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"No habrá solución a la crisis de vivienda sin una Ley del Suelo"
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PEDRO FERNÁNDEZ ALÉN, PRESIDENTE DE LA CNC

"No habrá solución a la crisis de vivienda sin una Ley del Suelo"

Pedro Fernández Alén acaba de ser reelegido presidente de la Confederación Nacional de la Construcción (CNC), la patronal del sector. Pide a los partidos aprobar una Ley del Suelo

Foto: El presidente de la CNC Pedro Fernández Alén posa para El Confidencial. (G. G. C.)
El presidente de la CNC Pedro Fernández Alén posa para El Confidencial. (G. G. C.)
EC EXCLUSIVO

Fue reelegido, el pasado mes de marzo, presidente de la patronal del sector de la construcción, la Confederación Nacional de la Construcción (CNC), apenas dos meses antes de que el Gobierno aprobara la puesta en marcha del nuevo proyecto estratégico para la recuperación y transformación económica (PERTE) centrado en la construcción industrializada de viviendas asequibles, que contará con una inversión pública de 1.300 millones de euros en 10 años. Un proyecto en el que el sector de la construcción, en su conjunto, tanto grandes, como medianas o pequeñas empresas, están llamadas a jugar un papel clave.

Pedro Fernández Alén (Badajoz, 1975), también preside la Fundación Laboral de la Construcción que, solo el año pasado, formó a 100.000 personas para un sector que se enfrenta al grave problema de la escasez de mano de obra. Un problema que, el PERTE, también debería paliar a través de la formación y de un cambio significativo en la imagen que se tiene de un sector que en pleno boom fue capaz de construir 700.000 viviendas anuales y emplear a 2,7 millones de trabajadores, pero que ahora, con apenas 100.000 viviendas anuales, apenas emplea a 1,4 millones de personas.

Alén asegura que la construcción industrializada es una solución constructiva más que ayudará al mercado a coger una velocidad de crucero en torno a las 150.000 viviendas anuales que permitirán solventar parte del problema de la vivienda, si bien, asegura que lo más inmediato y urgente pasa por desatascar la esperada Ley del Suelo, al margen de colores políticos. Sin una Ley del Suelo, asegura, no habrá solución a la crisis de la vivienda en España.

PREGUNTA. Hace apenas un par de semanas, el Gobierno aprobó el PERTE para fomentar la construcción de viviendas industrializadas. Después de tantos anuncios en materia de vivienda, ¿se empiezan a ver ya los primeros frutos?

RESPUESTA. La presentación del PERTE es una buena noticia, en primer lugar, porque aunque la construcción es protagonista, de manera indirecta, del plan de recuperación, transformación y resiliencia, no se había puesto el foco en la vivienda, que ahora está en el centro del debate y eso es importante y, en segundo lugar, también es positivo que una solución constructiva como la construcción industrializada esté también en la agenda política. La construcción tradicional no va a desaparecer nunca, pero mientras que las medianas o grandes empresas han utilizado mucho la industrialización sobre todo para infraestructuras y obra civil, hay mucha pequeña y mediana empresa que nunca ha visto la industrialización como una solución constructiva. El PERTE va a avanzar mucho en que se utilice la industrialización, sobre todo por parte de pequeñas y medianas empresas, pero hay otros problemas que hay que solucionar antes.

P. ¿Por ejemplo?

R. El principal problema y el más urgente es la Ley de Suelo. Podemos hacer todo lo que queramos para intentar solucionar el problema de vivienda, pero su principal escollo es la Ley del Suelo. Con independencia de otros temas como la Ley de Vivienda, como agilizar los procedimientos de desahucio o evitar la okupación, en lo que están de acuerdo todos los grupos políticos es en el problema de inseguridad que da la Ley del Suelo, que tiene un artículo que permite, por un defecto subsanable o un defecto formal, retrotraer un procedimiento urbanístico a origen, y eso no solo dilata los procesos urbanísticos, sino que frena mucho la inversión de los promotores, ya que hasta que un suelo no está extraordinariamente consolidado, no se empiezan a desarrollar nuevos suelos. El hecho de que te falte un documento puramente formal puede echar por tierra diez años de informes y tramitación urbanística.

"Podemos hacer todo lo que queramos para intentar solucionar el problema de vivienda, pero su principal escollo es la Ley del Suelo"

P. Entonces, ¿no habrá solución a la crisis de vivienda sin una Ley del Suelo?

R. No, porque va a seguir ralentizando todo, porque el empresario es prudente y no se mete en suelos que puedan tener un defecto formal y se lo puedan tirar por tierra. El empresario lo que quiere es dinamicidad del mercado, es poder construir de una manera fluida con seguridad jurídica, porque para solucionar el problema de la vivienda hay que construir más. No nos engañemos, el problema de la vivienda es un problema de oferta y no hay ni suelo, ni vivienda. Mientras más suelo haya, más se construirá y más se moderarán los precios. Se están creando 220.000 hogares al año, se van a superar los 400.000 hogares en los próximos años, si se incorporan los inmigrantes y solo estamos construyendo 100.000 viviendas. Ahí tenemos un problema.

P. ¿No es peligroso hacer grandes planes basados en esas estadísticas? Si echamos la vista atrás, las estadísticas que se daban hace tres años no tienen nada que ver con las que se dan ahora.

R. Por eso estamos diciendo que el nivel óptimo de construcción son 150.000 viviendas al año, aunque los cinco primeros años deberíamos construir 220.000-240.000 viviendas para solucionar el déficit que hemos tenido estos años pasados. Se han creado muchos más hogares por los inmigrantes, los jóvenes, los divorcios... Todos esos son 220.000 hogares y estamos construyendo 80.000, 90.000 o 95.000 viviendas.

placeholder Pedro Fernández Alén en un momento de la entrevista. (G. G. C.)
Pedro Fernández Alén en un momento de la entrevista. (G. G. C.)

P. ¿No corremos el riesgo de pasarnos de frenada?

R. En ningún momento hemos dicho que tengamos que volver a los niveles de 700.000 viviendas al año. Eso es una locura, es un tiro en el pie. Hay que hacerlo sostenible. Tenemos que solucionar ese gap con 220.000-240.000 viviendas en el corto y medio plazo, pero después bajar a un nivel de 150.000 viviendas al año, que es lo que se requerirá por emancipaciones, incorporación de extranjeros. En ningún caso tenemos que volver a las cifras del año 2007. No es necesario, pero sí que hay que empezar a construir más.

"En ningún momento hemos dicho que tengamos que volver a los niveles de 700.000 viviendas al año, sería una locura, un tiro en el pie"

P. El enfrentamiento político entre PSOE y PP ha sido el que ha bloqueado la Ley del Suelo.

R. A los empresarios no nos entra en la cabeza que se utilice de manera política la Ley del Suelo. Podemos hacer más vivienda, se puede solucionar un problema importante, sobre todo para los jóvenes, pero el problema surge con esta ley, y se podría solucionar con una modificación puramente técnica, con la que nadie se puede sentir molesto y en la que están de acuerdo todos los partidos políticos. ¿Qué sucede? Se presenta un proyecto de ley por parte del Partido Socialista y decae. Se presenta un proyecto de ley por parte del PNV con el Partido Socialista y decae. Se presenta por parte del Partido Popular en el Senado, pasa al Congreso y allí sigue. Nosotros creemos que si se quiere hacer una política de vivienda de verdad, y aunque se están haciendo cosas muy buenas, habría que empezar por el principio.

P. ¿Hacer un PERTE sin tener una Ley del Suelo es como intentar curar una hemorragia con una tirita?

R. Es empezar la casa por el tejado. El PERTE es necesario, pero, insisto, es más necesario solucionar el tema de la Ley del Suelo. Podemos tomar todas las medidas para construir de manera industrializada, para utilizar la industrialización en los centros de trabajo, pero si no tenemos suelo disponible y suelo seguro, desde el punto de vista jurídico, no hay nada que hacer. Tenemos las mejores empresas del mundo, tenemos muchos trabajadores, tenemos actividad, tenemos financiación, tenemos muchas cosas, pero lo que necesitamos es algo tan simple como seguridad jurídica en el suelo. Y eso habría que debatirlo lo antes posible.

P. Es un problema de dos, PSOE y PP, fundamentalmente.

R. Sí, principalmente sí.

P. Desde la CNC, ¿están hablando con ambos?

R. Estamos hablando con todo el mundo.

"El problema de la vivienda es un problema de oferta y no hay ni suelo, ni vivienda"

P. ¿Alguna pista por dónde van las conversaciones?

R. Es un tema de voluntad política y yo creo que si se sentasen en una mesa, llegarían a un acuerdo.

P. ¿Confía en que a corto plazo pueda estar lista?

P. Sí, porque la vivienda se ha puesto en primera línea política. Alguna solución hay que darle. No podemos intentar facilitar la construcción, hacer inversiones, hacer anuncios, decir que se van a construir no sé cuántas viviendas y seguir teniendo un problema con el suelo. Además, es un problema que se soluciona ahora y el rédito político realmente no va a ser de quien esté o no ahora en el Gobierno. Podemos hablar de temas de licencias o plazos, de que se tarda más tiempo en dar una licencia que en construir una edificación o de cómo la industrialización y la inteligencia artificial nos pueden ayudar mucho a avanzar en los plazos, pero si nuestra materia prima es el suelo, éste no puede ser el inconveniente más grande.

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Foto: G. G. C.

P. La industrialización permitirá construir muchas más viviendas, ¿podrá construir también más barato?

R. En precio, pero porque habrá muchas más viviendas, no porque se pueda construir más barato. La industrialización es una solución constructiva más, pero hay un problema importante y es que la industrialización en 2D funciona bien, mientras que en 3D, no.

P. ¿Podría explicarlo?

R. En una industria yo puedo hacer piezas 2D como muros, fachadas, suelos... que luego monto como un Lego. Eso es construcción industrializada en 2D. ¿Por qué en 2D? Por algo muy sencillo, el 3D rompe el coste y el ahorro por el transporte, por tener que pagar la Guardia Civil que te acompaña delante y detrás del camión, por el coste de tener que quitar semáforos y volverlos a poner... Esto lo hemos hablado con el Ministerio ya que tenemos que crear un grupo de trabajo de costes, ya que no tiene sentido que queramos construir vivienda de manera rápida para alquiler asequible y que se nos vaya el dinero en desmontar y montar semáforos o en cómo hay que transportar esas unidades. Seguro que algo se puede hacer, por ejemplo, con exenciones cuando se trate de viviendas de un determinado tipo. Algo se tiene que buscar y ahora estamos empezando a trabajar en eso, pero hay que solucionar primero lo del suelo.

"No tiene sentido que queramos construir vivienda de manera rápida para alquiler asequible y que se nos vaya el dinero en desmontar y montar semáforos"

P. Ahorrar en plazo también puede jugar en contra del comprador. La vivienda sigue siendo igual de cara y tiene menos tiempo para ahorrar y realizar las aportaciones antes de la entrega de llaves.

R. En venta, la ventaja de la construcción industrializada es que reduce el plazo. Si yo soy promotor y tengo apalancamiento, en vez de pagar el préstamo mientras estoy construyendo durante 36 meses, a lo mejor lo pago en 20 y mi coste se reduce. Pero la construcción industrializada, en 3D, todavía no han conseguido cuadrar el coste, mientras que en 2D, sí.

P. ¿Hace falta volumen?

R. Hace falta volumen y hace falta estabilidad y la seguridad jurídica. Si hago una inversión para crear una nave industrial enorme, pongo las máquinas para poder construir viviendas en 2D, no me gasto ese dinero para una sola promoción inmobiliaria, sino que tiene que haber continuidad. Y para eso es importante el PERTE, para que la construcción industrializada se vea como una solución constructiva más, para que se valore por parte de la administración pública y concienciemos de que la construcción industrializada es tan buena como la tradicional. Y lo mismo que hay construcción clásica buena y mala, habrá construcción industrializada buena y mala. Insisto, es una solución constructiva más.

P. ¿Corremos el riesgo de que el PERTE sea un nuevo plan E y de que se quiera atomizar tanto que no sea efectivo?

R. Con este PERTE estamos hablando 1.300 millones de euros en diez años. Puede parecer poco, sí, pero el Gobierno ha dicho que si esto funciona, se meterá el dinero que haga falta. Y puede hacer falta si funciona bien, porque el PERTE prevé, en primer lugar, toda la formación que sea necesaria para la mano de obra. Nosotros venimos reclamando desde hace años la incorporación de las mujeres, los jóvenes e inmigrantes al sector de la construcción. Y, en segundo lugar, mejorar la imagen del sector para que sea atractivo no solo para los jóvenes o inmigrantes, sino también para mujeres. Somos un sector que ha pasado de tener un 9% de mujeres hace dos años a un 11,4%, actualmente. Estamos incorporando muchísimas mujeres al sector de la construcción y hay muchas trabajadoras que superan con mucho a muchos trabajadores.

P. La escasez de mano de obra es uno de los grandes problemas del sector. A nivel formativo, ¿cómo se está abordando?

P. El Real Decreto 210/2025 recoge los esfuerzos que estamos haciendo para intentar incorporar mano de obra al sector de la construcción, los itinerarios formativos de formación profesional. La formación se divide en formación reglada y no reglada. La primera es la que se ha publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE), tiene un itinerario formativo marcado por el Ministerio de Educación y concede un título oficial. La segunda es la formación que, por ejemplo, te da una academia y te enseña a manejar programas de edición de vídeo o de lo que sea. El problema de la formación profesional es que, por ejemplo, ser carpintero son más de 600 horas y electricista, más de 900.

"Desde hace años reclamamos la incorporación de las mujeres, los jóvenes e inmigrantes al sector de la construcción"

Viene gente del fracaso escolar, inmigrantes que no saben hablar, gente que está trabajando en la economía sumergida y les dices que tienen que hacer un curso de 960 horas para ser electricista y te dicen, ¿qué me estás contando? No viene gente. Hemos sido el único sector que ha dividido la formación profesional en cursos desde 5 a 100 horas para que los jóvenes, los inmigrantes y las mujeres se acerquen a él. Alguien que quiere empezar a ser electricista se puede hacer un curso de 80 horas para poder hacer la electricidad de un piso. Es decir, en dos o tres semanas puede empezar a trabajar como electricista en baja y luego ir añadiendo cursos en alta, subestaciones, manejo de alta tensión, tomas de tierra... Todo eso lo puede ir añadiendo posteriormente como un Lego y lo va sumando a su itinerario formativo. Antes, en cambio, tenías que hacer las 960, con lo cual no atraías a jóvenes.

P. ¿Desde hace cuánto es así?

R. Desde el 15 de abril de 2025. Hemos trabajado con el Ministerio de Educación y con la Fundación Laboral de la Construcción y con un curso de 50 horas ya entras en el sector de la construcción, con el sueldo de la construcción, que es bastante más alto que el salario mínimo interprofesional, con tu plan de pensiones, con tus vacaciones, con el fin de semana libre... La gente verá mucho más atractivo el sector.

placeholder Foto: G. G. C.
Foto: G. G. C.

P. ¿Cuánta gente calcula que se puede incorporar al sector de la construcción gracias a este cambio?

R. El año pasado, la Fundación Laboral formó a 110.000 personas y podemos formar a 300.000 si hace falta, al año.

P. ¿Va a ser suficiente para atraer a los jóvenes?

R. Nosotros creemos que sí. Pero esto está pensado tanto para los jóvenes como para los inmigrantes que podrán obtener rápidamente una titulación y puede servir para solicitar el arraigo por formación. Es decir, esos inmigrantes irregulares que están aquí en España, trabajando en la economía sumergida, si reciben uno o dos cursos de este tipo podrían regularizar su situación, con lo cual se incorporarían a la Seguridad Social, serían trabajadores ya con formación reglada y lucharíamos contra la economía sumergida.

P. ¿Han hablado con Extranjería?

R. Sí, y estamos hablando con el Ministerio de Seguridad Social desde hace mucho tiempo, también. El arraigo por formación es una vía de incorporación al mercado de trabajo, pero ese arraigo por formación lo tiene que acreditar una formación determinada y reglada. Si la formación es excesivamente larga, no será atractiva para la gente. Además, el inmigrante irregular está en la irregularidad para poder comer y no le puedes decir que le vas a dar un curso de ocho horas al día durante tres meses. En cambio, como ya tenemos itinerarios de formación más cortos, le puedes pedir que venga dos horas al día durante tres semanas.

"En la Fundación Laboral de la Construcción podemos formar a 300.000 personas al año"

P. ¿En cuanto acaben la formación pueden empezar a trabajar?

R. Claro.

P. ¿Es necesario tener los papeles en regla para poder recibir estos cursos?

R. No. Los papeles legales, normalmente, son o para conseguir la residencia o para trabajar, pero no para recibir formación. Tú puedes recibir formación en cualquiera de los 60 centros que la Fundación Laboral tiene en toda España. Cuando pongamos en marcha todos estos itinerarios formativos se generará una extraordinaria flexibilidad en el sistema de formación profesional. La formación profesional o FP se va a hacer mucho más atractiva.

P. Además del Gobierno, ¿han hablado con la oposición?

R. Si, hemos hablado con la oposición con quien también tenemos un diálogo fluido y muy bueno. Está preocupada por la ocupación, los alquileres, la Ley de Vivienda y por el suelo. Su Ley del Suelo está ya en el Congreso, aprobado por el Senado, para su debate.

P. Desde hace casi dos años y no se tramita.

R. Nosotros estamos pidiendo que se ponga ya en el orden del día y que se abra el debate en la Ley del Suelo y que, vía enmiendas o como sea, se llegue a un acuerdo. El proyecto del Partido Popular quiere tocar la Ley de Vivienda y a lo mejor hay que debatirlo en el Congreso y si sale que no, que vía enmienda se quite esa parte del proyecto, pero nosotros nos estamos peleando por el proyecto vivo, el único que hay vivo hoy. Se podía haber hecho solo una modificación de un artículo de la Ley del Suelo, sí, pero el que tenemos ahora toca también la ocupación, los lanzamientos y la Ley de Vivienda, entre otros. Nosotros lo que queremos es que esto se debata lo antes posible y PP y PSOE tendrán que llegar a un acuerdo, porque éste es el principal escollo ahora mismo para que la máquina empiece a andar.

placeholder Foto: G. G. C.
Foto: G. G. C.

P. ¿En qué punto, a nivel de empleo, está actualmente el sector de la construcción?

R. En el año 2007, se construían 700.000 viviendas al año y teníamos 2,7 millones de trabajadores. Ahora, estamos en escasamente 100.000 viviendas al año, y 1,4 millones de trabajadores.

P. Con menos del doble de trabajadores, se construía siete veces más que ahora.

R. Depende de lo que se construya. La vivienda no es solo la construcción. Hay muchísimas infraestructuras. En Madrid, por ejemplo, Madrid Norte es una obra civil y ahí llevas todo el personal que quieras o el soterramiento de la A-5 u Operación Campamento. La construcción de viviendas absorbe muchísima intensidad en mano de obra, mientras que en las infraestructuras o en la obra pública, la mano de obra de obra se optimiza con maquinaria, que permite optimizar costes y agilizar. Pero cuando empiezas a construir vivienda, se dispara.

P. Apostar fuerte por la industrialización, ¿significará también pasar a una economía más industrial que no dependa tanto del ladrillo?

R. Como comentaba antes, esto no es la panacea, sino una forma nueva de construir.

P. Nueva en el caso de España, porque otros países llevan años industrializando.

R. Llevamos utilizando muchísima construcción industrializada desde hace mucho tiempo, el problema es que la pyme no lo sabe y no se ha utilizado tanto en vivienda. En infraestructuras se utiliza y se ha utilizado mucho, mientras que en viviendas se ha utilizado menos. Es una solución constructiva más, no se va a producir un giro brutal hacia la industrialización.

P. ¿Cuándo se espera que el PERTE esté listo?

R. Para mí, el PERTE ya ha empezado. Su dimensión dependerá de la ambición política que haya. Hay que formar y hay que mejorar la imagen del sector, con lo cual ahí se pueden invertir 1.300 o 13.000 millones de euros, en ambas cosas se pueden gastar lo que quieran. Hemos empezado con las reuniones y hemos puesto sobre la mesa varios puntos claves a tratar.

"La dimensión del PERTE dependerá de la ambición política que haya"

P. ¿Por ejemplo?

A nivel normativo, hay cosas que se pueden hacer como, por ejemplo, habría que mejorar la Ley de Contratos del Sector Público para que se pueda hacer proyecto y obra de una manera más ágil. A ti te pueden dar un proyecto que, a lo mejor no es industrializable o lo quieres industrializar pero el proyecto ya te ha venido dado. Problemas como los que he comentado antes como que se te rompa la viabilidad de una promoción industrializada porque no entre en una ciudad, en un pueblo o porque tengo que desmontar no sé cuántos semáforos para que pasen los camiones... eso habría que solucionarlo de alguna forma. El tema de las licencias o el de la financiación son importantes. Además, hay que fomentar que la pequeña y mediana empresa se lance a hacer industrialización, no solo el que construye, sino también el que monta la empresa, porque montar una empresa, cuesta. Tienes que buscar la nave industrial, la maquinaria, empezar a formar a los trabajadores y empezar a hacerlo.

"La dimensión del PERTE de edificación dependerá de la ambición política que haya"

Y, por último, hay que digitalizar toda la cadena. La industrialización requiere que yo haga las piezas, las envíe a la obra y que en la obra sepan cómo tienen que montarlas. Eso se tiene que hacer con digitalización y que en el mismo proyecto estén trabajando todas las empresas que van a llevar esa promoción. Y una norma técnica. Es necesario hacer una norma para que tu marca no valga solo tu casa, que normalice cómo son las conexiones, cómo van las instalaciones, cómo salen los enchufes... Si ahora una marca hace los machihembrados de una manera y otro los hace de otra, tienes que comprar todas las piezas al mismo proveedor. Lo lógico sería buscar una normalización para que las piezas de Lego encajen con las del Tente.

P. ¿Cuándo empezarán a moverse tierras en la Zona de Actividades Logísticas (ZAL) del Puerto de Valencia para construir la Ciudad de la Industrialización de la Construcción?

R. El problema es que el PERTE, por así decirlo, es un proyecto estratégico y hay que verlo así. ¿Hay que hacer una obra en el puerto de Valencia que es dónde quieren que resida el PERTE?. Sí. Pero es mucho más complejo. Es un plan estratégico para concienciar a la gente, formar a los trabajadores, mejorar la imagen del sector y para empezar a utilizar la industrialización en vivienda pública asequible. Y eso es más estratégico que temas concretos. Por eso decía antes que la dimensión del PERTE dependerá de la ambición política, porque tú puedes destinar todo el dinero que quieras. Al final, la construcción de la vivienda va a depender del promotor público o del promotor privado. En Valencia se va a construir y a poner el foco, pero es anecdótico.

P. Pero, ¿habrá más plantas si se quiere impulsar la construcción industrializada por toda España?

R. Las fábricas tendrán que hacerlas las empresas privadas. ¿Qué es lo que han puesto en marcha ya? Quieren poner préstamos y avales del ICO para que las empresas se lancen a crear industrias de este tipo. Pero para que se pongan en marcha fábricas dedicadas a industrialización tienes que tener una estabilidad en el suministro, una previsión de que se va a utilizar la industrialización, de que va a haber mucha obra pública, mucha vivienda pública en alquiler y una demanda progresiva. Y todo eso depende de que la Ley del Suelo se solucione, porque en cuanto esté lista va a haber mucha más materia prima para construir. Por eso estoy tan insistente con el tema de la Ley del Suelo, que es algo en lo que está todo el mundo de acuerdo, pero que por una discusión política no lo sacan adelante.

"La industrialización necesita una normativa para que las piezas Lego encajen con las del Tente"

P. De las tres normas al respecto que se han llevado al Congreso, ¿cuál gusta más al sector empresarial?

R. A nosotros nos gustan las tres. Dos de ellas solucionan, principalmente, el tema del suelo, y la otra retoca la Ley de Vivienda, que también me gusta porque hay cosas de la Ley que son retocables como el tema de la ocupación, los lanzamientos o la agilidad de los procedimientos administrativos. Las dos primeras, la del PSOE y la del PNV son buenas y la del Partido Popular contiene otras cosas que la hacen mejor, pero, insisto, lo importante es solucionar la Ley del Suelo. ¿La Carta a los Reyes Magos? Con que me traigan el principal, me vale, después, si vienen los accesorios, mejor que mejor.

P. ¿Se puede convertir la vivienda en alquiler en una infraestructura?, ¿se puede, realmente, crear un parque público de vivienda alquiler?

R. Sí, claro que es posible. A través de la colaboración público privada se puede crear un parque de vivienda pública que será la infraestructura de la administración pública, pero tienen que convivir la vivienda pública con la vivienda de la clase media, con la vivienda de alto standing o la vivienda de aquellos que están comprando al contado. Es decir, tenemos en la parte de arriba vivienda que sigue vendiéndose rápidamente en grandes ciudades o en costa, incluso sin financiación; una parte de abajo, que es vivienda pública que la gente necesita; y también hay una clase media que hay que satisfacer, gente que supera los límites de una vivienda pública, pero que también quiere comprarse una casa y no llega en muchas ciudades. Eso hay que solucionarlo.

P. ¿Cómo puede afectar la guerra arancelaria de Donald Trump a los costes de construcción?

R. Las exportaciones a Estados Unidos del sector de la construcción son 2.503 millones de euros. Luego, un 20% son alrededor de 500 millones lo que nos cuesta de más el tema de los aranceles. Estados Unidos es el segundo país en nuestras exportaciones de productos de construcción después de Francia, y algo por encima de Alemania, Portugal e Italia. Según las cifras cerradas del año 2023, productos químicos para construcción como pinturas son 556 millones; azulejos, 516 millones; tuberías, griferías y válvulas, 369 millones; yeso, 349 millones; estructuras metálicas, 295 millones; materiales eléctricos, 93 millones y piedra natural, 51 millones. Estas son nuestras principales exportaciones.

Fue reelegido, el pasado mes de marzo, presidente de la patronal del sector de la construcción, la Confederación Nacional de la Construcción (CNC), apenas dos meses antes de que el Gobierno aprobara la puesta en marcha del nuevo proyecto estratégico para la recuperación y transformación económica (PERTE) centrado en la construcción industrializada de viviendas asequibles, que contará con una inversión pública de 1.300 millones de euros en 10 años. Un proyecto en el que el sector de la construcción, en su conjunto, tanto grandes, como medianas o pequeñas empresas, están llamadas a jugar un papel clave.

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