De la avispa asiática a los visones: todas las plagas imposibles de erradicar que preocupan a esta provincia del País Vasco

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Las especies invasoras están poniendo en jaque la biodiversidad en Vizcaya. Desde la avispa asiática hasta el visón americano, el impacto de estas plagas se traduce en daños ambientales, económicos y en un gasto millonario para su control. Según El Correo, erradicarlas parece ser imposible, por lo que las administraciones solo pueden tratar de frenar su expansión.

Uno de los casos más preocupantes es el del visón americano, que está desplazando al visón europeo. Introducido por escapes de granjas peleteras en los años 80, este depredador ha colonizado ríos como el Butrón o el Lea. Desde 2014, la Diputación ha retirado más de 300 ejemplares, aunque la batalla contra su expansión sigue abierta.

Las aves también sufren la presencia de invasores como la cotorra argentina y la de Kramer, que han colonizado espacios urbanos. Su alta capacidad reproductiva y su agresividad con especies locales han provocado un desequilibrio en el ecosistema. Otro problema es la barnacla canadiense, que altera los humedales y desplaza a las aves autóctonas.

La avispa asiática representa un peligro no solo para la apicultura, sino también para otros polinizadores. Se ha detectado que devora abejas y mariposas, lo que afecta gravemente la producción de miel en Vizcaya. En los últimos diez años, se han retirado casi 26.000 nidos, aunque la especie sigue presente en el territorio.

Invasores acuáticos y vegetales

En los ecosistemas acuáticos, explican desde El Correo, especies como el cangrejo rojo y el cangrejo señal han desplazado a los autóctonos, transmitiendo enfermedades letales. También preocupan el siluro y la perca americana, depredadores que diezman los peces locales. El mejillón cebra, presente desde 2006, se ha expandido por ríos y pantanos, afectando las redes de abastecimiento de agua.

Las especies invasoras vegetales tampoco se quedan atrás. El plumero de la Pampa y la hierba nudosa japonesa han colonizado grandes extensiones, desplazando a la flora autóctona. También se han detectado ejemplares de bambú japonés y uña de gato, plantas con una capacidad de expansión difícil de frenar.

El cambio climático podría empeorar la situación, ya que la subida de temperaturas favorece la llegada de nuevas especies invasoras. Según el Colegio de Bólogos de Euskadi, la "mediterranización" del clima podría traer especies tropicales que aumentarán la presión sobre los ecosistemas locales. La lucha contra estas plagas continúa, pero el reto es cada vez mayor.