Grosso Napoletano se ha convertido en el mejor lugar de España para comer la pizza más auténtica, según el 50 Top Pizza 2022. Ahora, quieren terminar el año con más de 40 locales y 48 millones de facturación
Unos meses después de su primer viaje a Nápoles en otoño de 2016, Hugo Rodríguez y Jorge Blas comenzaron una de las mejores aventuras de su vida. Así lo describen los dos, ambos fundadores de Grosso Napoletano, la cadena de pizza napolitana que les ha hecho merecedores de ser la tercera mejor del mundo y primera en España, según el 50 Top Pizza 2022, el ranking de las mejores pizzerías del mundo. Y es que, en realidad, cualquiera de sus locales no es una pizzería al uso: todo está alrededor del horno, manejado por uno de sus pizzaioli expertos que preparan en cuatro etapas la masa y la hornean con fuego de leña, dándole vueltas. La decoración evoca lo industrial, y todo se mide al detalle, como la vajilla, la iluminación y la música de ambiente.
Lo cierto, según Rodríguez, es que juegan con una ventaja: trabajan el segundo alimento más consumido del mundo, así que continúan su andadura sin apenas límites: “Siempre comentamos que el objetivo era volver a los orígenes, desindustrializar la pizza, ofrecer un producto artesanal donde las masas fermentasen como lo han hecho toda la vida, con tiempo, controlando la humedad y la temperatura”. Y lo hacen mediante un horno de piedra refractaria construido a orillas del Vesubio capaz de alcanzar entre 450 y 500 grados en el que tan solo se necesiten de 60 a 90 segundos para hornear la pizza, unos ingredientes frescos importados de Italia y sus apreciados pizzaioli, considerados Patrimonio cultural inmaterial de la Humanidad.
Pese a que pudiera parecer una franquicia, todos sus locales son propios, lo que les ha conducido a una elevada personalización del producto y el mimo a todo lo que ofrecen. Sus 27 locales les avalan; y también su facturación. Quieren cerrar 2023 con unos 48 millones de euros. Ahora, según explica Blas, buscan locales que facturen de 1 a 1,2 millones, para terminar con un margen de beneficios del 20% aproximadamente. “Sabemos que la situación actual no es la idónea. Algunos de los alquileres de nuestros locales han subido un 10%, sube la materia primera, el salario mínimo, el transporte… Y tampoco queremos subir los precios”, dice el fundador de Grosso.
Respecto al plan de expansión, aunque recalcan llevar a cabo poco a poco y “siempre con los pies en el suelo”, Grosso está presente en más de diez ciudades. “Queremos terminar el año con unos 42 o 43 locales y afianzar los que tenemos en Madrid, Barcelona y País Vasco, donde nos falta Bilbao. También llegaremos a Portugal con dos o tres establecimientos”, añade Blas.
Pero hay mucho más: “El principal es el Plan 100, es decir, 100 locales abiertos en diciembre de 2025. Para eso tenemos que tocar muchos más rincones de España y llegar a otros países como Francia, Alemania, Gran Bretaña, e Italia algún día”, enfatizan.
En su caso, el crecimiento orgánico de la empresa no les ha hecho tener grandes problemas de financiación, según relatan, aunque para alcanzar sus objetivos han recurrido a la ayuda financiera de Banco Santander: “Nos hemos apoyado en el Fondo Smart, lo que nos da mucha tranquilidad para afrontar la expansión”, comenta Blas. En cuanto a los grandes retos que tienen por delante, los dos fundadores coinciden en señalar el contexto económico actual como uno de los factores que más les hace estar en alerta “y pensar cómo ser un negocio cada vez más rentable”.
