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Cómo lograr un puré de patatas cremoso siguiendo el método de las abuelas
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Cómo lograr un puré de patatas cremoso siguiendo el método de las abuelas

Este clásico acompañamiento esconde varios secretos de cocina que marcan la diferencia entre un puré denso y otro ligero, esponjoso y sedoso

Foto: Conseguir un puré de patatas cremoso y sin grumos es un arte que muchas abuelas dominan a la perfección. (iStock)
Conseguir un puré de patatas cremoso y sin grumos es un arte que muchas abuelas dominan a la perfección. (iStock)

Conseguir un puré de patatas cremoso y sin grumos es un arte que muchas abuelas dominan a la perfección. Este clásico acompañamiento, ideal para carnes y pescados, esconde varios secretos de cocina tradicional que marcan la diferencia entre un puré denso y otro ligero, esponjoso y sedoso.

El primer truco fundamental está en la cocción de las patatas. Para lograr un puré perfecto, las patatas deben cocerse enteras, sin pelar, y procurando que sean de tamaño similar. Así se asegura una cocción uniforme. Estarán en su punto cuando, al pincharlas con un cuchillo, este entre y salga con facilidad, sin deshacerse.

El secreto de la cremosidad

Una vez cocidas, es vital escurrir las patatas y triturarlas inmediatamente mientras aún están calientes. El almidón de la patata, al enfriarse, tiende a endurecerse, lo que dificultaría conseguir una textura suave. Para chafarlas se puede usar un prensa patatas, un pasapurés clásico o incluso un tenedor, siempre trabajando la patata lo justo, ya que un exceso puede convertir el puré en una masa gomosa.

El tipo de patata también importa: las variedades con alto contenido en almidón resultan ideales para un puré ligero y esponjoso, mientras que las de contenido intermedio ofrecen un acabado más denso y cremoso. Eso sí, con las primeras hay que evitar trabajar demasiado el puré para no arruinar su textura final.

Foto: Arroz con costra (comunitatvalenciana.com)

Uno de los mejores trucos para que el puré salga cremoso es sumar un ingrediente más: la mantequilla. La mantequilla debe estar a temperatura ambiente para añadirse blanda, y tanto la nata como la leche deben estar calientes para integrarse mejor sin enfriar la preparación. Por último, es fundamental evitar añadir agua para aligerar el puré. Esto alteraría su sabor y textura, alejándolo de ese resultado untuoso que buscamos.

Conseguir un puré de patatas cremoso y sin grumos es un arte que muchas abuelas dominan a la perfección. Este clásico acompañamiento, ideal para carnes y pescados, esconde varios secretos de cocina tradicional que marcan la diferencia entre un puré denso y otro ligero, esponjoso y sedoso.

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