Javier de Andrés y las cosas del comer: la estrategia para sacar al PP vasco del rincón
El próximo presidente de los populares en Euskadi tiene la difícil misión de revivir al partido recuperando voto perdido del PNV. La economía centrará su discurso, en el que la lucha izquierda-derecha superará al debate identitario
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Javier de Andrés (Vitoria, 1967) es el hombre tranquilo que pilotará el PP en el País Vasco. Expresidente de los populares en Álava, ex diputado general en la provincia y exdelegado del Gobierno en Euskadi, encarna un perfil muy similar al de Alberto Núñez Feijóo. Dialogante, de talante moderado y foralista, pero firme en sus convicciones y con amplísima experiencia de gestión. Es la persona “ideal” para liderar esta nueva etapa, según describen algunos de los consultados por El Confidencial. Será el candidato de la formación en las próximas elecciones autonómicas, que se celebrarán en primavera, y en sus manos tendrá la difícil misión de reconstruir e insuflar aire a un partido que en 2020 tocó suelo electoral tras presentarse en coalición con Ciudadanos y conseguir seis parlamentarios. La economía jugará un papel central en su discurso, que pivotará sobre el eje de izquierdas y derechas, superando el marco puramente identitario. La confrontación con el PNV será total. "Hay que retratar al PNV como es, un rehén en manos de la izquierda", avisan desde el PP vasco.
De Andrés, licenciado en Periodismo, será el nombre que salga elegido del Congreso que el PP vasco tiene previsto celebrar entre el 4 y el 5 de noviembre. Este miércoles, la Junta Directiva Regional convocará el cónclave extraordinario y dará el pistoletazo de salida a la carrera electoral. El ahora diputado por Álava tomará las riendas de un partido que aspira a volver a ocupar un papel central en la política vasca y será el encargado de ejecutar la estrategia que esbozó Feijóo en la tribuna del Congreso en el debate de investidura al dar la réplica al portavoz del PNV, Aitor Esteban. El líder de los populares trazó un objetivo claro. "Sé que hay un votante del PNV conservador al que le provoca desazón ver cómo el PNV vota lo mismo que Bildu apoyando a Sánchez", y hacia esos electores dirigirá todos sus esfuerzos.
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“Es volver a lo que éramos como partido, a lo que el PP significaba para la gente normal, de la calle. Somos vascos, sí, pero bromas con la independencia y el terrorismo, ninguna”, resume Antón Damborenea, expresidente de los populares en Vizcaya. La economía será una de las coordenadas que marcará el discurso de la formación, que considera una prioridad absoluta volver a conectar con la calle, ser útil y que la ciudadanía vasca lo entienda así.
La pugna PNV-PP por el electorado moderado va a ser una de las claves de la campaña vasca
La máxima será centrarse en la “gestión, en los problemas de la gente. Las diputaciones están batiendo récords de recaudación a costa del ciudadano. Tienen más dinero para gastar, pero no sabemos muy bien en qué”, continúa Damborenea. Otras fuentes populares apuntan en la misma dirección y señalan las costuras en la gestión del PNV. “Tenemos una Administración muy cara y pesada, malos resultados en educación, la vivienda más cara, la mitad de las huelgas que se celebran en España y la mayor tasa de absentismo”, radiografían las voces consultadas.
Pero, más allá de exigir cuentas al PNV sobre el estado de la sanidad y de la educación o a qué se destina lo recaudado, la estrategia popular pasará también por levantar un cortafuegos para que la idea de que Bildu puede ser la primera fuerza en las elecciones vascas no prenda. Los radicales se quedaron a poco más de 1.000 votos de diferencia con el PNV en el País Vasco el pasado 23-J y son muchas las voces que aseguran que están en condiciones de disputarle la hegemonía política. El discurso es un arma de doble filo, porque, en vez de evidenciar las debilidades de los jeltzales, lo que puede provocar es una llamada al voto útil que acabe beneficiando al lendakari Iñigo Urkullu, que volverá a ser el candidato de los nacionalistas, sentencian en el PP. Una de las fuentes consultadas no duda: “El PNV volverá a ganar y volverá a gobernar con el PSOE”, y esa será la lectura bajo la que operará el partido.
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La pugna PNV-PP por el electorado moderado, por ese sector de la población que no se siente nacionalista, pero que ha votado a Urkullu confiado en la buena marcha de la economía, va a ser una de las claves de la campaña vasca. La formación desplegará un “ejercicio de pedagogía” para denunciar la gestión de los nacionalistas y desmontar el discurso “victimista”. “El PNV tiene hoy a mucho exvotante del PP y es evidente que esas personas no quieren saber nada de la autodeterminación o de los planteamientos que ha lanzado Urkullu para el reconocimiento nacional de Euskadi. Esa gente no puede estar muy cómoda votando al PNV por mucho que ahora se hagan la víctima. Son socios de Bildu desde hace cuatro años y están votando todo con ellos en Madrid y en el Parlamento vasco”, ilustra Damborenea.
A imagen y semejanza de Feijóo
De Andrés y Feijóo comparten una misma forma de hacer política, según describen algunos de sus compañeros en el País Vasco. Discursos sosegados y sin estridencias, pero con fuertes convicciones e ideas muy claras sobre lo que debe ser el partido. “[De Andrés] se parece mucho al actual líder del PP y comparte muy buena sintonía con el discurso y la moderación de Alberto Núñez Feijóo”, apunta un miembro del partido en la región, con años de experiencia en el Parlamento de Vitoria.
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En su primera intervención en el debate de investidura, el presidente del PP esbozó una idea que podría encajar perfectamente con el espíritu que los populares vascos quieren encarnar en esta nueva etapa. “Ser gallego es mi forma de ser español y sé perfectamente que hay otras por procedencia y por experiencia. Nadie tiene que explicarme que hay varios idiomas porque yo tengo dos y valoro todas las lenguas de España”, defendió, pero también denunció las etiquetas que a veces cuelgan los nacionalistas para señalar quién es “buen o mal gallego, buen o mal catalán”.
“Ese ha sido el perfil tradicional del PP vasco. De Andrés puede encarnar muy bien el sentido autonomista y foralista. No olvidamos que somos un partido de ámbito nacional y defendemos la Constitución, pero en el País Vasco, al igual que en Galicia, tenemos un perfil diferente al del resto de España”, sostiene el expresidente en Vizcaya. A favor del futuro líder del partido también juega su amplísima trayectoria.
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Entró en el partido en Álava para encargarse de la comunicación, pero de ahí fue escalando puestos hasta llegar a ser diputado general. Conoce el engranaje de las instituciones vascas a la perfección, apuntan las fuentes consultadas, además de haber sido delegado del Gobierno en Euskadi, cargo al que accedió en 2016 impulsado por Soraya Sáenz de Santamaría. Relevó en el puesto a Carlos Urquijo, representante del ala más conservadora del PP vasco, y su nombramiento supuso un acercamiento al PNV, molesto con la multitud de recursos que interpuso su antecesor contra las instituciones nacionalistas.
Precisamente, fuentes del PNV apuntan que la designación del exdelegado servirá al PP para “salir de su burbuja” y elogian del que será su rival en las autonómicas que es una persona con la que “se puede hablar”. El tiempo dirá si finalmente fructifica algún acuerdo o acercamiento entre las dos formaciones, pero, si lo hace, no será la primera vez. De Andrés consiguió aprobar los presupuestos de la Diputación Foral de Álava en 2014 gracias al PNV y los nacionalistas sacaron adelante las cuentas de la comunidad para 2018 con la abstención de los populares.
Javier de Andrés (Vitoria, 1967) es el hombre tranquilo que pilotará el PP en el País Vasco. Expresidente de los populares en Álava, ex diputado general en la provincia y exdelegado del Gobierno en Euskadi, encarna un perfil muy similar al de Alberto Núñez Feijóo. Dialogante, de talante moderado y foralista, pero firme en sus convicciones y con amplísima experiencia de gestión. Es la persona “ideal” para liderar esta nueva etapa, según describen algunos de los consultados por El Confidencial. Será el candidato de la formación en las próximas elecciones autonómicas, que se celebrarán en primavera, y en sus manos tendrá la difícil misión de reconstruir e insuflar aire a un partido que en 2020 tocó suelo electoral tras presentarse en coalición con Ciudadanos y conseguir seis parlamentarios. La economía jugará un papel central en su discurso, que pivotará sobre el eje de izquierdas y derechas, superando el marco puramente identitario. La confrontación con el PNV será total. "Hay que retratar al PNV como es, un rehén en manos de la izquierda", avisan desde el PP vasco.