KKR ultima la compra de Servihabitat a la espera del veredicto de Lone Star
Hipoges, el servicer de KKR, está en avanzadas negociaciones para compra a la antigua inmobiliaria de Caixabank. El acuerdo ya sólo estaría pendiente de la decisión de Lone Star
Álea iacta est. La suerte está echada en el proceso de venta de Servihabitat, la antigua inmobiliaria de Caixabank, hoy controlada por Lone Star. El fondo estadounidense encargó hace un año a Mediobanca encontrar comprador, un proceso que despertó el interés de todos los grandes jugadores, pero que apenas ha conseguido calentar los talonarios, probablemente, probablemente, porque salió en el peor momento.
Cuando Coral Homes, sociedad a través de la cual Lone Star controla Servihabitat, arrancó la venta, la inmobiliaria acababa de perder sus dos contratos estrella con Sareb y la propia Caixabank. Esta pérdida de volumen de negocio, unida al momento de cambio que vive el sector, jugó en contra de los intereses del fondo, que recibió numerosas propuestas, pero por importes muy alejados de los 70 millones que proyectó conseguir.
Pero todavía le queda una bala en la recámara. Tras las negociaciones con Pollen Street, dueño de Finsolutia, y DoValue, propietario de la antigua Altamira, un tercer candidato ha tomado la delantera. Se trata de Hipoges, el servicer de otro gigante de la inversión alternativa, KKR, que en el último momento ha tomado la delantera con una oferta que, según las fuentes consultadas, es la única con posibilidades de llegar a buen puerto.
Su propuesta sería la más posibilista de las analizadas hasta ahora, que se han movido entre los 15 y los 25 millones, importes a los que deben sumarse todos los costes de reestructuración que deberá asumir el potencial comprador si la operación termina llegando a buen puerto. Ahora, la pelota está en el tejado de Lone Star, que debe valorar si le compensa más vender y cerrar una inversión que suma ya seis años, o continuar en la inmobiliaria.
Las fuentes consultadas aseguran que la balanza se inclina a favor de cerrar la venta con Hipoges, pero que todas las opciones siguen abiertas y no puede descartarse que, en el último momento, Lone Star rompa la baraja y decida continuar al frente de Servihabitat. En cualquier caso, añaden, el acuerdo definitivo de venta en ningún caso sería antes de octubre y tampoco podría dilatarse más allá de diciembre, por el cambio de ejercicio. Desde Coral Homes e Hipoges han declinado hacer comentarios.
El pasado ejercicio, tras perder los contratos de Sareb y CaixaBank, Servihabitat recordó un 25% su plantilla, hasta los 572 empleados, en línea con el recorte del 2,52% de la cifra de negocios, que cayó hasta los 167,5 millones, mientras que las pérdidas se redujeron a la mitad (-9,3 millones de euros). Esta merma de negocio recoge solo la pérdida del contrato de Sareb, ya que hasta el pasado 31 de marzo de 2024, Servihabitat continuó prestando servicios a CaixaBank y, por tanto, será al cierre de este ejercicio cuando se recoja el impacto del cambio de proveedores. En 2023, el contrato con la entidad catalana reportó a las arcas de Servihabitat más de 50 millones de euros de ingresos.
La otra cara de la moneda es el compromiso de Coral Homes, donde Lone Star posee el 80% del capital y Caixabank el 20%, de continuar trabajando con Servihabitat, así como la cartera de suelo de Sareb que se adjudicó Serviland o el contrato con Kutxabank, para gestionar una cartera de 10.000 activos, valorados en 1.200 millones de euros, que hace tres años arrebató a Neinor.
Para Hipoges, comprar Servihabitat significaría convertirse en el mayor jugador de España, junto a Intrum, ya que este salto de dimensión se une el contrato de Sareb. Fue precisamente la filial de KKR quien, junto a Aliseda (Blackstone) se quedó con la gestión de los activos del banco malo, un cambio de proveedores que se ha demostrado como el gran revulsivo para la consolidación de este sector.
Álea iacta est. La suerte está echada en el proceso de venta de Servihabitat, la antigua inmobiliaria de Caixabank, hoy controlada por Lone Star. El fondo estadounidense encargó hace un año a Mediobanca encontrar comprador, un proceso que despertó el interés de todos los grandes jugadores, pero que apenas ha conseguido calentar los talonarios, probablemente, probablemente, porque salió en el peor momento.