El complot de un matrimonio para enviar material militar a Rusia desde el País Vasco
Los dos detenidos tenían nacionalidades ucraniana y rusa. Una investigación de dos años suma un punto y aparte con la detención de una pareja vinculada al entramado de tráfico ilítico de defensa. La causa aún es secreta
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Hacía tiempo que la Policía les seguía la pista. Pero esto puede marcar un antes y un después. Dos personas de nacionalidad ucraniana y rusa fueron recientemente detenidas en el País Vasco. Guardaba relación con una trama de envío de suministro militar aeronáutico a Rusia, aunque se estima que previamente manejaban otro tipo de material. Las sospechas comenzaron medio año antes de estallar la invasión a Ucrania en febrero de 2022.
A los dos detenidos se les arrestó en las ciudades guipuzcoanas de Irún y Hondarrabia en el marco de la Operación Chelico. Por el momento no han trascendido muchos detalles, pero sí se conoce que uno de ellos se encuentra ya entre rejas por, presuntamente, guardar relación con una empresa española que suministraba herramientas de defensa o tecnologías de doble uso al país de Vladimir Putin.
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Fue lo que dictaminó de urgencia el Juzgado Central número cinco de la Audiencia Nacional, aunque desde el órgano judicial explicaron que la causa aún es secreta y muchos detalles no podrán revelarse. Al menos, de momento. Desde el servicio de inteligencia del Cuerpo Nacional de Policía avanzan sus sospechas de que, aunque efectivamente en estos momentos sólo administraban material bélico de tipo aeronáutico, cabe la opción de que en pasado traficaran con otras herramientas. Por el momento, los engranajes apuntan a todo un complot mayor que existía, como mínimo, desde junio de 2021, cuando se iniciaron las pesquisas.
El objetivo principal de este caso concreto era burlar los controles y embargos a los que se someten estas mercancías en su paso a Moscú, tras una sanción de Bruselas a raíz de la invasión a Crimea, ocho años antes de iniciar la guerra actual. El nombre de la compañía en cuestión desde la que operaban aún no se ha hecho público.
La fórmula del engaño
Aunque ambos llevaban tiempo bajo lupa, que la detención se produzca ahora no es casualidad. Según informan la Policía Nacional, que lideró la operación desde la dirección general en Madrid, tenían pruebas de que iba a producirse de forma inminente una intentona para sacar cristales para cabinas de aviones militares fuera del territorio europeo. Así que todo se aceleró. ¿Cómo era posible que no fueran detectados en tantas entradas y salidas? Lo que cuentan las autoridades es que habían diseñado toda una sofisticada red de ingeniería aduanera con la que movían el material a escala internacional, fingiendo que el destino de las mercancías era alguno de los países a los que la ley no somete a embargo. Pero Rusia era el destino final.
Además del CNP, participaron de forma conjunta en la detención tanto la Comisaría General de Información –que vela por el control comunitario o los embargos internacionales– como la Dirección Adjunta de Vigilancia Aduanera del Ministerio de Defensa, así como la Brigada Provincial de Información de San Sebastián. Las coordinaba el juzgado que instruye la causa en la Audiencia Nacional junto a la Fiscalía Anticorrupción, en un despliegue para tratar de evitar a tiempo que este cargamento llegase a manos rusas en pleno conflicto bélico.
La sombra de duda recae sobre todo en uno de los detenidos, la mujer. Los agentes creen que ella puede ser la mente pensante tras el entramado, y aún no se ha especificado qué vinculación tiene el marido con toda la trama, más allá de formar parte junto a su esposa de la empresa que lo tapaba todo.
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No es la primera vez que ocurre algo similar. Ya en 2008 se imputó a seis españoles de una empresa madrileña por vender ilegalmente recambios para aviones de combate a Irán. La compradora era una entidad ligada al gobierno iraní. Lo mismo pasó años después, cuando en 2014 la Guardia Civil desarticuló a una red que pretendía enviar al mismo país diferentes materiales para construir misiles. Hubo cuatro detenidos en Barcelona, Tarragona y Palma de Mallorca.
En este otro episodio, aún por descifrar, la investigación continúa abierta. Las autoridades tratan de probar si hubo más operaciones comerciales ilegales parecidas, que o bien hayan finalizado con éxito para los traficantes o puedan incluso seguir dándose a día de hoy. Las investigaciones continúan, con registros domiciliarios o intervención de documentación acreditativa, en formato físico o digital, así como dos vehículos de alta gama sobre los que no se conocen mayores detalles.
Hacía tiempo que la Policía les seguía la pista. Pero esto puede marcar un antes y un después. Dos personas de nacionalidad ucraniana y rusa fueron recientemente detenidas en el País Vasco. Guardaba relación con una trama de envío de suministro militar aeronáutico a Rusia, aunque se estima que previamente manejaban otro tipo de material. Las sospechas comenzaron medio año antes de estallar la invasión a Ucrania en febrero de 2022.