Lleva más de 25 años sin darse: el acontecimiento que afectará a la Aste Nagusia de Bilbao

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Bilbao se prepara para una nueva Aste Nagusia, o lo que es lo mismo, su Semana Grande, que este año estará marcada por una novedad inesperada: el Partido Popular (PP) instalará su propia caseta, o txosna en euskera, tras más de veinticinco años de ausencia en las fiestas bilbaínas. Esta iniciativa no se daba desde 1997 y 1998, cuando la formación política tuvo que retirarse por temas de seguridad en pleno auge de la violencia de ETA, y esta decisión refleja un cambio significativo en el panorama político y social del País Vasco.

La txosna ‘Kaioak’, cuyo nombre hace referencia al logotipo del partido, la gaviota, estará situada en la Plaza de la Musa de la Música, cerca del puente Zubizuri, entre el Paseo y la calle Uribitarte. Aunque no estará en el núcleo festivo del Arenal, este punto se ha convertido en un espacio de celebración dentro de la Semana Grande, y permitirá que el PP se reencuentre con la ciudadanía en un entorno más seguro y accesible. La ubicación, aunque fuera del recinto tradicional, se considera estratégica para atraer a un público diverso y ofrecer una alternativa a las txosnas abertzales.

La reaparición de esta txosna no solo responde a una estrategia de visibilidad política en un contexto de paz, sino también a un deseo de recuperar un espacio de encuentro y participación social. Esther Martínez, portavoz del PP en el Ayuntamiento de Bilbao y secretaria general del PP vasco, ha subrayado que el objetivo es crear un ambiente de convivencia, donde las actividades programadas, que van desde concursos hasta tertulias, proporcionen un espacio distinto al habitual. Martínez destaca que “Bilbao es una ciudad plural y abierta”, y que la txosna ‘Kaioak’ busca ser un reflejo de esa diversidad.

Un regreso tras un largo paréntesis de 26 años

Durante las últimas dos décadas, la presencia de txosnas de corte abertzale ha sido la nota predominante en la Aste Nagusia, lo que hizo que la ausencia del PP fuera notoria. En los años 90, la instalación de su txosna requería un despliegue de seguridad extraordinario debido a las amenazas y la presión social de aquellos años, marcados por la violencia. Las circunstancias actuales, sin embargo, permiten al partido regresar a las fiestas con una propuesta más lúdica y menos condicionada por el miedo.

La txosna del PP en 1997 fue parte del “espíritu de Ermua”, un momento en el que la formación decidió plantar cara a la violencia etarra, aunque esta valentía no se tradujo en una participación prolongada en las fiestas. La tensión de aquellos años, incluida la ubicación en la Plaza Bizkaia, lejos del centro festivo, dificultó la continuidad de la txosna. Ahora, el partido busca establecer un punto de referencia distinto, centrado en el disfrute y el diálogo, sin las sombras del pasado.

“Vamos a tener un montón de actividades, tiempo para compartir, para charlar y, sobre todo, para disfrutar bien de nuestra Aste Nagusia”, dijo Esther Martínez

La apuesta por retomar la txosna llega en un momento en que el PP vasco, aunque con un peso político menor que en sus mejores años, ve una oportunidad para reconectar con la sociedad desde una perspectiva más cercana y menos conflictiva. “Vamos a tener un montón de actividades, tiempo para compartir, para charlar y, sobre todo, para disfrutar bien de nuestra Aste Nagusia”, comenta Martínez, subrayando que la caseta del PP quiere ser un lugardonde todos puedan sentirse cómodos y disfrutar en un ambiente más relajado y festivo.