientes y sus respectivos acompañantes. Seis horas después, pasadas las seis de la tarde, finalizaban las pujas, las devoluciones de las finanzas necesarias para poder pujar y las adjudicaciones.

Con más de medio millar de espectadores, esta ha sido, sin duda, una de las grandes subastas del año. Una afluencia muy superior a la celebrada por Segipsa en noviembre de 2019, en el hotel Wellington de Madrid, en plena calle Velázquez, unos meses antes de que estallara la pandemia. Aquel acto congregó a más de 300 personas, se subastaron 40 lotes y se consiguió recaudar casi 12 millones de euros. Un año después, en 2020, ya en plena pandemia, se subastaron nueve lotes, muchos menos que en años anteriores, pero por un valor muy superior: 16,7 millones de euros.

Ahora, dos años después, y tras un 2021 sin subastas, Segipsa ha retomado esta tradicional subasta y lo ha hecho por todo lo alto.

Una de las pujas más emotivas de este año —con lágrimas de por medio— fue la de un matrimonio con tres hijos con quienes acudieron a la subasta, con el objetivo de hacerse con una vivienda unifamiliar de 150 metros cuadrados en Nigrán (Bouza Bella), en Vigo. "Mamá, ¿por qué lloras?, ¿porque nos hemos quedado con la casa o porque tendrás que pagarla?", preguntaba uno de los hijos a su madre tras serle adjudicado uno de los lotes.

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La puja más disputada fue, posiblemente, la de una famosa discoteca cerca de Sanxenxo que perteneció a un capo gallego, Manuel Abal Feijóo, alias Patoco, que murió en un accidente de tráfico en 2008. El antiguo dueño de La Roca, Patoco, fue uno de los sospechosos a los que se absolvió en la famosa operación Nécora, que supuso el primer gran golpe al narco gallego.

Este curioso activo, el número 13 de la subasta, partía de un precio de salida de poco más de 68.000 euros en segunda subasta y fue finalmente adjudicado por 233.000 euros —un 242% por encima—, en una puja que se alargó durante más de media hora, con tramos de pujas de 2.000 en 2.000 euros. Por su parte, el activo de mayor valor subastado era un conjunto de aparcamientos en Málaga que salieron a subasta en 1,58 millones, y fueron adjudicados por 3,12.

Varias propiedades de narcos ya fallecidos

En este tipo de procedimientos se subastan todo tipo de inmuebles decomisados a condenados por tráfico ilícito de drogas y otros delitos relacionados. Terrenos, fincas rústicas, viviendas, chalés... ubicados por toda España —Valencia, Málaga, Pontevedra...—, si bien buena parte de ellos están en Galicia. De hecho, 13 de los 32 lotes se ubican en la comunidad gallega.

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En su día, cuando sus propietarios fueron condenados por la Audiencia Nacional, estos inmuebles fueron embargados para saldar sus deudas con el Estado. Prácticamente, cada año esos bienes embargados salen a subasta.

En ocasiones anteriores, se han subastado propiedades de conocidos narcotraficantes. En 2017, por ejemplo, salió a la venta la casona que perteneció a Laureano Oubiña, embargada por un delito de blanqueo de capitales y tráfico de hachís, mientras que en 2019 se subastaron, entre otras, propiedades del clan del vigués Juan Carlos González Martín, Culebra, ya fallecido, y que fue el cabecilla de la mayor trama de blanqueo de capitales procedentes del narcotráfico desarticulada en Vigo.

El Plan Nacional sobre Drogas contempla que los bienes enajenados a delincuentes puedan ser utilizados para nutrir las arcas públicas, aunque no siempre se consigue vender todo, de tal manera que es frecuente que haya inmuebles que reaparezcan en varias subastas.