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Los herederos de Gran Vía 76 recuperarán el uso hotelero: 118 habitaciones a 210 €/noche
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UNA INVERSIÓN DE CASI 11,5 MILLONES

Los herederos de Gran Vía 76 recuperarán el uso hotelero: 118 habitaciones a 210 €/noche

El Ayuntamiento de Madrid admitía a trámite el pasado mes de enero y aprobaba inicialmente el plan especial para el edificio situado en el número 76 de la popular avenida

Foto: Gran Vía 76. (Google Maps)
Gran Vía 76. (Google Maps)

Gran Vía sumará un nuevo hotel. El Ayuntamiento de Madrid admitía a trámite el pasado mes de enero y aprobaba inicialmente el plan especial para el edificio situado en el número 76 de la popular avenida, promovido por Bicon Capital, empresa presidida por Pablo Ussía Valera, bisnieto de Jesús Ussía y Cubas, propietario original del inmueble, cuya construcción data de 1930, con el objetivo de destinarlo a Casa de Alquiler —si bien desde sus orígenes se destinó a hospedaje en diversas acepciones y en todas sus plantas por encima de la primera— y tiendas.

El objetivo es transformar el edificio en un hotel de 118 habitaciones y 236 camas, con un precio base de 210 euros la noche por una habitación doble. Un proyecto que supondrá una inversión de casi 11,5 millones de euros, con un flujo de caja operativo de más de tres millones de euros.

Un valor actual neto del activo de 26,9 millones y una tasa interna de retorno del 54,03%

Además, según la información consultada por El Confidencial, se establece un valor actual neto del activo de 26,9 millones de euros y una tasa interna de retorno del 54,03%. "La rentabilidad es muy elevada al pertenecer el activo al patrimonio de la familia promotora desde hace más de 100 años, lo que reduce a 0 el coste de adquisición inicial, teniendo solo que realizar la adecuación física del inmueble existente", recoge la documentación consultada.

Foto: Gran Vía 60.

Según esa misma documentación, el objetivo sería implantar un hotel de cuatro estrellas, con habitaciones desde la segunda hasta la octava planta, dedicando las plantas novena y décima a zonas de reunión y restauración.

Gran Vía 76 seguirá, de esta manera, los pasos de tantos otros edificios de esta famosa calle, que ha visto cómo en los últimos años se ha multiplicado la oferta hotelera, lo que ha devuelto a la vida y ha rehabilitado varios edificios abandonados y en desuso. De hecho, hace apenas cuatro meses, el Ayuntamiento de Madrid aprobaba también inicialmente el plan especial de Gran Vía 60, un edificio residencial y de oficinas que acogerá en unos meses otro hotel.

En esta ocasión, el objetivo de los herederos de Ussía y Cubas es mantener el activo dentro del patrimonio de la familia y recuperar el uso de hospedaje del edificio, a través de la puesta en valor y la recuperación de la entidad histórica del edificio.

Casi un siglo de historia

Los edificios que se levantan en Gran Vía son, en su inmensa mayoría, centenarios. En el caso de Gran Vía 76, la construcción data de 1930 y, como curiosidad, el solar que ahora ocupa estuvo ocupado anteriormente por el antiguo mercado de los Mostenses, un mercado que, junto con el de la Cebada, se comenzó a construir a mediados del siglo XIX.

Como sucedió con tantos otros edificios, el mercado fue derribado en 1925 en el proceso de construcción del tercer tramo de la Gran Vía de Madrid, a pesar de no estar incluido en las órdenes, ni molestar su planta al trazado oficial.

El edificio, con una superficie construida de 6.570 metros cuadrados, contra de planta sótano, baja, ocho plantas de pisos y áticos. La planta sótano ha albergado siempre instalaciones al servicio de este edificio de nueve plantas. En planta baja, entreplanta y planta primera se desarrollan dos locales y una entrada principal del edificio por la Gran Vía y otra secundaria por la calle General Mitre. De hecho, 720,25 metros corresponden a uso terciario comercial de mediano comercio, 546 metros a restauración y el resto, 5.326 metros cuadrados, a uso terciario general.

Foto: Vista de la Gran Vía de Madrid. (iStock)
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En uno de los locales de planta baja se desarrolló el conocido como Cine Azul, inaugurado en octubre de 1933 con el nombre de Cine Velussia. Tenía refrigeración y era de sesión continua (en un principio solo para documentales). Dicho cine cambió su nombre primitivo por el de Cine Azul en 1939. En el año 1973, el cine fue reinaugurado después de realizar unas obras de reforma y finalmente cerró a principios de marzo de 2005, y se convirtió en un restaurante de comida americana. El otro local del edificio, situado entre el acceso al anterior Cine Azul y la entrada principal al edificio por Gran Vía, ha sido siempre un local comercial.

Recuperar el uso de hospedaje

En lo relativo al cuerpo principal del inmueble, desde la planta segunda hasta la novena, se han desarrollado diferentes actividades de uso terciario desde su construcción en 1933, viviendas, una pensión, un hotel, un hostal, una academia y oficinas. De hecho, según el plan especial, a efectos de uso, el inmueble ha sido en su totalidad un edificio con uso histórico terciario, habiéndose implantado usos hoteleros, de oficinas, academias, etc. en todas sus plantas desde la segunda hasta la novena, quedando la planta baja, la entreplanta y la primera dedicadas a uso comercial.

Por ejemplo, desde 1941, la planta octava estuvo arrendada como pensión a nombre de Manuel V. Olivar Montaña, hasta que transmitió la actividad del Hostal Magerit con posterioridad. Por otro lado, en la planta novena hubo una pensión y oficinas.

El edificio se encuentra en un entorno privilegiado, tanto por la calidad de la edificación colindante —Teatro Coliseum— como por su ubicación respecto a los polos culturales, comerciales, económicos e históricos de Madrid. Además, la recuperación que se está llevando a cabo en la actualidad en toda la zona "potencia y refuerza la calidad de estos aspectos originales que en otra época habrían corrido el peligro de degradarse", se destaca en la documentación consultada.

El edificio cuenta, de hecho, con un nivel 2 de protección (estructural), gracias al cual se protegen sus fachadas, patios y núcleos de comunicaciones, de restauración obligatoria; todo ello con el objetivo de conservar y revelar los valores estéticos e históricos del edificio, así como la recuperación de los elementos protegidos.

Gran Vía sumará un nuevo hotel. El Ayuntamiento de Madrid admitía a trámite el pasado mes de enero y aprobaba inicialmente el plan especial para el edificio situado en el número 76 de la popular avenida, promovido por Bicon Capital, empresa presidida por Pablo Ussía Valera, bisnieto de Jesús Ussía y Cubas, propietario original del inmueble, cuya construcción data de 1930, con el objetivo de destinarlo a Casa de Alquiler —si bien desde sus orígenes se destinó a hospedaje en diversas acepciones y en todas sus plantas por encima de la primera— y tiendas.

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