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Una tecnología española evita que tus camisas se arruguen y se manchen de café

Hacia un futuro mejor

Rocío Romero

Sepiia desarrolla todos sus tejidos desde la raíz con materiales reciclados. Su departamento técnico y de I+D crea las materias primas recurriendo a tecnologías concretas que evitan las arrugas y las manchas de sudor

Son las 11 de la mañana y apenas queda una hora para tu reunión, así que, te pones la camisa blanca que planchaste cuidadosamente la noche anterior y te diriges a la oficina. De camino, como todas las mañanas, te detienes en la cafetería de la esquina para comprar un croissant y un café, pero nada más salir por la puerta del local, con las prisas, tropiezas, derramando parte del vaso sobre tu ropa. ¿La sorpresa? A pesar de que el líquido cae sobre ti, la prenda permanece impoluta, sin mancha, sin arrugas y, además, sin ninguna señal de sudor tras el sofoco.

La marca se llama Sepiia y desarrolla todos sus tejidos desde la raíz con materiales reciclados. Su departamento técnico y de I+D crea las materias primas recurriendo a tecnologías concretas para cada funcionalidad. Utilizan hilos elaborados con una fibra técnica antibacteriana con nanopartículas de plata que neutralizan las bacterias causantes del mal olor cuando sudamos. Además, las prendas no se arrugan y aplican un tratamiento antimanchas que hace que los líquidos resbalen.

“Nuestra tecnología repele los líquidos de base acuosa como el café, los zumos o los refrescos; y oleosa como las salsas o el ketchup. No repele manchas como las de roce o polvo, aunque ya lo estamos investigando. Por otro lado, por ejemplo, también tenemos prendas, como los polos o las camisetas de colores lisos, que minimizan las arrugas; y otras como las camisas y camisetas estampadas en las cuales se eliminan por completo”, revela Federico Sainz, su fundador.

A día de hoy, la empresa, que produce en España y Portugal, cuenta con prendas de todo tipo, desde polos y camisetas hasta pantalones cortos y largos. Este año, de hecho, lanzará al mercado su primer abrigo. Vende de forma directa a través de su página web y de marketplace como El Corte Inglés o Amazon. El pasado año abrió su primera tienda física en Madrid y está a punto de inaugurar la segunda en Barcelona. Aunque no es su única vía de ingresos: también trabaja para colecciones de otras marcas como El Ganso.

El crecimiento ha sido exponencial desde su nacimiento: de facturar 150.000 euros cuando lanzó su primera prenda en 2018 a alcanzar los cinco millones a cierre de 2022. Pero, ¿cómo surgió esta idea y cuál ha sido el recorrido hasta hoy?

De cursar un máster a la lanzadera de Juan Roig

Federico fundó la compañía en 2016 poco después de terminar sus estudios en ingeniería industrial. Siempre le había apasionado la moda, así que decidió dar un vuelco a su vida: tras trabajar en una revista de moda estadounidense, cursó un máster de nuevas tecnologías textiles para, poco tiempo después, crear Sepiia.

“Realicé las prácticas del máster en un laboratorio de tecnología textil donde trabajábamos con materiales de todo tipo, desde las mallas para evitar desprendimientos, hasta los tejidos de los astronautas o los chalecos antibalas”, relata. Fue en ese preciso momento cuando se percató del largo camino que quedaba por recorrer en la industria de la moda: “Sabía que con los conocimientos que estaba adquiriendo podía elaborar prendas cómodas con acabado formal que demandaran menos cuidados, así que decidí hacer algo para cambiar las cosas”.

Sabía que con mis conocimientos podía elaborar prendas cómodas con acabado formal que demandaran menos cuidados

Y así lo hizo. En primer lugar, convenció al director de I+D del máster para montar un pequeño departamento de moda. “Conocía a varios diseñadores a los que podían interesarles muchas innovaciones como, por ejemplo, tejidos que cambian de color con el sol”, recuerda Federico. El primer proyecto que llevaron a cabo, precisamente, fue con Pepa Salazar, la diseñadora que ha elaborado los looks de Rosalía en su gira Motomami. “Realizamos unos trajes para un concurso de innovación de Cibeles que patrocinaba Samsung. Las chicas pasaban por debajo de unas cascadas y las prendas iban cambiando de color. A otras les caía pintura azul que resbalaba por la tela y no manchaba. Ganó el primer premio”, relata.

Tras este paso, Federico siguió contactando con más diseñadores para mostrarles todos los avances que estaban consiguiendo en el departamento. Pero la cosa no fue como esperaba: “Las marcas no llegaban a entender las ventajas de la tecnología. En esa época todas estaban centradas en la idea de usar y tirar, y cuanto más, mejor. A los más grandes no les interesaban los productos funcionales y duraderos; y los pequeños diseñadores no tenían dinero para invertir, así que decidí emprender este camino por mi cuenta”.

Las marcas no llegaban a entender las ventajas de la tecnología. En esa época todas estaban centradas en la idea de usar y tirar

De esta manera, a sus 26 años, con una idea firme en mente y con apenas unos euros en el bolsillo, se dirigió a la lanzadera de Juan Roig, en Valencia, para presentar su proyecto. “Estaban buscando gente con ideas. A nivel técnico sabía cómo hacerlo, pero me faltaba la parte empresarial y el dinero. La lanzadera me donó los 3.000 euros que necesitaba como capital inicial, y así arrancamos”. Empezaron con una camisa de caballero y, poco a poco, fueron avanzando recurriendo a otros apoyos financieros como el Fondo Smart de Banco Santander: fotos, diseños web, marketing… Aunque el verdadero boom, según relata el CEO, llegó en 2020: “Publicamos una foto de un chico tirándose un café encima sin mancharse que se hizo viral. Las ventas se dispararon”, recuerda.

Sus objetivos ahora se centran en seguir investigando para aumentar la circularidad de las prendas y en abrir tiendas físicas. “Ya estamos expandiéndonos también por Europa. Queremos que este nuevo concepto llegue cada vez a más gente: prendas de calidad y sostenibles. Los productos de usar y tirar no tienen cabida en una sociedad cada vez más respetuosa con el medio ambiente. La normativa sigue avanzando en este sentido, no hay otro camino”.

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