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Qué tiene que ver el arte con una operación de muelas: la realidad virtual revoluciona la odontología

Hacia un futuro mejor

Rocío Romero

El centro universitario Adema ha desarrollado una herramienta que, mediante IA y simulación 3D, permite a los alumnos de esta especialidad practicar con un avatar del paciente mientras experimentan las sensaciones en sus propios dientes y tejidos

Puede que seas cirujano bucal y estés preparándote para realizar una extracción dental compleja. La posición de la muela es incorrecta y no cuenta con suficiente espacio para salir. Debes cortar el ligamento periodontal, es decir, la unión entre el diente y el hueso; pero el proceso no será fácil y, ante cualquier dificultad, las molestias del paciente podrían multiplicarse. ¿Imaginas poder practicar previamente esta intervención con una reproducción calcada de su boca? Y, no solo eso: ¿imaginas poder sentir su dolor cada vez que realizas un movimiento para saber si estás tocando los puntos correctos?

Esta tecnología tiene nombre y apellidos y, de hecho, ya se utiliza en las aulas de la Escuela Universitaria Adema, un centro adscrito a la Universidad de las Islas Baleares: mediante inteligencia artificial y simulación 3D háptica (se utiliza el sentido del tacto, aplicando fuerzas y movimientos con la interacción del ordenador), esta herramienta permite a los alumnos practicar con un avatar del paciente mientras experimentan las sensaciones en sus propios dientes y tejidos. “Escaneamos a la persona con radiografías 3D y así podemos practicar la operación exacta que vamos a realizar sintiendo la complejidad de cada caso. Parece ciencia ficción, pero llevamos cinco años utilizándolo”, cuenta Diego González Carrasco, fundador y CEO del centro.

Adema es el principal desarrollador de este proyecto, aunque para llevarlo a cabo ha trabajado de la mano de otras empresas francesas y británicas. A día de hoy, tiene en marcha convenios con grandes universidades internacionales de Estados Unidos y China, entre otras muchas, para asesorarlos sobre la utilización de esta herramienta. “La pandemia fue un antes y un después para que se reconociera a nivel internacional porque podíamos mandar nuestros equipos a casa de los alumnos y que siguieran practicando. Hoy día solo se utiliza en la docencia, pero nuestro objetivo es que, con el avance de nuestras investigaciones, se utilice en todo el ámbito médico para operaciones complejas de todo tipo. De hecho, ya estamos investigando para utilizarlo en la aplicación de anestesia”, aclara.

El desarrollo de las nuevas tecnologías aplicadas a la educación es una de las bases de esta institución educativa, que imparte grados universitarios y formación profesional relacionados, en su mayoría, con la Odontología, la Higiene bucodental y la Nutrición. Pero lo cierto es que esta máxima nada tiene que ver con aquel pequeño local que inauguró Diego hace 30 años: “La idea surgió a raíz de un viaje de verano que realicé cuando era un adolescente. Por aquel entonces estudiaba un ciclo formativo de Higiene bucodental en la península, pero decidí quedarme a vivir en Mallorca. El problema que encontré es que esta formación no se impartía en la isla, así que tuve que continuar a distancia”.

Una de las artistas de Adema, Amparo Sard, presentó hace dos años en Arco un NFT háptico por primera vez en la historia

Tras detectar esta necesidad, inauguró en 1993 una pequeña academia para ayudar a la gente a preparar las pruebas de acceso a ese ciclo. Tres años después consiguió la autorización como centro oficial de formación profesional; y en 2015, con ayuda financiera externa de Banco Santander, dio el salto a escuela universitaria implantando los grados de Odontología y Nutrición. Recientemente ha incorporado además el grado de Bellas Artes; y lo ha hecho, precisamente, para seguir perfeccionando su herramienta de realidad virtual.

“Nos movemos en entornos virtuales y con herramientas de diseño, por lo que necesitábamos artistas digitales y creatividad. Así decidimos que, si íbamos a incluir estos nuevos talentos en nuestras investigaciones, ¿por qué no ofrecer también la formación y diversificarnos como empresa?”, se preguntó.

El primer NFT háptico

Los artistas, según relata Diego, no tardaron en adaptarse y pronto empezaron a utilizar la ciencia como fuente de inspiración para sus creaciones. De hecho, una de ellas, Amparo Sard, presentó hace dos años en Arco, por primera vez en la historia, un NFT háptico. “Se trata de un archivo de una escultura táctil en el metaverso. El espectador puede perforar él mismo la pieza y tener la misma sensación táctil. Fue la primera vez que se presentó algo así. Desde entonces hemos recorrido ferias por todo el mundo, de Polonia a Chicago”, dice Diego.

Adema factura cuatro millones de euros anuales y cuenta con 50 empleados directos y unos 120 indirectos (contando profesores asociados y colaboradores). En el ámbito de la investigación, tiene varias patentes como, por ejemplo, el accesorio de ajuste facial personalizado para mascarillas; y ha recibido varios premios, como el del Colegio de Farmacéuticos al mejor estudio de investigación en el ámbito de las Ciencias Farmacéuticas o el de mejor estudio de investigación en salud bucodental y nutrición; ambos impartidos el pasado año por la Real Academia de Medicina de Baleares (RAMIB).

Más allá del ámbito de la educación y la investigación, tiene convenios con más de 20 ONG a través de su Fundación para prestar servicios nutricionales y odontológicos a colectivos en riesgo de exclusión social. “Llevamos a cabo acciones en España y en otras regiones. Tenemos un programa internacional en una pequeña isla de Kenia para educar a los más pequeños en salud bucodental y tratar las posibles enfermedades que tienen los adultos. Llevamos a nuestros alumnos y les enseñamos que hay otras realidades y otros colectivos que nos necesitan más que nadie. En la educación está la clave, y con ella tenemos la posibilidad de mejorar la salud de muchas personas”, concluye el CEO.

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