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Este bombero abandonó su plaza para fabricar tecnología contra incendios en 80 países

Hacia un futuro mejor por Ec Brands

Javier Baena tenía 24 años cuando comenzó a elaborar sus propios productos en el garaje de su casa. Poco tiempo después montó Vallfirest, una empresa que produce equipos de protección y maquinaria para incendios forestales

"¿Por qué tenemos que cargar con tres herramientas si podemos llevar una sola?”. Corría el año 2007 cuando Javier Baena, con tan solo 24 años, comenzó a dar vueltas a este asunto. Trabajaba como bombero de la Generalitat de Cataluña en la unidad técnica GRAF (Grupo de Actuaciones Forestales). Había estudiado ingeniería forestal, y no tardó en percatarse de que tanto los equipos de protección como las herramientas “estaban desfasados”. Algunos, según relata, tenían más de 100 años de antigüedad, así que decidió buscar una solución.

“Comencé a fabricar productos para mí y para mis compañeros en el garaje de mi casa”, recuerda. El primero fue la antorcha de goteo, un depósito de un litro destinado a realizar maniobras con fuego técnico en los incendios forestales. El segundo, que acabó patentando poco tiempo después, fue el gorgui, una herramienta multifuncional para crear líneas de defensa que aunaba tres herramientas en una sola. Tras estos, llegaron muchos más. “Era algo relativamente sencillo a nivel conceptual”, añade, “pero por aquel entonces no había nada de innovación en el sector”.

A Javier Baena le apasionaba lo que estaba haciendo. “Me motivaba mucho más resolver problemas desarrollando productos, que llegar a un incendio y decidir qué hacer”. En aquel momento trabajaba en un proyecto europeo llamado Fire Paradox, y ahí comenzaron los primeros lazos con el exterior. “Me di cuenta de que las cosas que estaba haciendo interesaban mucho”, recuerda, “por eso decidí dejarlo todo para montar Vallfirest”.

Vallfirest es una empresa que fabrica equipos de protección, herramientas y maquinaria industrial para la extinción y prevención de incendios forestales en más de 80 países. Hoy en día cuenta con una plantilla de 62 trabajadores. Nació hace 18 años, y sus productos ya han estado presentes en incendios forestales de medio mundo, desde Reino Unido hasta Argentina o Canadá. La extinción de estos incendios depende de los Gobiernos, así que sus clientes suelen ser Administraciones públicas. No obstante, “tenemos un pequeño porcentaje de empresa privada en países como Chile e Indonesia, donde su economía depende mucho del cuidado de determinadas plantaciones y tienen que protegerlas”.

El Fondo Smart de Banco Santander nos ha dado un pulmón para seguir sustentando el crecimiento orgánico y plantear operaciones de crecimiento inorgánico para llevar la empresa a diferentes niveles

Pero, ¿cómo llegó un joven de 24 años a posicionar su compañía en 80 países? “No fue desde el primer momento”, matiza. Los primeros diez años se dedicó exclusivamente a desarrollar productos, “lo reinvertía todo”. Mientras tanto, sin prisa pero sin pausa, iba acudiendo a ferias internacionales para exponer sus avances. A partir de ahí, “cuando tuve un catálogo interesante, creé un departamento comercial y empecé a poner el foco en los distribuidores. El crecimiento fue exponencial”.

A nivel económico, los comienzos tampoco fueron fáciles. “Al principio recurrí a la familia, a los amigos y a la financiación bancaria. Hemos trabajado siempre con bancos, pero el último año y medio nos hemos apoyado en el Fondo Smart de Banco Santander. Nos han dado un pulmón para seguir sustentando el crecimiento orgánico y plantear operaciones de crecimiento inorgánico con el objetivo de llevar la empresa a diferentes niveles”.

Hace un par de años decidió abrir filiales en Estados Unidos y en Uruguay con este apoyo. En 2023 su facturación creció un 30% hasta los 16 millones de euros; este año, su previsión es alcanzar los 19 millones. “Hemos tenido un arranque muy potente en 2024. Hay productos que fueron muy innovadores hace 10 años y hoy se han aceptado definitivamente como buenos en el mercado. Ahora, hemos dado un paso más poniendo el foco en el desarrollo de maquinaria industrial. Es imprescindible en un momento donde los incendios son más intensos, más rápidos y logísticamente más complejos de extinguir”.

La empresa comenzó a fabricar robots para la extinción de incendios hace cinco años. Precisamente, el pasado mes presentó la última versión de su última máquina forestal, un dispositivo a control remoto que trabaja a una velocidad constante y con un desempeño homogéneo, que ayuda a multiplicar por tres el rendimiento de las cuadrillas, según la información de la propia compañía.

“Creemos firmemente que el futuro está en introducir esta tecnología para evitar exponer a los bomberos a situaciones más peligrosas. Viajamos por todo el mundo constantemente, recogiendo nuevas ideas para dar forma a nuevos productos que aporten seguridad”, afirma Baena. Su objetivo ahora, según relata, es seguir creciendo en Estados Unidos y abrir nuevas líneas estratégicas de productos, porque “dentro del sector todavía hay mucho margen para seguir innovando. Tal vez hagamos nuevas adquisiciones de forma inorgánica e incorporemos más talento aprovechando la ayuda de Banco Santander. Sabemos que tenemos mucho recorrido, y no pararemos de dar pasos”.

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