Quién es Amaia Martínez, la 'jefa de armas' de Vox en la tierra de Santiago Abascal
La singularidad del sistema electoral vasco provoca que Vox haya necesitado menos de 5.000 votos para obtener un escaño en Álava, la provincia menos poblada de la comunidad
Amaia Martínez se ha convertido en la primera representante electa de Vox en las instituciones del País Vasco. Lo ha hecho 15 años después de que Santiago Abascal se estrenara en el Parlamento vasco bajo las siglas del Partido Popular y, además, ha conseguido su escaño por Álava, la tierra de la familia del líder del partido. "Estamos ante una noticia histórica y me hace especial ilusión que en mi patria chica Vox haya recibido el respaldo suficiente para poner el primer pie", celebró este domingo Abascal una vez que las urnas certificaron su irrupción en la Cámara de Vitoria.
Martínez no esconde sus cartas de cara a la que será su labor de fuerte oposición al nacionalismo en el Parlamento vasco. Durante la campaña electoral, definió al PNV como el mayor patrocinador de la importación de inmigrantes: "Con sus espléndidas RGI [renta de garantía de ingresos] y ayudas varias están generando un efecto llamada". Otra de sus dianas ha sido la "imposición del euskera" en los ámbitos educativo y sanitario. "Con el dinero que nos ahorraríamos en menas, en inmigración, en imposición del euskera podríamos destinarlo a mejorar la situación de nuestros pensionistas", arengó en uno de sus últimos mítines esta vascoparlante que se rebela contra la "discriminación" que existe por no hablar la lengua vasca.
El PNV es el mayor patrocinador de la importación de inmigrantes.
— Vox Álava 🇪🇸 (@vox_alava) July 7, 2020
⚠️Su RGI están generando un efecto llamada y nuestros barrios son cada vez más inseguros.
●¿Por qué no se destinan esos medios a nuestros pensionistas?
¡Ellos sí merecen unas pensiones dignas!#VoxHablaPorti pic.twitter.com/KyPVxf1SjU
Licenciada en Periodismo por la Universidad del País Vasco, esta vitoriana de 51 años regenta, junto a su marido, una armería con tiendas en Vitoria y Logroño. Es madre de una enfermera y ha dedicado su vida a la familia y el trabajo. "Es una de las más fieles representantes de la España que madruga", asegura Vox en un comunicado remitido a este periódico. "Ante la pasividad de los supuestos partidos constitucionalistas", resalta la formación, la parlamentaria electa decidió dar un paso al frente en la política durante las pasadas elecciones municipales, cuando fue cuarta en la lista por su localidad natal.
Entonces, la candidatura recibió apenas 1.704 votos y se quedó lejos del 5% necesario para entrar en el ayuntamiento de la capital alavesa. Pero en las autonómicas ha sido otro cantar. La singularidad del sistema electoral vasco, que otorga 25 escaños por cada provincia, pese a las grandes diferencias de población entre ellas, ha provocado que, para conseguir un asiento por Álava, Vox apenas haya necesitado 4.722 votos, un 3,8% de apoyo entre el electorado. Paradójicamente, el número de papeletas es menor que en las generales del año pasado, cuando la formación verde se quedó sin representación al obtener 6.423 votos.
Esta situación no es nueva. Ya en 2009, UPyD logró un escaño en la misma circunscripción que consiguió revalidar en 2012. En los pasados comicios autonómicos, Ciudadanos heredó el reto, pero se quedó a las puertas. El partido entonces dirigido por Albert Rivera logró 4.784 votos que no le valieron para irrumpir en la cámara vasca. Ahora Vox logra lo que la mayoría de las encuestas le negaban al 12 de julio después de que en los comicios vascos de hace cuatro años apenas lograra 771 votos en Álava, el único territorio vasco en el que Abascal presentó candidaturas.
La presencia de Vox en el próximo Parlamento vasco es la única derrota que las urnas han deparado para las fuerzas nacionalistas en unas elecciones históricas para el soberanismo —PNV y EH Bildu ocuparán 53 de los 75 asientos del hemiciclo en una presencia nunca antes vista—. PNV y EH Bildu no pasaron por alto en sus celebraciones la noche del domingo la "malísima noticia" que supone la presencia de la formación de Abascal en el hemiciclo. "Hay que dejar a los fachas en la calle y mantener nuestro Parlamento limpio de ultras, xenófobos y machistas", había advertido el presidente 'jeltzale', Andoni Ortuzar, en la campaña para llamar a la movilización en Álava para dejar fuera del hemiciclo a Vox.
Un escaño contra el "supremacismo"
Ante este recibimiento, el coordinador de las campañas vasca y gallega, Ignacio Garriga, asegura que el escaño de Vox servirá para acabar con el "supremacismo" del PNV y desmontar la "corrupción institucionalizada" que a su juicio ha imperado hasta ahora. Asimismo, adelanta que Amaia Martínez defenderá los postulados de Vox respecto a la inmigración ilegal, el mundo rural, la bajada de impuestos y la libertad de educación.
"Hemos roto el silencio impuesto durante 40 años. La voz de los vascos por fin tendrá representación en el Parlamento autonómico", valoró en la noche electoral Garriga desde la sede del partido. Todo ello pese a un clima de "violencia, intimidación y acoso" que, según denunció, "ha impedido que las elecciones fueran libres y democráticas". "Este domingo simboliza el punto de partida de lo que hoy es un movimiento imparable que viene a recordar a miles de vascos, hasta ahora intimidados y señalados en su tierra", proclama Vox.
La parlamentaria electa de Vox avanza que su labor en la Cámara de Vitoria sera "acabar con el nacionalismo totalitario y la imposición del euskera"
Martínez ha avanzado este lunes que su labor en el Parlamento vasco será la de "acabar con el nacionalismo totalitario" y con la "imposición del euskera". En declaraciones a Radio Euskadi, ha asegurado que Vox defenderá su "propia voz" en el Parlamento, donde va a luchar por "lo que muchos no se han atrevido a decir con muchos más escaños" en los últimos años. "Vamos a defender la libertad de todos esos votantes que nos han dado su valentía en las urnas y vamos a defender las ideas que hemos llevado a nivel nacional", ha incidido, para tender la mano a quienes defiendan "la unidad de España ante todo".
La parlamentaria electa ha rechazado que su partido haya "llevado el espectáculo" a las calles vascas durante la campaña electoral. "La campaña que hemos tenido ha sido dura y no hemos buscado el espectáculo, solo ejercer nuestros derechos electorales", ha añadido.
Amaia Martínez se ha convertido en la primera representante electa de Vox en las instituciones del País Vasco. Lo ha hecho 15 años después de que Santiago Abascal se estrenara en el Parlamento vasco bajo las siglas del Partido Popular y, además, ha conseguido su escaño por Álava, la tierra de la familia del líder del partido. "Estamos ante una noticia histórica y me hace especial ilusión que en mi patria chica Vox haya recibido el respaldo suficiente para poner el primer pie", celebró este domingo Abascal una vez que las urnas certificaron su irrupción en la Cámara de Vitoria.
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