Llamas y kilos de basura: el incendio de un piso en la milla de oro de San Sebastián que no sorprendió a nadie
La residente de la vivienda que desató las llamas sufre síndrome de Diógenes. A diario, bajaba a los contenedores de su calle y para recoger todo tipo de escombros y subirlos a su domicilio
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A escasos 500 metros de la Playa de la Concha, en la zona más noble de San Sebastián y bajo un sol de invierno poco habitual en estas fechas, las llamas devoraron un piso de la calle San Marcial. Ocurrió este miércoles en torno a las cuatro de la tarde a la altura del número 8. La humareda pudo verse desde todos los rincones de la ciudad; pero Blanca, que trabaja en la agencia de viajes Eurotrip, ubicada frente al edificio, fue testigo del inicio y desenlace de la tragedia. “Fue una crónica de una muerte anunciada”, reseña a este diario.
La vivienda que ardió en llamas estaba ubicada en el cuarto piso. Mientras avanzaba el fuego, también se apreciaban kilos de escombros–maderas, paraguas, restos orgánicos– cayendo al vacío. Los bomberos trabajaron durante más de dos horas para apagar el incendio; y, aunque al lugar de los hechos también se desplazaron los agentes de la Guardia Urbana y los servicios médicos de emergencia, no hubo que lamentar ningún herido. No obstante, a nadie le sorprende que esa vivienda terminase calcinada por completo. ¿Por qué?
“Yo la veía bajar con bolsa de basura vacías e ir al contenedor a llenarlas enteras”, responde Blanca. Se refiere a la residente del domicilio que provocó el incendio, conocida en la zona por sus prácticas habituales de inspección de contenedores. La mujer paseaba con frecuencia por las calles aledañas a su vivienda con un aspecto "poco cuidado" y rebuscaba en la basura todo tipo de deshechos para llevarlos a su casa.
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Blanca, de hecho, confiesa que ella misma dejó de imprimir folletos promocionales de su agencia de viajes porque siempre se los robaba. Según los testigos, la vecina tenía síndrome de Diógenes, rondaba los 65 años y vivía con su madre en la vivienda. A dicho domicilio subía diariamente bolsas y basuras de residuos. Los residentes ya habían denunciado la situación previamente y en ocasiones habían visto cucarachas por la zona. “Seguro que hasta ratas, no me extrañaría”, señala Blanca. A pesar de las demandas, “a veces la ley impide tomar cartas en el asunto”, continúa.
“Mira” –dice en mitad de la conversación con este diario– “ahora mismo estoy viendo a uno de los vecinos del edificio. Sé que él tuvo que llevar ayer a su perro al veterinario de urgencias porque tenía los pulmones llenos de humo, pero por suerte se ha salvado. Lo que no sabe es en qué estado se ha quedado su vivienda”, explica.
Los residentes de diez de las viviendas -un total de 17 personas- han pasado la noche en un hotel proporcionado por el Ayuntamiento de San Sebastián. Seis de esos pisos se encuentran en peor estado. Por el momento, se desconoce cuándo podrán volver a sus casas y el grado de deterioro del resto del edificio.
A escasos 500 metros de la Playa de la Concha, en la zona más noble de San Sebastián y bajo un sol de invierno poco habitual en estas fechas, las llamas devoraron un piso de la calle San Marcial. Ocurrió este miércoles en torno a las cuatro de la tarde a la altura del número 8. La humareda pudo verse desde todos los rincones de la ciudad; pero Blanca, que trabaja en la agencia de viajes Eurotrip, ubicada frente al edificio, fue testigo del inicio y desenlace de la tragedia. “Fue una crónica de una muerte anunciada”, reseña a este diario.