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Juan Alcántara Morales

Los hospitales americanos utilizarán esta tecnología española para detectar arritmias

Hacia un futuro mejor

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Nuubo es un electrodo textil que registra el electrocardiograma del paciente por períodos más prolongados que las pruebas tradicionales. Ya se utiliza en más de 200 hospitales europeos y acaba de entrar en Estados Unidos

El corazón nos habla. Palpitaciones, síncope, dolor torácico... Son algunos de los síntomas que, por ejemplo, podemos presentar ante una arritmia. Esta alteración del ritmo cardiaco no representa, ni mucho menos, casos aislados: según datos de la Sociedad Española de Cardiología, más del 5% de la población las sufre y constituyen el 16% de los ingresos cardiológicos en los hospitales españoles.

Lucía (nombre ficticio) podría ser uno de ellos. Tiene 14 años y lleva varios días con desmayos. No hay casos similares en la familia que hagan saltar las alarmas. Tampoco tiene patologías previas. Tras acudir al hospital, su cardiólogo no tarda en actuar: holter 48 horas, prueba de esfuerzo y mesa basculante. Pero los resultados son negativos y no se detecta ningún episodio de síncope ni alteración cardiaca.

La prueba diagnóstica de referencia para detectar arritmias, el electrocardiograma, tiene la desventaja de que solo registra la actividad eléctrica cardiaca en el momento que se realiza. La alternativa más habitual es el holter, un pequeño dispositivo electrónico que actúa al menos 24 horas de forma continua. Aunque en este caso, tampoco fue suficiente. Finalmente, Lucía fue monitoreada durante 60 días con Nuubo, un electrodo textil que registra el electrocardiograma por períodos más prolongados. Experimentó un síncope en el día 45 y el doctor descartó un origen cardiaco. Tras realizarle pruebas adicionales, comprobó que sufría epilepsia.

“Hay casos en los que se necesita un tiempo de monitorización más prolongado para establecer un diagnóstico y es conveniente que el sistema sea cómodo para que el paciente pueda llevarlo mientras hace vida normal”, relata el doctor Juan Alcántara Morales, CEO de Nuubo. Para ello, “imprimimos en un textil tanto los electrodos como las pistas conductivas evitando cables incómodos. Este sistema además no requiere adhesivos para fijar el electrodo a la piel”.

La fibrilación auricular es una de las mayores amenazas de la cardiología, y una de las causas importantes del ictus cerebral

Este dispositivo ya se utiliza en las unidades de Cardiología y Neurología de hospitales de toda España como, por ejemplo, los madrileños La Paz, el Ramón y Cajal o el Doce de Octubre. Aunque no son los únicos. El CEO afirma que actualmente cuentan con más de 200 clientes en Europa y más de 150.000 pacientes monitorizados. Ahora, están a punto de dar el salto a Estados Unidos: “Hemos conseguido dos aprobaciones de la agencia del Gobierno de Estados Unidos responsable de la regulación de medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés). Nos ha costado un millón de euros y un año y medio de trabajo. Aunque no ha sido nada fácil, es todo un logro para nosotros. De hecho, no conozco ninguna otra empresa española que lo haya conseguido”.

Juan lleva más de 25 años en el sector de los dispositivos médicos y de salud. Fue director general de Dispositivos Médicos Johnson & Johnson en España hasta que, en 2013, se sumó a este proyecto que comenzó en el año 2000 de la forma más inesperada: cuando Agustín Marcial, un ingeniero de telecomunicaciones, investigaba el modo de conducir electricidad en el entorno de la ropa textil.

“Era la época de los iPod y todas las mochilas empezaban a estar conectadas con dispositivos electrónicos. Con los años, empezaron a darse cuenta de que esta tecnología podría aplicarse en el campo médico y, en concreto, en el de las arritmias, donde aún queda mucho por hacer. La fibrilación auricular es una de las mayores amenazas de la cardiología, y aunque en muchos casos es benigna, también es una de las causas importantes del ictus cerebral”, cuenta el doctor.

Aunque el proyecto arrancó en 2013 con la incorporación de Alcántara, no fue hasta 2018 cuando empezó a comercializarse. “Hemos invertido 20 millones de euros para el desarrollo de la empresa, contando con un grupo de inversores que han confiado en nosotros. Ahora, nuestro principal reto es la expansión en Estados Unidos. Para ello contamos con el impulso del Fondo Smart de Banco Santander, además de encontrarnos en una última ronda de financiación. A medio plazo, nos gustaría asociarnos con una compañía más grande que nos permita seguir creciendo”.

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