La DANA golpea el pulmón logístico de Valencia en plena pugna por traer a Tesla o Inditex

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Son el triángulo de oro de la logística en Valencia. Los municipios de Cheste, Ribarroja y Loriguilla son, desde hace siete años, el gran almacén de Levante, gracias a su privilegiada ubicación, en la intersección de la A-3 con el Corredor Mediterráneo (AP-7/A-7). Terreno abonado para atraer a gigantes como Blackstone, Goldman Sachs, Hines o Merlin Properties, que han invertido cientos de millones de euros en construir grandes plataformas de primera calidad.

Estas inversiones han sido duramente golpeadas por la DANA, ya que estos tres municipios forman parte de la zona cero de la tragedia. En Cheste, la riada se llevó el puente principal, provocó daños estructurales en otro y dejó al municipio aislado. En Ribarroja, cuya área industrial acoge a 1.400 empresas y 20.000 trabajadores, la situación sigue siendo dramática una semana después, con tráileres y camiones todavía volcados y el reto de reabrir el puente de la carretera CV-374, que conecta con Loriguilla.

Este último municipio también quedó incomunicado, sin luz ni agua durante dos días. Pero la peor parte se la llevó el polígono, donde 500 trabajadores quedaron atrapados en la fatídica noche del 29 de octubre. Aquí tiene Newdock, la filial logística de Goldman Sachs, el mayor proyecto logístico de toda la Comunidad Valenciana: una parcela de 250.000 metros donde está promoviendo 160.000 metros cuadrados de naves, un megaproyecto llamado a generar más de 500 empleos.

El problema más acuciante ahora es encontrar una solución que permita reabrir la A-7, cortada en los dos sentidos tras el enlace con la A3 por el colapso del puente sobre el barranco del Poyo. El Ministerio de Transportes está trabajando contrarreloj para construir un bypass alternativo, que permita circular hasta la total reconstrucción del viaducto, una solución que, se espera, pueda estar operativa la próxima semana.

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Esta zona es un eje principal de toda España, ya que conecta Valencia con Madrid por la A3 y con Barcelona y el sur de España, por la A-7. Dicho en otras palabras, es el punto de conexión de las tres principales ciudades de nuestro país, una ubicación única que explica el fuerte desembarco de empresas y fondos en los últimos años.

En Ribarroja, por ejemplo, Carrefour tiene su gran almacén regulador de seco, desde donde sirve a todo Levante, Baleares, Murcia y Albacete, que acaba de adquirir Hines por 50 millones de euros, su primera operación logística fuera de la capital y de la Ciudad Condal. También en esta localidad, Mercadona tiene un gran bloque logístico que ha conseguido recuperar en la nave de seco, pero que continúa afectado en la de frío.

Esta zona es un eje principal de toda España, porque conecta Valencia con Madrid por la A3 y con Barcelona y el sur de España por la A-7

Según datos de CBRE, solo en los últimos cinco años, entre 2019 y 2023, las inversiones inmologísticas en Valencia han superado los 660 millones de euros, cifra que representa el 7,5% de la inversión en todo el país. Si se compara con el periodo entre 2014 y 2018, se comprueba el salto dado por esta comunidad, ya que entonces apenas representaba el 2,5%.

Este 2024, la región iba camino de marcar uno de los mejores ejercicios de los últimos años, ya que en los nueve primeros meses del año ha protagonizado operaciones que han alcanzado los 130 millones de inversión, lo que ha elevado su peso sobre el total nacional hasta el 15%.

La recuperación de las infraestructuras de transporte, especialmente el bypass, y la diligencia de las administraciones en todas las tareas de reconstrucción serán dos elementos críticos para poder volver cuanto antes a la normalidad y para retomar los ambiciosos planes que tiene la Generalitat. Desde hace tiempo, el Ejecutivo valenciano mantiene conversaciones para intentar traer a Cheste la fábrica de Tesla o una gran planta de distribución de Inditex.

El fabricante estadounidense de coches eléctricos baraja ubicar en la provincia de Valencia una nueva factoría en Europa, proyecto que supondría una inversión de 4.500 millones de euros, superior a la de la gigafactoría de Volkswagen en Sagunto; mientras que el dueño de Zara quiere un centro de distribución en la Comunidad Valenciana para las firmas Bershka y Tempe.

El espacio elegido por la Generalitat para tratar de convencer a Elon Musk o a Amancio Ortega es el futuro polígono de Ceja-Cañada Arena, en Ribarroja, desarrollo que se encuentra en su recta final para conseguir la aprobación definitiva y que sacará al mercado 1,5 millones de metros cuadrados. Oro puro en un mercado donde la tasa de desocupación es inferior al 2%.

La tasa de desocupación de las plataformas logísticas en Valencia es inferior al 2%

La DANA ha agravado este desequilibrio entre la oferta y la demanda de espacios en el corto plazo, debido a la necesidad de encontrar temporalmente naves que sustituyan a las plataformas afectadas por la tragedia y para almacenar la ayuda que está llegando a Valencia para atender a la población. A medio plazo, en cambio, el principal impacto de este desastre natural puede provenir de las aseguradoras, que previsiblemente endurecerán sus cláusulas y condiciones. Esto podría terminar beneficiando a los nuevos desarrollos, que se están construyendo ya con unos estándares más exigentes.

La buena noticia entre tanto desastre, no obstante, es que en el sector se da por hecho que este triángulo de oro recuperará su brillo. Los grandes fondos mantienen su apetito por este nudo único de comunicaciones, almacén natural del puerto de Valencia, el más importante de España en tráfico de contenedores, el de mejor conexión marítima con países como China, y el cuarto más relevante de Europa, solo por detrás de Róterdam, Amberes y Hamburgo.