Pictet aprovecha el boom 'branded' para desatascar la venta de los apartamentos Hyatt
El auge de las 'branded residences' son el reclamo perfecto del Pictet para intentar desatascar la venta de Castellana 62, un edificio de su propiedad desde 2019
Han pasado de cero a 100. Los proyectos de branded residences en España y, en concreto, en Madrid y Marbella, han pasado de ser un producto residencial de lujo desconocido e inexistente, a convertirse en uno de los activos más cotizados del mercado. De hecho, se calcula que estas propiedades pueden ser hasta un 20% más caras respecto a cualquier otra vivienda de súper lujo a la que no le acompañen los servicios de una marca hotelera o el sello de una marca de moda.
Y este es el reclamo perfecto del fondo Pictet para intentar desatascar la venta de Castellana 62, un edificio de su propiedad desde 2019 y cuya venta ya intentó a principios de 2022. Desde 2021, el inmueble alberga las Hyatt Regency Madrid Residences, un complejo residencial compuesto por 22 apartamentos de lujo, el primer 'experimento' de branded residences de Madrid.
Un complejo de 22 apartamentos de lujo, las primeras branded residences de Madrid
La venta de Castellana 62 lleva años atascada. A principios de 2022, como avanzó El Confidencial, el grupo suizo estuvo tanteando su venta. Entonces, el fondo pedía 55 millones de euros, una cifra que ahora se habría ampliado hasta los 60-62 millones de euros, según diferentes fuentes consultadas. Esta cifra, de concretarse, significaría importantes plusvalías para Pictet, puesto que lo compró por 45 millones.
Castellana 62 es un edificio de casi 7.900 metros cuadrados que cuenta con un mix de usos. Así, por ejemplo, dispone de un complejo de apartamentos de lujo en alquiler (2.600 metros cuadrados), oficinas (500 metros), locales comerciales (250 metros) y parking (4.500 metros). Por lo que se refiere a las viviendas, se trata de 22 apartamentos de lujo de entre 54 y hasta 200 metros cuadrados, incluyendo un ático dúplex con 100 metros de terraza con vistas panorámicas.
Todos ellos operan gestionados bajo la marca Hyatt Regency, que aterrizó en España de la mano del grupo hotelero Hesperia. De hecho, los apartamentos del Hyatt Regency Madrid Residences forman parte de la oferta comercial del Hyatt Regency Hesperia Madrid, el hotel situado en el paseo de la Castellana 57, muy cerca de estos apartamentos, que se ofrecen como una alternativa de alojamiento para sus clientes, quienes pueden acceder a todos los servicios exclusivos del hotel, un cinco estrellas en pleno centro financiero de la ciudad. El alquiler de estas viviendas arrancó a partir de 300 euros la noche, mientras que ahora difícilmente bajan de los 450 euros.
Castellana 62 fue construido en 2012. Consta de dos edificios, uno principal de nueve plantas con varias terrazas y un local comercial y, detrás de este, un segundo edificio de tres plantas destinado a oficinas. Asimismo, cuenta con tres plantas de sótano con más de un centenar de plazas de aparcamiento y trasteros.
En 2022, cuando Pictet buscó comprador, el alquiler de las viviendas, oficinas, locales y plazas de garaje podría generar unas rentas anuales estimadas del orden de un millón y medio de euros. Actualmente, la superficie comercial está alquilada al restaurante La Mamona, mientras que Bankinter cuenta con oficinas de banca privada.
El grupo Pictet es una entidad fundada en Suiza en 1805 por dos socios y actualmente son ocho los socios gestores. La firma está especializada en la gestión de patrimonios y activos, inversiones alternativas y otros servicios relacionados con activos, y su inversión en capital privado se remonta a 1989. Su primera incursión inmobiliaria en España fue, precisamente, la compra de Castellana 62, a través de su fondo inmobiliario Elevation I, un vehículo de capital privado lanzado por Pictet Alternative Advisors que se cerró en 2020 tras captar 700 millones de euros.
Han pasado de cero a 100. Los proyectos de branded residences en España y, en concreto, en Madrid y Marbella, han pasado de ser un producto residencial de lujo desconocido e inexistente, a convertirse en uno de los activos más cotizados del mercado. De hecho, se calcula que estas propiedades pueden ser hasta un 20% más caras respecto a cualquier otra vivienda de súper lujo a la que no le acompañen los servicios de una marca hotelera o el sello de una marca de moda.