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Un paseo por La Gomera y su gastronomía popular
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Un paseo por La Gomera y su gastronomía popular

Si el día está despejado la vista del Teide que asoma desde la isla vecina es dramática y espectacular, los azules contrastan con los verdes del Parque Natural de Garajonay.

Foto: La Gomera
La Gomera

La Gomera, también conocida como isla colombina por las estancias de Cristóbal Colón en su capital, San Sebastián de La Gomera, fue el punto desde donde partió hacia el nuevo continente y donde recibía sus visitas Beatriz de Bobadilla amiga y consejera de la reina Isabel la Católica, de quien decían las malas lenguas, pudo influir en la decisión de que este gran viaje se iniciara. La Torre del Conde recuerda las incursiones en la isla de piratas ingleses, holandeses y berberiscos que la arrasaron en 1618. La belleza de la isla y las ballenas y delfines que acuden a sus costas pudieron atraer al cineasta Ron Howard que rodó en la playa de El Golfo su particular Moby Dick: ‘In the heart of the sea’

Para llegar a la isla, la segunda más pequeña del archipiélago canario, hay que tomar un ferry o avión desde Tenerife. Y para conocerla, hay que recorrer sus serpenteantes carreteras que miran a espectaculares acantilados, antiguas chimeneas volcánicas y a miradores como el de César Manrique con una de las más bellas panorámicas, la del Valle Gran Rey. Carreteras que llevan a bonitos pueblos de arquitectura colonial, algunos pintorescos y fértiles como Hermigua y su cultivo de plataneras; o Agulo con calles empedradas y casas de teja que asoman al océano; a playas de arena negra y aguas cristalinas; a bosques milenarios y al Parque Natural del Garajonay, Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Fue su pasado volcánico el que legó este particular paisaje de terrenos rocosos y profundos barrancos, modelados por años de erosión y por los bancales que el hombre arañó a la roca para adaptarla a sus cultivos. Estas terrazas escalonadas en las paredes del valle propician buenas cosechas de tomate y papas que en su día llegaron en un cargamento desde Inglaterra y que fueron el origen de dos de sus variedades más conocidas: ‘King Edward’ y ‘Out of date’ o la ‘chinedua’ y la ‘otodate’, para los lugareños. Se acompañan de la rica y típica salsa del archipiélago, el ‘mojo rojo o verde’ que también adereza carnes y pescados. La mayor superficie de cultivos se dedica a viñedos en los que crece la Forastera gomera, una variedad autóctona de uva que hace especiales y únicos sus vinos blancos.

Entre las recetas típicas está el potaje de berros, el rancho canario y el conejo en salmorejo. Se sirven con gofio, una harina de cereales como el millo y el trigo con importantes propiedades dietéticas. Se consume hasta en postres, como mousse de gofio y miel de palma; o, el de parchita –fruta de la pasión- y mango. El potaje de ñame es típico de Navidad. El queso, uno de los protagonistas de la gastronomía gomera, se elabora a partir de leche cruda de cabra o mezcla con oveja y es un ingrediente básico para las tortas de cuajada o el almogrote, una pasta para untar de intenso sabor. Uno de los más populares es el de Efigenia, que comenzó hace años con su elaboración artesanal en su propia casa convertida en comedor para turistas y reclamo de prensa internacional. La miel de palma, guarapo que se extrae de la savia, se emplea en postres como la leche asada.

Relación de restaurantes en La Gomera

Restaurante Tasca La Vieja Escuela. c/ Poeta Trujillo Armas 2. Agulo.

Casa Efigenia, está en el límite Oeste del Parque Nacional del Garajonay, antes de llegar al Valle Gran Rey.

Restaurante Bar Charco del Conde. Av Marítima Charco del Conde, 9. Valle Gan Rey. Teléfono: 922805403

Hotel Jardín Tecina. Lomada de Tecina s/n, Playa de Santiago, La Gomera

La Gomera, también conocida como isla colombina por las estancias de Cristóbal Colón en su capital, San Sebastián de La Gomera, fue el punto desde donde partió hacia el nuevo continente y donde recibía sus visitas Beatriz de Bobadilla amiga y consejera de la reina Isabel la Católica, de quien decían las malas lenguas, pudo influir en la decisión de que este gran viaje se iniciara. La Torre del Conde recuerda las incursiones en la isla de piratas ingleses, holandeses y berberiscos que la arrasaron en 1618. La belleza de la isla y las ballenas y delfines que acuden a sus costas pudieron atraer al cineasta Ron Howard que rodó en la playa de El Golfo su particular Moby Dick: ‘In the heart of the sea’

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