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La epidemia de la masa filo (y otras modas 'gastro' que están invadiendo tus redes sociales)
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La epidemia de la masa filo (y otras modas 'gastro' que están invadiendo tus redes sociales)

No, no eres tan original por hacer esa receta tan novedosa que acabas de encontrarte en TikTok. De hecho, media España está haciendo la misma

Foto: Chocolate Dubái. Imagen: EC.
Chocolate Dubái. Imagen: EC.

Cualquier cosa de nuestro día a día está sujeta a modas: la música, la ropa, el cine, la literatura…, y también la comida. ¿O acaso no te acuerdas de la cebolla caramelizada, el vinagre de Módena o el pan de masa madre? Si echamos la vista atrás, todos recordaremos aquellas tendencias que nos obsesionaron en su momento y que, a día de hoy, o las hemos olvidado por completo o, como poco, ocupan un lugar mucho más modesto en nuestra cocina.

Pero las modas, como todo, van cambiando con el tiempo, y también en nuestras recetas diarias: el chocolate Dubái, la burrata o las sempiternas galletas Lotus se han convertido en auténticos fervores culinarios que se han apoderado no solo de bares y restaurantes, sino también (y sobre todo) de los vídeos de recetas en redes sociales como Instagram o TikTok. Imposible escapar de ellos: hoy en día el pistacho es el Taylor Swift de nuestra cocina.

Chocolate Dubái: la última invasión

Sí, es la última pesadez que ha invadido tu móvil. Quizá te parezca cansino, omnipresente o insoportable, pero tiene muy buena pinta. Quien lo dio a conocer en el mundo occidental fue la influencer gastronómica María Vehera, quien, hace poco más de un año, subió a sus redes sociales un vídeo en el que presentaba a sus cerca de 2 millones de seguidores un chocolate que parecía venir relleno de una (abrumadora) crema de pistacho. Su textura, su relleno y su crujido parecían irresistibles, con lo que este producto se hizo viral en cuestión de muy poco tiempo.

El chocolate Dubái está hecho a partir de una pasta de chocolate premium y un relleno formado por fideos Kadaif y una crema que suele ser de pistacho, aunque también puede incluir otros frutos secos. En cualquier caso, se trata de una crema especialmente suave que suele deshacerse al primer mordisco. Seamos sinceros: es una total y absoluta gochada que hará las delicias de cualquier persona que no sea nutricionista ni cardióloga. Su auge ha sido tal que, en los últimos meses, algunos supermercados en España lo han insertado en su catálogo: Lidl lo sacó a la venta durante tres días... pero agotó sus existencias en minutos, mientras que otros como Carrefour, El Corte Inglés o Primaprix están preparando o han sacado ya su propia versión.

Eso sí, si quieres probarlo, ve preparando la cartera. La tableta de Lidl (de 120 gramos) costaba 4,49 euros y las versiones que están llegando últimamente rozan los 80 euros el kilo. Quien ha igualado fuerzas a la baja ha sido Mercadona, cuya versión cuesta 18,57 euros cada 1.000 gramos. Más allá va Amazon, donde la pieza de 100 gramos cuesta 12 euros. Tardarás cinco minutos en acabarte la tableta y cinco segundos en arrepentirte de haberte gastado ese pastizal. Internet también está lleno de recetas para emular este chocolate en casa.

Masa filo: una masa para conquistarlos a todos

placeholder Baklava. Imagen: Wikimedia.
Baklava. Imagen: Wikimedia.

Un paseo por cualquier supermercado español nos puede situar ante un surtido muy variado de masas: masa de pizza, de hojaldre, brisa o quebrada (normalmente para hacer quiche), de empanada… Y en los últimos meses, casi todos presentan otra novedad: la masa filo. Se trata de una masa que procede de la cocina de Oriente Medio y que guarda una diferencia con las que siempre hemos conocido: no consta de una única lámina, sino de varias (cada paquete suele tener entre ocho y diez) y extremadamente finas (casi translúcidas).

¿Y qué se hace con la masa filo? Pues básicamente de todo. Empezó siendo muy usada en repostería (especialmente en el baklava, un postre tradicional turco), pero ha acabado expandiéndose a muchos más tipos de platos: con la masa filo puedes hacer todo tipo de pasteles, quiches, empanadas, roscas dulces y saladas o cinnamon rolls, entre muchas otras cosas.

placeholder Spoiler: en este postre te damos una pista de otra moda culinaria que vendrá más adelante: Imagen: Wikimedia.
Spoiler: en este postre te damos una pista de otra moda culinaria que vendrá más adelante: Imagen: Wikimedia.

Yendo a sus puntos fuertes, lo cierto es que tiene tres ventajas frente a otras masas. La primera, que, al disponer de muchas capas, en cada una puedes sobreponer sabores distintos con cierta ‘independencia’ entre ellos: puedes hacer una rosca con queso crema en la capa más baja, espinacas en la intermedia y frutos secos en la superior, por ejemplo. La segunda, que te olvidas de pensar qué masa es la adecuada para cada receta: con la filo puedes hacer de todo. Y la tercera, que, por su textura y finura, al cocinarla produce el efecto crujiente que a mucha gente le fascina.

Fideos Kadaif: un false friend muy versátil

placeholder Vale, a primera vista no parece muy apetitoso, pero créenos: está muy bueno. Imagen: Wikimedia.
Vale, a primera vista no parece muy apetitoso, pero créenos: está muy bueno. Imagen: Wikimedia.

Puedes encontrártelos como fideos kadaif, pasta kataifi o alguna otra variante, pero que no te engañe su nombre: no tiene nada que ver con los fideos ni con la pasta tal y como las conoces actualmente.

Hechos a partir de harina y agua, son medianamente similares a la pasta filo, aunque presentados de manera muy distinta: normalmente los verás en forma de hebras muy finas, de aspecto húmedo y con una textura parecida a la del cabello de ángel. Especialmente presentes en la cocina turca, ¿para qué se usan los fideos kadaif? Sobre todo, para los postres: son el ingrediente básico del chocolate Dubái, pero también de otros dulces árabes como el knafeh o el baklava.

placeholder ¿Ves? Ya van teniendo mejor pinta. Imagen: Wikimedia.
¿Ves? Ya van teniendo mejor pinta. Imagen: Wikimedia.

Sin embargo, se trata de un producto extremadamente versátil. Teniendo en cuenta su sabor neutro (que es una forma elegantísima de decir que por sí solo no sabe a nada), puedes usarlo como recubrimiento de croquetas (sustituyendo al pan rallado) o incluirlo en multitud de recetas, sobre todo, como acompañamiento para carne picada, espinacas, queso, gambas, cordero o incluso junto a especias como el ajo o las hierbas provenzales. Y un consejo si vas a recurrir a esta pasta: una vez abierta, si te ha sobrado, guárdala bien en un recipiente hermético. Si pierde su humedad, no te servirá de mucho. Y cuando la cocines, no pares de removerla, porque se puede pegar o quemar con muchísima facilidad.

Pistacho hasta en la sopa (literalmente)

placeholder Como no había tartas de queso de trescientos millones de sabores, llega uno nuevo: el pistacho. Imagen: Cecotec.
Como no había tartas de queso de trescientos millones de sabores, llega uno nuevo: el pistacho. Imagen: Cecotec.

Si te fijas en las tres primeras modas gastronómicas que hemos destacado en este reportaje, verás que todas tienen algo en común: pueden combinarse con pistacho. Y eso no es una casualidad. No podemos decir que el pistacho sea un alimento desconocido en España, precisamente, pero casi siempre ha sido usado como fruto seco de manera aislada y poco más, amén de los amantes del helado de este sabor.

Sin embargo, en los últimos tiempos ha venido colonizando la gastronomía de nuestro país, sobre todo en lo que se refiere a los postres: las tartas de queso y pistacho son legión en Instagram, mientras que otras alternativas, como los cinnamon rolls, el arroz con leche, el tiramisú, las natillas, las trufas, el brownie o el flan también lo han venido incorporando.

Pero fuera de los postres también ha ido ganando terreno. Lo más básico es hacerte una rebanada de pan con crema de pistacho (cualquier supermercado ya la tiene). En internet también puedes encontrar recetas de hummus de pistacho, pesto de pistacho, pizza de pistacho, focaccia de pistacho, ensalada con pistachos, croquetas de queso de cabra y pistachos, sopa de pistacho y, si quieres hacer la cuadratura del círculo, una cheesecake de chocolate Dubái con pistacho. Hasta hace poco, el pistacho era un producto caro sin más; ahora, es un producto caro, aunque al menos puedes sacarle más partido.

Proteínas: la última epidemia nutricional

placeholder A ella le gusta la proteína; dale más proteína. Imagen: Pexels.
A ella le gusta la proteína; dale más proteína. Imagen: Pexels.

¿Quiénes somos nosotros para cuestionar un elemento esencial en cualquier dieta que se precie? Nadie, evidentemente. Pero en algún momento tenemos que reconocer que a los nutricionistas de este país se les ha ido la cabeza con las proteínas, que se han convertido en su última obsesión.

¿Necesitas perder peso? Toma proteínas. ¿Necesitas ganarlo? Toma proteínas. ¿Tienes el hígado graso? Toma proteínas. ¿Quieres dejar de fumar? Toma proteínas. A día de hoy, las proteínas se han apoderado tanto de las recetas (helado proteico, flan proteico, pan proteico…) como de productos de supermercado como los yogures (Dia incluso tiene en su web una sección dedicada exclusivamente a estos productos), los flanes, los batidos, las natillas, la mousse, los quesos, las harinas proteicas o la proteína en polvo.

Tanto es así que los supermercados, a quienes no se les escapa una, se han dado cuenta de que quizá muchos de sus productos proteicos deben ser más masculinos: si no, fíjate en cuántos yogures, batidos o quesos con proteínas llevan un envase negro y alejado de cualquier color que parezca femenino. Come sano, pero eh, ni se te ocurra perder tu hombría.

Lotus: el rey se resiste a abdicar

placeholder La galleta Lotus es la nueva galleta Lotus. Imagen: Cecotec.
La galleta Lotus es la nueva galleta Lotus. Imagen: Cecotec.

En 2024, la galleta Lotus fue la nueva cebolla caramelizada. En 2025, la galleta Lotus es la nueva galleta Lotus. Y es que el rey de los dulces se niega a abandonar su trono y cedérselo a otro. Su viralidad fue creciendo al mismo ritmo que su expansión y nadie parece estar convenciendo al monarca de que quizá debería darle paso a alguien nuevo.

Esta galleta se hizo especialmente popular en los postres: todo empezó con las tartas de queso, pero enseguida se trasladó a otros dulces: helados, cookies, natillas, batidos, donuts, palmeritas… Ninguna buena gochada escapaba del encanto de una galleta que, con casi un siglo de historia (fue creada en 1932) y popularizada como complemente idóneo del café, iba a vivir su auténtica edad de oro en la segunda década del siglo XXI.

Pero con el tiempo, como buena imperialista, la galleta Lotus ha extendido rápidamente sus redes: a día de hoy podemos ver hamburguesa de Lotus, licor de Lotus, pizza de Lotus, mermelada de Lotus, empanadillas de Lotus, sushi de Lotus… o ¡ñoquis con Lotus! Las galletas María y las Oreo están buscando un candidato alternativo para una moción de censura.

Cualquier cosa de nuestro día a día está sujeta a modas: la música, la ropa, el cine, la literatura…, y también la comida. ¿O acaso no te acuerdas de la cebolla caramelizada, el vinagre de Módena o el pan de masa madre? Si echamos la vista atrás, todos recordaremos aquellas tendencias que nos obsesionaron en su momento y que, a día de hoy, o las hemos olvidado por completo o, como poco, ocupan un lugar mucho más modesto en nuestra cocina.

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