La Ertzaintza gasta 24 millones en vehículos eléctricos... y no tiene suficientes cargadores
Cada unidad de los nuevos patrulleros ha costado más de 70.000 euros, pero según el sindicato ErNe, parte del equipamiento, como los neumáticos, no responde a las condiciones exigidas
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La Ertzaintza ha comenzado a renovar su flota de vehículos patrulla con modelos BMW X1 híbridos enchufables, adquiridos gracias a una inversión de 24 millones de euros procedentes de los fondos europeos Next Generation. La operación ha supuesto la adquisición de 300 unidades, que deberán distribuirse por las diferentes comisarías de Euskadi. Sin embargo, la falta de infraestructura para su uso está provocando ya los primeros problemas operativos.
En la comisaría de Bilbao, la principal del cuerpo por volumen de actividad, una veintena de estos nuevos patrulleros ya están en circulación. Pero a día de hoy, en la planta donde se aparcan estos vehículos no existen suficientes puntos de recarga habilitados, según ha avanzado El Correo. Como resultado, la flota se ve obligada a funcionar principalmente en modo gasolina, lo que desactiva la parte eléctrica de los vehículos adquiridos precisamente por su carácter híbrido y sostenible.
De hecho, que fueran un modelo menos contaminante que uno de gasolina o diesel fue lo que permitió que la adquisición se pudiese sufragar íntegramente con dinero de la UE. “Han llegado muchos coches eléctricos, pero no tenemos infraestructura y esto está generando problemas. En más de una ocasión no se han podido utilizar por falta de batería”, denuncia Aitor Otxoa, portavoz del sindicato (ErNe), la central mayoritaria en la Ertzaintza, en conversación con El Confidencial.
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La situación ha sido trasladada ya al comité de seguridad y salud laboral del Departamento de Seguridad, según explica el propio sindicato, que advierte sobre la falta de planificación a medio y largo plazo. Otxoa insiste en que la inversión millonaria no ha ido acompañada de medidas básicas para garantizar el correcto funcionamiento de los vehículos en condiciones reales.
Además de la cuestión energética, el sindicato ha recibido quejas relacionadas con los neumáticos. Otxoa señala que no se corresponden con los modelos que se habían solicitado y que ya están generando problemas en el servicio, lo que ha motivado otra comunicación formal al comité laboral por motivos de seguridad.
"Si medías más de 1,75 cm ya tenías problemas"
La compra de estos vehículos representa también un intento de dejar atrás los problemas acumulados con modelos anteriores, especialmente los Seat León. El sindicato recuerda que estos coches presentaban importantes deficiencias de espacio, especialmente en las unidades equipadas con mampara para detenidos. “Si eras un poco más alto de 1,75 metros, ya tenías muchas incomodidades para meterte en el coche”, recuerda Otxoa.
La elección de BMW como proveedor no ha sido completamente nueva para el cuerpo. En el caso de las motocicletas, esta marca ha sido tradicionalmente la utilizada por la policía vasca. Lo que sí supone un cambio importante es su aplicación a los vehículos patrulla. Según Ochoa, BMW fue la marca que mejor cumplió con los requisitos del concurso público.
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El contrato fue adjudicado a Autosa, un concesionario oficial de BMW con sede en Asturias. Cada unidad ha costado 70.095,30 euros, incluyendo el vehículo, los sistemas de comunicación, rotulación, elementos de seguridad como lunas reforzadas y compartimentos para armamento. La empresa ha estado enviando los vehículos en lotes desde febrero, y se espera completar la entrega antes de verano.
La Ertzaintza ha comenzado a renovar su flota de vehículos patrulla con modelos BMW X1 híbridos enchufables, adquiridos gracias a una inversión de 24 millones de euros procedentes de los fondos europeos Next Generation. La operación ha supuesto la adquisición de 300 unidades, que deberán distribuirse por las diferentes comisarías de Euskadi. Sin embargo, la falta de infraestructura para su uso está provocando ya los primeros problemas operativos.