Ofrecido por

El Netflix de las placas solares que quiere instalar estaciones meteorológicas en los hogares españoles

Hacia un futuro mejor

EC Brands

Eave realiza la instalación de las placas solares por una cuota mensual. En estos momentos está desarrollando una tecnología para predecir el tiempo en cada vivienda y así derivar ese excedente de energía de forma automática a otras funciones

Luis Enrique Linares trabajaba en una fábrica del sector de la automoción en Canarias cuando se percató de que el coche eléctrico era una tendencia imparable. Pero había un problema: el 90% del combustible utilizado en la isla era fósil. “El petróleo llega en barco, no tenemos gas natural. ¿Qué sentido tenía adoptar este medio de transporte si para utilizarlo necesitábamos seguir quemando combustibles fósiles?”, se preguntó.

Corría el año 2018 cuando, de la mano de un amigo suyo, Josué García (también dedicado al sector de la automoción), decidió buscar una solución para facilitar el despliegue del coche eléctrico de forma sostenible. “Teníamos que conseguir que el cliente doméstico pasara de ser consumidor a productor de energía, así que lo primero que hicimos fue realizar una encuesta a 500 personas para conocer por qué no daban el paso”. Los resultados fueron claros: el 100% quería energía verde, pero les frenaba el precio (40%), la complejidad (30%), la supuesta falta de adaptación de su casa (20%) e, incluso, una falsa percepción de ilegalidad (10%).

“No tardamos en tener la idea. Queríamos crear el Netflix de la fotovoltaica encargándonos de todo el proceso de principio a fin por una cuota mensual”, incluyendo desde la fabricación de cargadores eléctricos e instalación de puntos de recarga, hasta la instalación de las propias placas solares y el almacenaje. Así nació Eave. Cinco años después, trabaja tanto en viviendas particulares como en comunidades de vecinos, compañías y espacios públicos. La cantidad mensual es de 50 euros al mes durante un determinado periodo de tiempo. Una inversión que, según el CEO, el cliente acaba recuperando.

“Siempre nos aseguramos de que a largo plazo sea rentable y que el cliente acabe pagando una factura de luz inferior a la que paga en la actualidad. Para ello realizamos un estudio previo, y si por las condiciones de su vivienda no puede llegar a producir la cantidad de energía óptima para que esto ocurra, se lo comunicamos para que decida si instalarlo o no”. Y es que el coste de la instalación de placas en una vivienda unifamiliar puede variar mucho dependiendo de la ubicación, el tamaño de la instalación, la calidad de los paneles y otros componentes.

En cuanto a las empresas, el objetivo de Eave es que recuperen la inversión de la instalación de las placas en un plazo de cinco años. “Las que más beneficio obtienen del uso de la energía solar son aquellas que utilizan maquinaria y sus procesos productivos se concentran durante el día, cuya actividad está situada en naves industriales con un tejado o techo de grandes dimensiones disponible para realizar la instalación y compañías con una factura energética elevada. Esto puede reducir considerablemente la factura frente al uso de fuentes tradicionales”.

No obstante, más allá del autoconsumo, uno de los problemas más comunes es la falta de espacio para instalar los puntos de carga de los coches eléctricos, según Luis Enrique. En estos casos, “instalamos los cargadores en las viviendas de los empleados y luego, cada kilovatio que consume, se le ingresa en la nómina”.

El negocio comenzó a funcionar en la isla y no tardaron en dar el salto a la península con ayuda del Fondo Smart de Banco Santander. Gracias al trabajo del equipo, y al apoyo de la entidad, hoy, facturan más de 10 millones de euros y cuentan con más de 3.000 clientes. Para llegar al consumidor final, trabajan de la mano de concesionarios de coches con marcas como Volkswagen, Hyundai, Audi o Mercedes, entre otras muchas. “Si vas a comprarte un eléctrico en Madrid, por ejemplo, te informarán de este servicio”.

Cuenta, además, con tiendas físicas de cargadores eléctricos en Madrid, Barcelona, Palma de Mallorca, Bilbao, Tenerife, Alicante y Sevilla. “Fuimos los primeros y somos los únicos que tenemos una en la capital. En ella ofrecemos asesoramiento sobre la forma de carga o sobre las ayudas Moove, por ejemplo”.

Una estación meteorológica en casa

El problema de las renovables, según explica Luis Enrique, es que no producen energía cuando nosotros decidimos, a diferencia de los combustibles fósiles. “Nos dimos cuenta de que no íbamos a solventar nada. O, al menos, no con la implicación que deseábamos”. Por eso dieron el siguiente paso: desarrollar una tecnología capaz de realizar predicciones meteorológicas en los hogares (actualmente en fase piloto): “Este aparato es capaz de medir parámetros como la radiación, el viento o la humedad para saber cuál será la capacidad de producción en las siguientes horas”.

Pero, ¿qué implica exactamente esto? “Que la inteligencia artificial tome decisiones por ti y, en base a cada cliente, "derive ese excedente de energía de forma automática a las funciones que se elijan. Por ejemplo, a calentar el agua de la piscina, a cargar el coche eléctrico si se está quedando sin batería o, incluso, regalar este excedente a un vecino si el aparato predice que las condiciones meteorológicas seguirán siendo óptimas para producir la energía suficiente en los siguientes días”.

A corto plazo, la idea de Luis Enrique es seguir creciendo en la península para llegar a ser una empresa completamente tecnológica en 2027. De hecho, en este preciso momento se encuentran inmersos en una ampliación de capital para seguir desarrollando el I+D de la compañía: “Sabemos que este sistema de predicción meteorológica, al que actualmente destinamos el 20% de nuestros recursos, llegará a ser el 90% de nuestra facturación. Las placas solares son la fuerza bruta pero lo que las hace escalables es la inteligencia artificial y el resto de tecnologías. Queremos seguir caminando en esta senda, sabemos que es el futuro”.

Artículos relacionados

Banner hacia un futuro mejor