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Eurovisión: los 12 vestidos de nuestras cantantes que han hecho historia
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EL FESTIVAL DE LA MÚSICA

Eurovisión: los 12 vestidos de nuestras cantantes que han hecho historia

Courrèges, Pertegaz o de un mercadillo. Diseñadores, precios e historias curiosas se entremezclan en este listado que no tiene desperdicio

Foto: Massiel en el festival de Eurovision de 1968. (RTVE)
Massiel en el festival de Eurovision de 1968. (RTVE)

Hace tan solo unos días hemos podido descubrir que la representante española en el festival europeo de la música se subirá al escenario del pabellón de exposiciones de Turín con un traje firmado por Palomo Spain y, como no podía ser de otra forma, de clara inspiración patriótica. Chanel vestirá una especie de traje de luces de aires taurinos, lleno de cristales de Swarovski que se han cosido a mano, uno a uno.

Chanel se enfrentará cual maestro en una corrida a una Europa mirando. Así es el reto al que ella y los demás participantes se enfrentan en Eurovisión cada año. Sus únicas herramientas para conquistar a esos ojos son sus canciones y sus atuendos. Los vestidos de los participantes tienen protagonismo, no tanto como la canción que representan, pero sí que son los mejores aliados de esta. España ha sido capaz con sus looks de sorprender a los asistentes y muchos de los vestidos de nuestros representantes tienen curiosas historias detrás que muchos desconocen. Repasamos los 12 estilismos más míticos de España en el festival de Eurovisión.

MASSIEL (LONDRES, 1968)

La primera vez que España se hizo con un triunfo no fue con ropa de un diseñador español. Según Massiel, nadie del mundo de la moda se interesó por aquel entonces en vestirla para el festival, así que, unos días antes del concurso, viajó a París y allí compró un diseño sixties con flores de André Courrèges, uno de los precursores de la minifalda y del futurismo en la moda. El traje se lo mandaron directamente a Londres y costó 49.000 pesetas de la época, aproximadamente un 50% de lo que valía un seiscientos. El vestido es, como la canción, historia de España y la cantante aún lo guarda como oro en paño.

SALOMÉ (MADRID, 1969)

Si a Massiel la habían ignorado, con Salomé pasó todo lo contrario. España era la anfitriona y quería dar imagen de un país moderno y, sobre todo, con dinero, así que contrataron para vestirla al modisto más laureado del país por aquel entonces: Pertegaz, uno de los pocos españoles que había presentado sus colecciones en Nueva York y que, años atrás, se había barajado como uno de los sustitutos de Christian Dior. Y Pertegaz lo dio todo con un traje de flecos de porcelana y gasa que es todo un icono. Suponemos que Salomé tendría una gran presión por actuar en su país, pero también porque el traje pesaba un total de 14 kilos y el look se completaba con dos collares de dos kilos cada uno.

KARINA (DUBLÍN, 1971)

Después del programa 'Pasaporte a Dublín', España vivió algo parecido a lo que décadas después vivimos con Rosa de España. Karina se hizo archifamosa y todos esperaban que ganara, así que todo se cuidó al máximo. El escogido para vestirla fue el modisto canario Antonio Nieto, que ideó un vestido de seda color celeste con un agujero en la parte baja de la falda al que llamaron jocosamente 'la gatera'. La verdad es que era un perfecto reflejo de muchas de las tendencias de finales de los 60 y principios de los 70.

BETTY MISSIEGO (JERUSALÉN, 1979)

Aunque hoy en día nos parezca una batamanta o un traje de los que sirven para planear, el vestido de Betty Missiego era una túnica de gasa color celeste con incrustaciones de plata y cristal. Betty lo compró ella misma a un modisto de túnicas del que era clienta habitual y, según dijo, le costó mucho conseguirlo porque ya estaba reservado "a una dama de la alta sociedad". Solo cuando la cantante le dijo al vendedor que lo luciría ante millones de personas, este se lo cedió y le confesó quién era aquella misteriosa dama a la que se lo había arrebatado: la mismísima Grace Kelly.

LA DÉCADA PRODIGIOSA (DUBLÍN, 1988)

Aunque ahora parezca imposible, durante la década de los 80 el Gobierno llevó a cabo campañas institucionales para promocionar a los diseñadores a través de la marca Moda de España. Y Eurovisión era un escaparate perfecto. Así que los encargados de los estilismos del grupo fueron los mismísimos Francis Montesinos y Antonio Alvarado, dos de los creadores más importantes de la Movida y los 80. Reminiscencias toreras, hombreras, faldas de tul, lencería... Viéndolo hoy en día nos echamos las manos a la cabeza, pero en los 80... Era otra historia.

AZÚCAR MORENO (ZAGREB, 1990)

A las hermanas de Los Chunguitos les salió todo mal en el festival. En primer lugar, al salir al escenario hubo un fallo con el sonido y tuvieron que parar y volver a empezar, aunque luego quedaron en un buen puesto. Pero es que, además de eso, perdieron poco antes de la final los vestidos que Francis Montesinos les había diseñado. Como mujeres de recursos que eran las hermanas Salazar, se fueron de compras por Zagreb y se hicieron con dos little black dresses de marca desconocida, aunque cualquiera diría que son unos Versace de los 90. Curiosamente estaban mucho más elegantes y sexis que con los de Montesinos, que eran rojos y llevaban bien de volantes y lunares.

LYDIA (JERUSALÉN, 1999)

Muchos espectadores no quisieron escucharla, porque quedó última con un punto, pero es que además la mayoría hubiesen preferido no verla. La cantante Lydia se atrevió con un vestido de Agatha Ruiz de la Prada con franjas de colores y escote corazón (¡literalmente con forma de corazón!) que aún se recuerda. Al menos ganó el premio Barbara Dex, que se otorga cada año a la peor vestida (y que Gisela ganó cuando acudió por Andorra).

ROSA (TALLÍN, 2002)

Durante aquel primer 'Operación Triunfo', toda España debimos sufrir una alucinación colectiva. No solo por creer que ganaríamos, sino por pasar como normales los looks de los concursantes que hoy serían de juzgado de guardia. El atuendo de Rosa lo escogió el estilista Jorge Pérez, que básicamente le puso unos pantalones negros y una casaca del mismo color de gasa. Extensiones, complementos de plata en forma de flores y una cruz de Caravaca que llevaba cosida dentro del traje completaban el estilismo. Y el coro iba en una combinación de colores infernal: blanco y rojo.

PASTORA SOLER (BAKÚ, 2012)

“Parece que lleva puesto el mantel de su madre”, así es como en 'The Guardian' calificaron el vestido de Pastora Soler. El traje, de corte griego, estaba elaborado en gasa de color verde aguamarina y firmado por el diseñador de confianza de la cantante, Cañavate. Además, fue uno de los puntos fuertes de la puesta en escena al ponerse en marcha un potente ventilador, un clásico eurovisivo. En todo caso, y a pesar de las críticas, la cantante quedó en un digno décimo puesto.

RUTH LORENZO (COPENHAGUE, 2014)

Aunque en un principio la marca Anmargo le había hecho un traje exclusivo, la cantante decidió cambiarlo en el último momento. Lo justificó por unos “problemas técnicos” que provocaban unas placas de acero inoxidable del traje al reflejar con las luces, pero lo cierto es que desde los ensayos el modelo no había gustado a nadie. Era poco favorecedor, con unas partes metálicas que afeaban el busto de la cantante murciana. Así que, a última hora y emulando a las Azúcar Moreno, Lorenzo consiguió que la firma danesa Karim Design le prestara uno mucho más sencillo. Y salió ganando con el cambio. Unos meses después, el programa 'Hable con ellas' le regaló el vestido, que ella, para no ser objeto de críticas, había decidido no comprarse.

EDURNE (2015)

El vestido que Edurne llevó en la gran final fue muy polémico por su coste (15.000 euros), que asumió el propio diseñador. Se llamaba José Fuentes y utilizó esta inversión para darse a conocer y apostó a lo grande por la candidatura de España en Eurovisión. La cantidad total que invirtió la firma José Fuentes en todo el vestuario que utilizó en Viena ascendió a los 50.000 euros aproximadamente. Para sus ensayos, fiestas y promoción, Edurne llevó lo siguiente: 15 vestidos largos de fiesta, 5 vestidos de cóctel, 12 total looks 'casual', 28 pares de zapatos. Ni los baúles de la Piquer.

AMAIA ROMERO Y ALFRED (2018)

Los representantes en 2018 fueron los triunfitos Amaia y Alfred. Eligieron para la final unos looks de dos diseñadores. Durante los ensayos de 'Tu canción', la pamplonica vistió tres diseños firmados por la diseñadora catalana Teresa Helbig: un mono blanco, un vestido negro y otro en tono nude con el conocido sello romántico de la cantante. El elegido para la noche de Eurovisión fue un maxivestido con escote en V y espalda semidescubierta construido con superposiciones de capas de tul de rombos metálicos y rombos dorados en lamé. Alfred vistió un traje de Paco Varela en color granate que llevaba un bordado en las mangas en tonos dorados que combinaba a la perfección con el vestido de Amaia.

Hace tan solo unos días hemos podido descubrir que la representante española en el festival europeo de la música se subirá al escenario del pabellón de exposiciones de Turín con un traje firmado por Palomo Spain y, como no podía ser de otra forma, de clara inspiración patriótica. Chanel vestirá una especie de traje de luces de aires taurinos, lleno de cristales de Swarovski que se han cosido a mano, uno a uno.

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