Es noticia
Menú
Ione Belarra, la ministra detrás de la ley de vivienda que vive en Vallecas
  1. Famosos
PERFIL

Ione Belarra, la ministra detrás de la ley de vivienda que vive en Vallecas

El Consejo de Ministros aprobó ayer la norma en la que la navarra lleva más de dos años trabajando. En su vida personal, la psicóloga vive con su novio, Ignacio Ramos, en 83 metros cuadrados

Foto: Ione Belarra. (EFE/Mariscal)
Ione Belarra. (EFE/Mariscal)

Las calles del Puente de Vallecas son lo más parecido a un pueblo que tiene Madrid. Las venas estrechas se enroscan como gusanos entre edificios que no superan las tres alturas, comercios pequeños y bullicio. Según datos de Idealista, el precio medio del metro cuadrado en el barrio está en 1.934 euros al mes, cuando en distritos como Chamberí asciende a 5.460 euros. El metro se traga y escupe cada día a los trabajadores que salen de casa para cumplir con su jornada laboral. Es en este ecosistema donde Ione Belarra, la mujer detrás de la futura ley de la vivienda, reside con su novio y su hija.

La ministra de Derechos Sociales está de (rabiosa) actualidad porque el Consejo de Ministros dio ayer luz verde a este anteproyecto de ley que promete dar gloriosas jornadas parlamentarias. Ha sido, tal y como ella misma ha reconocido, la negociación más dura que se ha vivido entre los miembros de la coalición por, según sus palabras, los intereses creados en torno al sector inmobiliario. "Hoy hemos dado el primer paso para que nuestro país tenga una Ley de Vivienda que deje atrás la época de las burbujas, la especulación y los pelotazos urbanísticos. Una ley que es imprescindible para avanzar en la dirección correcta. Esta ley nunca hubiese visto la luz si no fuera porque en nuestro país existe un movimiento social por la vivienda digna que representa lo mejor de nuestro país. Gracias por vuestro empuje y compromiso", ha escrito, triunfal, en sus redes sociales.

"No te puedes imaginar que una ministra pueda vivir ahí", cuenta un vecino del barrio que conoce la casa de la ministra, "eso no es un piso, es un pisín". Belarra y su novio, Nacho Ramos, adquirieron a medias en 2019 un piso de 83 metros cuadrados en este barrio madrileño donde el 20,19% de la población es inmigrante, aunque en zonas como San Diego llega al 32,28%. El piso es relativamente 'nuevo' y cuenta con una plaza de garaje. "Cuando está la persona que les ayuda en casa, no caben", cuentan.

Fue precisamente la inmigración el gancho que sedujo a Belarra para entrar en política. La también secretaria general de Unidas Podemos se graduó en una FP de Integración Social en 2007, después de licenció en Psicología en 2012 y completó su formación con un máster en 2014 y dos becas, una de formación y otra de investigación predoctoral. Siendo muy joven trabajó en Cruz Roja Juventud, SOS Racismo y la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), pero fue un episodio personal el que la decidió a remangarse definitivamente. Según se ha publicado, un amigo migrante que tenía un bebé fue deportado de forma repentina.

La ministra Belarra compró su piso de Vallecas un año después de que Irene Montero adquiriera junto a Pablo Iglesias su ya famosa casa de Galapagar en 2018, y quizá tomó nota de la polémica suscitada. Ambas son dos opciones muy diferentes. La casa del municipio serrano superó los 600.000 euros, se trata de un chalé con piscina y no hay demasiados vecinos alrededor. Tres dormitorios, dos baños y 268 metros cuadrados para una familia numerosa y tres perros. El de Belarra se trata de un piso mucho más modesto donde, dicen, "apenas se nota la seguridad". Ambas propiedades, por cierto, fueron adquiridas gracias a una hipoteca concedida por la Caja de Ingenieros, "un modelo de banca cooperativa y responsable que se desarrolla siguiendo criterios de buena gobernanza, impacto social y medioambiental", según se lee en su web.

No hace mucho, durante una entrevista en 'El intermedio', la navarra contó cómo fue aquel primer encuentro con Montero en los pasillos de la facultad de Psicología que tanto influiría en sus vidas posteriores. "Le dije que me gustaba mucho su bolso", contó, y hasta hoy. Sus carreras políticas han corrido de forma paralela, pero también sus vidas privadas. Belarra fue madre en plena pandemia, en mayo de 2020, apeñas un año después de que Montero e Iglesias dieran la bienvenida a la más pequeña de sus hijos. También coinciden en haber encontrado el amor dentro del activismo político. La pareja de la ministra de Derechos Sociales, Ignacio Ramos Delgado, fue asesor del grupo parlamentario en el Congreso de los Diputados y está implicado en la formación morada.

Desde sus redes sociales, Ramos apoya la gestión del partido y se revela como un gran crítico de los medios de comunicación y un defensor apasionado de sus ideas. Cuando no habla de política, este licenciado en Comunicación Audiovisual comparte sus gustos en materia de cine o de música (este fin de semana, por ejemplo, estuvo con su novia y otra compañera, Lilith Verstrynge, viendo a Los Chikos del Maíz).

Activismo y maternidad

En las redes de la ministra se entremezclan, sin embargo, el activismo y la maternidad. Belarra no ha dejado de compartir momentos junto a su hija en los que se adivina a una madre moderna y entregada, que defiende la lactancia materna, busca ratos para compartir con la pequeña y proclama cómo echa de menos en algunos momentos a su hermana Esther, a la que está muy unida. Ambas estudiaron Psicología, quizá por influencia de su padre, también psicólogo (su madre es abogada).

Durante muchos años, Belarra practicó patinaje de velocidad de forma semiprofesional. "Llegué a participar en los campeonatos de España. No gané, pero aprendí a perder, que también es importante en la vida", contó en La Sexta.

Las calles del Puente de Vallecas son lo más parecido a un pueblo que tiene Madrid. Las venas estrechas se enroscan como gusanos entre edificios que no superan las tres alturas, comercios pequeños y bullicio. Según datos de Idealista, el precio medio del metro cuadrado en el barrio está en 1.934 euros al mes, cuando en distritos como Chamberí asciende a 5.460 euros. El metro se traga y escupe cada día a los trabajadores que salen de casa para cumplir con su jornada laboral. Es en este ecosistema donde Ione Belarra, la mujer detrás de la futura ley de la vivienda, reside con su novio y su hija.

Perfil Mujeres influyentes