Ofrecido por
Carlos Cortijo

La solución a la detección precoz del cáncer llega en una gota de sangre e inteligencia artificial

Hacia un futuro mejor

Guillermo Martínez

Genetracer trabaja para detectar tumores malignos de forma preventiva incluso sin todavía presentar síntomas. Este servicio ya se encuentra activo en el entorno hospitalario bajo prescripción y seguimiento médico

Un cáncer cada dos minutos. Esa es la cantidad de este tipo de enfermedades que se diagnostican en España, lo que supone unos 260.000 casos al año. El futuro tampoco es halagüeño, pues se prevé que una de cada dos personas de nuestro país padecerá cáncer en algún momento de su vida, según los datos de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC). En concreto, el tabaquismo provoca el 90% de los tumores de pulmón, lo que se traduce en 60 muertes cada día, un quinto del total de fallecimientos por cáncer que se producen en España. Pero… ¿Y si pudiéramos adelantarnos a la detección del tumor maligno como nunca antes lo hemos hecho, incluso sin todavía presentar síntomas?

En Genetracer conocen bien esta problemática. Carlos Cortijo, el fundador de la empresa, la define como una compañía que “se dedica al diagnóstico temprano mediante el análisis genético de una muestra de sangre e inteligencia artificial”. Estos dos factores son los que les permiten “democratizar el diagnóstico precoz de enfermedades con una alta tasa de mortalidad realizando una medicina personalizada preventiva”. Es decir, que las pruebas acaben siendo algo rutinario en los chequeos médicos habituales.

De hecho, la propia AECC ha denominado al cáncer como una “epidemia” y cifra en un millón los casos en Europa de personas que no se han percatado de que lo padecen por no haberse diagnosticado a tiempo. “Ahora mismo casi todos nos hacemos chequeos anuales, de colesterol, glucosa… ¿Y el cáncer, que es una epidemia real?”, se pregunta el mismo Cortijo.

El grupo ha comenzado con un servicio clínico llamado Spiral, centrado en el cáncer de pulmón, que indica si está presente o no el tumor, aunque la persona no tenga ningún síntoma. “Ayuda a los facultativos a determinar la malignidad de un nódulo subcentimétrico detectado por imagen con el objetivo de adelantar el diagnóstico y, por tanto, mejorar las probabilidades de supervivencia y calidad de vida del paciente”, explica.

Aquí es donde entra en juego la inteligencia artificial. Mediante un algoritmo que han patentado, analizan los datos de la historia clínica, la imagen y el estudio genético del tumor. Tal y como subraya Cortijo, “desde una muestra de sangre estudiamos dos indicadores directos de la enfermedad: las células tumorales circulantes (CTCs), y variantes patogénicas en el ADN-ARN del tumor que nos indican si está presente o no en el individuo”.

En hospitales privados

Este recorrido ya ha conseguido sus frutos. Genetracer está en el mercado con licencia sanitaria de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios y su servicio se encuentra activo dentro del entorno hospitalario bajo prescripción y seguimiento médico, aunque es un servicio de medicina privada. “Hoy es una realidad para unos pocos individuos que invierten en prevención, en salud. La cuestión de democratizar este tipo de servicios en un sistema sanitario puede llevar años porque supone un cambio de paradigma”, sostiene el CEO de la compañía

La empresa, que ha pasado de facturar un millón de euros en 2020 a cerrar 2022 con 2,3 millones, fue constituida en 2012 y siempre ha tenido una evolución constante. Tal y como apunta su fundador, “en 2014, el laboratorio se certificó por Sanidad para Diagnóstico genético, y en 2019 abrimos un centro de trabajo en Bilbao centrado en inteligencia artificial. Actualmente hemos trasladado nuestro laboratorio principal desde las Instalaciones del CSIC en Cantabria al Edificio de Oncología del Hospital Universitario de Fuenlabrada, en Madrid, para colaborar en el marco de proyectos de biomedicina disruptiva, investigación traslacional y terapias avanzadas”. En este camino, les ha acompañado como socio financiero Banco Santander, a través del Fondo Smart: “Escogimos esta opción porque tienen una filosofía que apuesta por este tipo de ideas disruptivas”, explica Carlos Cortijo.

“Democratizar este tipo de servicios en un sistema sanitario puede llevar años porque supone un cambio de paradigma”

Pero el sector al que se dedican se encuentra fuertemente regulado, lo que les ha supuesto el mayor reto al que se han enfrentado en esta aventura: “Más allá de los retos comunes a todas las empresas innovadoras, añadimos la capa regulatoria tanto del laboratorio como de los productos y servicios y los tiempos de desarrollo”. Y es que no solo vale con tener la idea, también hay que desarrollarla; y es un proceso arduo. Primero hay que validarla técnicamente en un laboratorio altamente cualificado, después realizar un ensayo clínico en hospitales previamente aceptado por el comité de ética y, más tarde, demostrar su eficacia en vida real para finalmente realizar el registro sanitario. Es decir, años de inversión.

De cara al futuro, desde la compañía no dudan que la atención médica personalizada y preventiva será la mejor solución para salvar vidas al detectar la enfermedad a tiempo, cuando todavía es altamente tratable, e incluso llegar a eliminarla por completo. Además, todo ello supone, a la larga, un ahorro en términos económicos. “Invertir en la detección temprana cuesta una pequeña parte de la inversión que cuesta tratar la enfermedad cuando ya está extendida, cuando enfermedades como el cáncer, enfermedades cardíacas y diabetes están en sus etapas más avanzadas”, concluye Cortijo.

Artículos relacionados

Banner hacia un futuro mejor