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De las renovables al inmobiliario: las fortunas de la energía verde se pasan al ladrillo
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INVERSIONES ALTERNATIVAS

De las renovables al inmobiliario: las fortunas de la energía verde se pasan al ladrillo

En los últimos años, ha emergido un rosario de fortunas patrias, que están protagonizando significativas operaciones inmobiliarias con la fortuna que hicieron en renovables

Foto: Una grúa en un edificio en construcción en Madrid. (Getty Images)
Una grúa en un edificio en construcción en Madrid. (Getty Images)
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En enero de 2023, cuando el mercado de inversión inmobiliaria se había quedado seco por la rápida subida de tipos de interés y las oficinas seguían en caída libre por el auge del teletrabajo, una operación sorprendió al mercado. Una sociedad que gestiona la fortuna y patrimonio de una familia (un 'family office', como se conoce en la jerga) compró a Colonial tres edificios de oficinas en el corazón de Madrid por 300 millones de euros. Rápidamente, la operación copó titulares. Sus dueños, la familia González-Vallinas, perdió buena parte de su anonimato.

Rafael González-Vallinas es un empresario castellanoleonés con intereses en diversos sectores, como las energías renovables, la ganadería y la fabricación de piensos para mascotas. Considerado una de las mayores fortunas de España, destaca por haber creado Vapat, uno de los gigantes de las energías renovables en el país, que en el año 2022 vendió a JP Morgan 443 megavatios de capacidad por unos 200 millones de euros. Una fortuna que decidió invertir en el Paseo de la Castellana a través de su inmobiliaria Pallariz.

Su caso, lejos de ser una excepción, es una realidad cada vez más frecuente. El auge de las renovables está permitiendo aflorar fortunas construidas en las últimas dos décadas a partir de megavatios de sol y viento, que ahora se están invirtiendo en todo tipo de activos inmobiliarios.

Como ocurrió en el pasado en otras industrias, los empresarios que apostaron por las renovables están siendo ahora poderosamente tentados por gigantes de la inversión. Unos cantos de sirena que, cuando se cristalizan, convierten de golpe a estos industriales en multimillonarios, que necesitan encontrar imperiosamente oportunidades de inversión. Y el inmobiliario siempre emerge como de las primeras opciones.

Foto: Almagro 9, Madrid. (Cedida)

"En España hay muchas fortunas que pasan desapercibidas y que son inversores muy potentes, que están moviendo el mercado. Son empresarios de todos los sectores, pero es cierto que hay estos nuevos family officer, que ha hecho fortuna con las renovables y que es muy significativo, porque hace 20 años no estaba", explica Alberto Díaz, director de Capital Markets en la consultora inmobiliaria Colliers.

Probablemente, el caso más paradigmático de emprendedor que ha hecho fortuna con las renovables sea José Elías, presidente de Audax Renovables, que acaba de anunciar su entrada como socio inversor en Tower One, donde posee el 25% del proyecto. Este rascacielos de 116 metros y 25 plantas, que está levantado por Sacresa en Esplugues de Llobregat, junto a la Avenida Diagonal de Barcelona, será transmitido a Hines este año, cuando se complete su construcción, para explotarlo como apartahotel.

placeholder El empresario José Elías Navarro.(Atresmedia)
El empresario José Elías Navarro.(Atresmedia)

Elías también está detrás de activos tan icónicos como el Proyecto Canalejas, gracias a los 70 millones de euros que ha inyectado en OHLA, grupo de infraestructuras que preside desde el pasado diciembre. Esta inversión, realizada por la familia Isidro, uno de los patrimonios privados más importantes del sector inmobiliario español tras la venta de Europac, se aleja considerablemente del carácter conservador y de la búsqueda de rentas seguras que suelen tener los family office.

"La inversión privada está apostando cada vez más por la creación de valor; no se trata únicamente de asegurar una renta estable, sino también de adoptar estrategias más agresivas. Cada vez más, se utiliza el inmobiliario con una visión financiera: se dejan asesorar, se realizan análisis y se entiende la vertiente económica. Es una inversión cada vez menos emocional y más racional", señala Borja Ortega, socio director de Diaphanum Real Estate, firma independiente especializada en patrimonios privados, family offices y club deals.

Foto: Playa de Bolonia en Tarifa, Cádiz. (Getty/Universal Images)

Una de las operaciones más atrevidas de los últimos tiempos es, probablemente, la adquisición de los terrenos que Endesa poseía desde hace medio siglo en la bahía de Bolonia, la última playa virgen de Cádiz y, para muchos, la más bonita de España. Como adelantó El Confidencial, detrás de esta operación se agrupan fuerzas de nombres reconocidos, como Jon Riberas, dueño de Gestamp; los cocineros José Andrés y Ángel León; el empresario Manuel Vázquez Gavira, histórico presidente de Asaja Cádiz; y, sobre todo, Domingo Estepa, alma mater del proyecto.

El dueño de Rolwind Renovables es un convencido de los negocios verdes, y ha impulsado proyectos fotovoltaicos, eólicos, de almacenamiento híbrido, además de desarrollar la plataforma de hidrógeno verde Hyren. Como muchas fortunas de esta industria, en los últimos años ha apostado por diversificar hacia el sector inmobiliario, en concreto, hacia una nueva fórmula de alojamiento hotelero bautizada como glamping.

"La inversión privada está haciendo más cosas de creación de valor, no solo quieren jugar la renta segura, sino también algo más agresivo"

Hace dos años, a través de su sociedad Altanea (que también está detrás de la operación de Bolonia) decidió apostar por el turismo sostenible, desarrollando una modalidad de campings de cinco estrellas en Córdoba, Chiclana (Cádiz), Sevilla y Murcia. Para llevar a cabo este plan, Estepa se puso en manos de la consultora inmobiliaria Savills, con la que unió fuerzas.

"Cuando un family office se abre a una nueva clase de activo, suele hacerlo de la mano de un gestor profesional que le ayuda a comprenderlo adecuadamente. Los primeros pasos se desean dar de la mano de alguien que tenga control, para no asumir tanto riesgo", explica Mauricio Guerrero, socio fundador de Albero Capital, boutique especializada en el asesoramiento y diseño de operaciones a medida para patrimonios privados.

placeholder Parque fotovoltaico.
Parque fotovoltaico.

El último estudio global de PwC sobre transacciones y family offices destaca la creciente profesionalización de estos vehículos, lo que se traduce en una inversión más activa y sofisticada. Según la firma, en todo el mundo hay 8.272 'family offices', 166 de ellos en España, y, frente a la creencia general de que se centran en la gestión de rentas pasivas, es llamativo que en un 80% de los casos el negocio operativo, generalmente de origen familiar, siga activo.

En todo el mundo, el 75% de estas oficinas familiares está en manos de empresarios o emprendedores; un 7% ha sido promovido por directivos de alto nivel; otro 6% por titanes tecnológicos; el 5% por herederos; el 4% está controlado por banqueros de inversión y el 3% por magnates inmobiliarios. En nuestro país, PwC llama la atención sobre el creciente apetito de estos inversores por operaciones de gran envergadura, ya sea de manera individual o sumando fuerzas con otros inversores, y su preferencia por el residencial.

Un conjunto de características coinciden en la familia Sepulcre, dueña de Eléctricas Vinalopó, que hace cinco años llegó a un acuerdo con Helia, fondo impulsado por Bankinter, para venderle su participación en parques eólicos. Lejos de conformarse con vivir de las rentas, esta saga levantina optó por crear Teis Group y apostar por proyectos residenciales y, sobre todo, por la promoción de centros comerciales, con el impulso de cinco parques comerciales entre Alicante y Murcia.

Como señala Díaz, "hay dos tipos de familias: las que buscan preservar capital para las siguientes generaciones y se conforman con una rentabilidad más ajustada, y las que apuestan por hacer cosas más arriesgadas para conseguir otro tipo de retorno". En este segundo grupo, sobre todo, cada vez hay más patrimonios nacidos al calor de las renovables.

En enero de 2023, cuando el mercado de inversión inmobiliaria se había quedado seco por la rápida subida de tipos de interés y las oficinas seguían en caída libre por el auge del teletrabajo, una operación sorprendió al mercado. Una sociedad que gestiona la fortuna y patrimonio de una familia (un 'family office', como se conoce en la jerga) compró a Colonial tres edificios de oficinas en el corazón de Madrid por 300 millones de euros. Rápidamente, la operación copó titulares. Sus dueños, la familia González-Vallinas, perdió buena parte de su anonimato.

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