Un joven empresario español se cuela entre los grandes y compra Velázquez 22, ¿hotel o branded?

Nueva operación inmobiliaria en uno de los distritos más exclusivos de Madrid. Emuna Inversiones, compañía dedicada a la inversión inmobiliaria fundada por el joven inversor Moisés Barchilón Bentolila, se ha hecho con la propiedad de Velázquez 22, un edificio de casi 5.000 metros cuadrados situado en la confluencia de las calles Velázquez y Jorge Juan, epicentro del distrito de Salamanca. Se trata de la primera gran operación inmobiliaria en una de las zonas más cotizadas de la capital, si bien, se desconoce el importe de la transacción.

Según ha podido confirmar El Confidencial, Emuna Inversiones ha comprado a Inbest GPF, la socimi dirigida por Javier Basagoiti, su parte del inmueble, adquiriendo a un segundo propietario del inmueble su porcentaje en el mismo, un inversor argentino. En concreto, a través de una SPV, Emuna, con la participación de inversores mexicanos, liderados por Ibvest, y argentinos, a través de Style Properties (liderado por Ignacio Moreno), se ha hecho con la sociedad creada por Inbest para adquirir el edificio.

Emuna se ha hecho con la sociedad creada por Inbest para adquirir el edificio

Hay que recordar que el inmueble era un proindiviso, propiedad, en un 35% de este inversor de origen judío, y en un 65% de la socimi Merlin properties, que decidió desprenderse de su porcentaje tras desistir de la idea de convertirlo en cuartel general de alguna gran compañía y ante el elevado interés de proyectos residenciales de lujo en esa zona del barrio de Salamanca. Fue entonces, como adelantó este diario, cuando a principios de octubre del año pasado, Inbest GPF compró el porcentaje de Merlin por unos 30 millones de euros, quedando en sus manos negociar la compra del otro proindiviso.

Sin éxito, ya que, en la recta final de 2024, ha sido Emuna Inversiones quien no solo se ha hecho con el 35% en manos de ese inversor minoritario, sino que ha llegado a un acuerdo con Inbest GPF para comprarle el porcentaje que adquirió a Merlin Properties. En concreto, Emuna Inversiones ha adquirido la sociedad con la que Basagoiti compró su porcentaje a Ismael Clemente. La venta se cerró en plena cuenta atrás de 2024, el pasado 30 de diciembre, tal y como ha podido confirmar El Confidencial con la propia compañía.

Un activo trofeo

Merlin Properties compró en plena crisis de la pandemia una parte mayoritaria de un proindiviso del inmueble. Una auténtica joya inmobiliaria que había tenido uso mixto (de oficinas y viviendas) y que actualmente permanece vacío, a excepción del bajo comercial, ocupado por una oficina de banca privada del Banco Santander.

Junto con la calle Serrano, Velázquez es una de las zonas más cotizadas a nivel residencial, con proyectos relevantes en los números 21, 23 y 53, con precios de repercusión de las viviendas, con precios de salida de más de 12.000 euros el metro cuadrado. No obstante, desde Emuna Inversiones aseguran que tienen varias opciones sobre la mesa, un hotel o un proyecto de branded residences.

TE PUEDE INTERESAR

Velázquez, una de las calles más exclusivas de Madrid, arde a nivel inmobiliario

E. Sanz Infografía: Rocío Márquez

Pero, ¿quién este nuevo player inmobiliario que se ha hecho con esta codiciada pieza? Emuna Inversiones fue fundada en 2016 por Moisés Barchilón Bentolila, quien lleva a sus espaldas la compra, reforma y posterior venta de más de un centenar de viviendas en las zonas más prime de Madrid.

En 2022 uso en marcha Emurna Inversiones, el holding empresarial bajo cuyo paraguas se encuentran Domerties, dedicada a la compra de pisos de lujo para su reforma y venta, así como a la adquisición de edificios; Domerties Desing, encargada del diseño e interiorismo de las viviendas y Luxa Home, encargada de la gestión de alquileres, así como del property managment, es decir, el cuidado de las viviendas vendidas. En el pasado, el fundador de la compañía fue socio de Logika European Partners, un fondo detrás del que se encuentra el hijo de Ernesto de Hannover, en la adquisición de Nicasio Gallego 20 y Monte Esquinza 5, vendidos a un family office y a los mexicanos Terralpa, respectivamente.