'Sálvame', una máquina de hacer dinero para sus colaboradores... o no

Hace años que se viene especulando con el fin de ‘Sálvame’, uno de los programas más icónicos de nuestra televisión, y pese a que parecía que este día no llegaría, lo cierto es que ya hay fecha para su última emisión, el próximo 23 de junio. Llegados a este punto hay opiniones para todos los gustos, los que se alegran de su fin y los que lo echarán de menos. Entre ellos, claro, los implicados, todos los trabajadores que hacían posible que cada tarde viéramos a los colaboradores en pantalla. Pero ¿y los propios colaboradores?, ¿tienen planes para el futuro?, ¿ha sido 'Sálvame' una máquina de hacer dinero?, ¿han rentabilizado estos años de éxito? Vanitatis tiene todos los datos.

Los directores de la productora

Óscar Madrid y Adrián Cornejo son los máximos responsables de la productora La Fábrica de la Tele, la creadora de este espacio. La sociedad, de la que ambos son los máximos responsables, se dio de alta en 2006, tres años antes de que el programa comenzara a emitirse, y atendiendo a los datos económicos registrados, es evidente que en cifras el formato ha sido un acierto, pues la curva de ganancias durante los 14 años que ha estado en antena es siempre creciente. Solo tuvo un pequeño bajón en 2020 que lograron solventar en el 2021, el último año del que se pueden consultar cuentas. En ese ejercicio lograron un balance positivo de 5.271.000 euros, y registraron un activo total superior a los trece millones. ‘Sálvame’ no es el único proyecto de la productora, pero sí el más estable y el que ha empujado a engordar las cifras hasta convertirse en millonarias. ¿Han rentabilizado los últimos 14 años? Rotundamente sí.

El presentador

No solo Jorge Javier Vázquez ha estado al frente del formato. Paz Padilla, Carlota Corredera, Adela González, Terelu Campos o María Patiño han ocupado en diferentes momentos el puesto de presentador, pero él es el titular, el que lleva al frente del 'cortijo' desde que este comenzó. Durante estos 14 años, Jorge ha aprovechado su exposición para lanzar proyectos al margen de la tele, entre ellos tres obras de teatro y dos libros autobiográficos, pero además dio de alta su propia empresa, Laboratorio de la Voz SL. La fundó en 2012, él mismo ocupa el cargo de administrador único y vivió su pico de mayor crecimiento en 2018, que coincide con la época en que más centrado estaba en el teatro. Sin embargo, tras la pandemia, la academia, dedicada a “la enseñanza del arte del canto, de la interpretación musical y de cualesquiera otras disciplinas artísticas”, permanece cerrada y, por tanto, en el último ejercicio no contabilizó ingresos, aunque mantiene un patrimonio neto de cincuenta y un mil euros.

No es su única fuente de ingresos, desde Jorge Javier SL gestiona su propia imagen y lo obtenido por la venta de sus libros y rendimientos del teatro. Aunque su último ejercicio ha registrado peores datos que los anteriores, lo cierto es que siguen siendo positivos y suma un activo total de más de 4,5 millones de euros. Desde luego en el vídeo que grabó con su madre tras conocerse el fin del programa no parecía preocupado, y atendiendo a estas cifras y a que todavía le quedan dos años de contrato de cadena (podría estar cobrando una cifra millonaria al año), es comprensible su tranquilidad.

Los colaboradores

María Patiño es una de las caras más reconocibles del programa, a pesar de que no fue, ni mucho menos, de las primeras en unirse a este espacio. Cuando comenzó, ella trabajaba en Antena 3, pero poco a poco se fue haciendo su hueco y, además de colaboradora en el diario, ha sido la presentadora sustituta en la edición 'Deluxe' en múltiples ocasiones, y desde el 2017 también de ‘Socialité’.

Desde que María estudió Periodismo no se ha dedicado a otra cosa, comenzó trabajando como reportera de calle, de ahí dio el salto a la televisión y desde entonces no ha parado de trabajar. Su único plan B es una empresa que dio de alta hace 19 años, en el 2003, y que se dedica a “otras actividades de apoyo a empresas” según consta en el registro mercantil. En sus inicios se creó para gestionar sus colaboraciones en televisión, después quedó un poco en el olvido cuando Hacienda cambió de criterio y la reflotó entre 2017 y 2018, momento en que comenzó a facturar algunos trabajos como influencer. En el 2019, último año que puede consultarse en su caso, facturó 51.129 euros, ganancias a las que hay que sumarles su sueldo como presentadora y colaboradora.

Lydia Lozano sí ocupa su silla desde el primer programa emitido, y aunque durante todos estos años ha tenido sus más y sus menos con muchos de sus compañeros, lo cierto es que es una de las más queridas por la audiencia. Dedicada por completo a su trabajo en televisión, no ha tenido demasiado tiempo para otros menesteres, aunque cuenta con dos sociedades, una ya liquidada, Quetecalleskarmene S.L, constituida en el 2000 y a través de la que gestionaba su imagen, y Análisis e Inversiones Hardisson SL, dedicada a las inversiones en la que constan ella y su marido, Charly, desde 2003 y que, aunque ha bajado su rendimiento en los últimos años, cuenta con un total activo de más de medio millón de euros. Puede estar tranquila.

Belén Esteban siempre fue una de las almas del programa. Su silla nunca estuvo en peligro a pesar de que durante algunos periodos se mantuvo alejada de plató por motivos médicos. Sin embargo, es una de las que más ha pensado en la manera de seguir generando ingresos si un día ‘Sálvame’ dejaba de existir. Eso ha ocurrido y ella cuenta con una más que solvente empresa, Sabores de la Esteban SL, desde la que comercializa gazpacho, salmorejo y patatas fritas. Comenzó su andadura en marzo de 2021, y ese mismo año ya logró cerrar el ejercicio con un activo de 212.000 euros; desde entonces no ha hecho más que crecer y aumentar su oferta de productos. Sin duda es un aval para que Belén pueda permitirse vivir con solvencia al margen de la televisión.

Kiko Hernández siempre fue un emprendedor, y aunque desde el principio estuvo muy entregado a su papel en su silla cada tarde, nunca dejó de gestionar negocios paralelos. Antes de la televisión ya se dedicaba a la compraventa inmobiliaria y nunca ha dejado de hacerlo, pero además durante estos años ha invertido en un negocio de aceitunas para el que prestó su imagen, y en el teatro, primero como actor y después como inversor. A eso hay que sumarle que trabaja también en el espacio nocturno ‘Mejor llama a Kiko’ y cuenta con varias propiedades a su nombre, entre ellas la casa unifamiliar en una urbanización de la zona de Madrid que comparte con su familia.

Terelu Campos, a pesar de haber sido también presentadora y tener una larga trayectoria en televisión, es quizá quien tiene menos puertas abiertas en este momento fuera de los medios. A excepción de una pequeña incursión en el mundo de la joyería entre 2018 y 2019 que no salió muy bien, la única sociedad que tiene a su nombre es Rubitecam SL, creada hace 25 años y que durante los últimos 15 apenas ha tenido actividad. Sin embargo, en el año 2020, último disponible para consulta, registra un activo superior al millón de euros. Y esto, sumado a lo ganado en televisión y recordando que, aunque durante años mantuvo algunas deudas, cuando vendió su ático las solventó, le deja una situación de sosiego para buscar nuevos proyectos sin prisa.

Kiko Matamoros es el que tiene una situación más complicada. Hace poco confesaba en el pódcast que tiene junto a su pareja, Marta López Álamo, que en ‘Sálvame’ cobraba “lo que un ministro”, y eso le permitía llevar el alto tren de vida al que siempre dice estar acostumbrado e ir solventando la deuda que mantiene con Hacienda desde hace años y que en este momento estima que asciende a unos 600.000 euros. Deuda que, según sus propias palabras, le ha dejado sin patrimonio alguno, “sin absolutamente nada”, confesaba con franqueza.

Para ninguno de ellos es una alegría que se acabe el que sin duda ha sido el programa de sus vidas, y no solo por haber participado en el mismo, sino porque cuando uno tiene la posibilidad de aparecer en pantalla cuatro horas cada tarde, su exposición lo convierte en un valor al alza para muchos otros proyectos, algo que ahora no tienen garantizado. Sin embargo, su experiencia y reconocimiento también cuentan, y es algo que no muchas personas pueden anotar en su curriculum. De ahora en adelante veremos a cuál de ellos le sonríe más la suerte.