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El club de ‘fitboxing’ madrileño que consiguió ser rentable en un año (y hoy tiene 190 franquiciados)

Hacia un futuro mejor por EC BRANDS

Juan Pablo Nebrera fundó Brooklyn Fitboxing en 2014 con un fuerte plan de marketing detrás. Hoy, esta cadena está presente en ocho países, con 230 clubs abiertos o en proceso y una facturación de 40 millones de euros

Cuando piensas en practicar boxeo, quizás para muchos es difícil imaginarlo sin un contrincante delante; un tipo de boxeo sin golpes (al menos, sin recibirlos) y sin riesgo de sufrir un traumatismo craneoencefálico. Este escenario fue, precisamente, el que imaginó Juan Pablo Nebrera allá por el año 2014 mientras ejecutaba su primera clase de este deporte. “Lo que menos me gustó fue recibir puñetazos”, bromea. Sin embargo, “me encantó el entrenamiento y la parte técnica, aprender movimientos distintos y tener que estar toda la clase concentrado para disfrutarla”.

Lo cierto es que esta idea no había surgido en su imaginación. Era un concepto llamado fitboxing que ya se estaba empezando a ver en Estados Unidos, aunque todavía no había llegado a España. En ese momento, Nebrera llevaba 10 años gestionando una cadena de centros de fitness para mujeres, llamada 30 minutos Centros Femeninos, así que decidió dar un giro al modelo de negocio.

“Los centros femeninos no estaban funcionando del todo bien porque no era un concepto revolucionario. Queríamos hacer algo más disruptivo, y nos dimos cuenta de que el boxeo sin contacto tenía mucho potencial si se convertía en algo más comercial y atractivo para el gran público. Así que decidí salir de la zona de confort y aventurarme de la mano de mi socio Eduardo”.

Así nació Brooklyn Fitboxing, una cadena de centros deportivos que combina movimientos de boxeo y kickboxing sobre sacos profesionales. Los entrenamientos alternan rounds de golpeo al saco al ritmo de la música con ejercicios funcionales, trabajando cardio y fuerza al mismo tiempo. Las sesiones duran 47 minutos, y los sensores del saco miden la energía, la fuerza y la sincronización

Con el Fondo Smart de Banco Santander estamos creciendo en España y en el exterior, recomprando franquiciados a los que se les acaba el contrato para operar nosotros el negocio

“Empezamos convirtiendo uno de los centros de 30 minutos en el primer Brooklyn. Lo hicimos en 10 días, y a partir de ahí, comenzamos a desarrollar todo el producto durante el año siguiente hasta que abrimos la primera franquicia en 2015”. Nueve años después, la empresa está presente en ocho países, Italia, Argentina, Alemania, Portugal, Francia, Rusia, México y España (Brasil, además, está en proceso de apertura), con 230 clubs abiertos o en apertura, “unos 190 de ellos franquiciados”.

¿Cómo se disparó el negocio en un año?

Cuando decides franquiciar un negocio, es importante ganarse la confianza de los potenciales franquiciados. Nebrera lo consiguió en un año. “Ellos acababan siendo los propios clientes. En todo caso, jugábamos con ventaja porque, al final, ya llevábamos diez años en el mundo del fitness y porque en poco tiempo habíamos conseguido que el modelo fuera rentable”. ¿La fórmula? Poner el foco en el marketing. “Fue una de las cosas que hicimos muy bien. Lanzamos la oferta web, con una clase de prueba por 9,95 euros con guantes y vendas de regalo, que fueron las barreras de entrada que encontré cuando me apunté por primera vez a boxeo. La primera sesión gustó mucho y la gente quería quedarse”, relata.

El fundador tenía claro que iba a recurrir al modelo de franquicia porque “para montar el primer club apenas teníamos 30.000 euros”. A los cuatro meses, entró como socio el boxeador argentino Sergio Maravilla Martínez para ayudarles a montar todo el producto. Después, en 2022, un fondo de inversión aportó 10 millones de euros para montar sus propios centros en el exterior. Ahora, se están apoyando en financiación bancaria de Banco Santander.

“En estos momentos es nuestro principal banco. Nos ha apoyado tanto con financiación tradicional como a través de su Fondo Smart. Con este fondo estamos creciendo en España y en el exterior, recomprando franquiciados a los que se les acaba el contrato para operar nosotros el negocio”. Esta iniciativa de financiación acompaña a empresas y pymes en el desarrollo y ejecución de sus iniciativas de crecimiento, sostenibles, innovadoras, digitales y que promuevan la generación de empleo. Hoy, gracias a todos estos apoyos en el crecimiento, Brooklyn factura 40 millones de euros y cuenta con mil empleados.

Más allá de la expansión internacional, también están invirtiendo esta financiación en I+D. “La tecnología y la innovación es uno de nuestros procesos clave porque en este sector no puedes quedarte obsoleto. El cliente está permanentemente mutando, buscando cosas nuevas”. De esta manera, según el fundador, la compañía cuenta con tres patas de desarrollo: la gamificación, relacionada con los sensores en los sacos para captar los progresos durante la sesión; la comunicación con el franquiciado para que pueda gestionar su club con información actualizada; y la aplicación móvil, que es lo que el cliente ve, para que pueda realizar su seguimiento, realizar sus reservas, etc.

Su objetivo ahora es seguir fortaleciendo el mercado español. “Nos quedan unos 50 clubes por abrir hasta llegar a los 230 aproximadamente”. Por otro lado, “queremos continuar la explosión en Italia, que está siendo muy fuerte. Estamos abriendo nuestro club número 15 en Milán”. Por último, reforzar Alemania y Francia: “Tenemos centros propios pero todavía no franquiciados. Es nuestro siguiente reto, demostrarles que es un modelo rentable”.

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