Museos, teatros y peluquerías desde el 15-M pero no bares: el plan vasco de desescalada

El plan ideado por el Gobierno vasco de cara a "la transición a la nueva normalidad" una vez superado el peor escenario del coronavirus contempla la apertura durante la segunda quincena de mayo de pequeños comercios, incluyendo las peluquerías pero no los bares, restaurantes y locales de ocio, y también de los centros culturales, teatros y museos con "limitaciones de distanciamiento físico y aforo". Igualmente, plantea para este periodo el retorno de la actividad docente presencia con la apertura de las aulas para los alumnos de 4º de la ESO, 1º y 2º de Bachillerato y 1º de FP en sus diferentes niveles y la "recuperación progresiva" de la actividad en los centros productivos y del sector de la construcción "aún limitados" por las medidas para hacer frente a la pandemia decretadas dentro del estado de alarma.

Estas son las principales propuestas que se recogen en el planteamiento de desescalada diseñado por el Ejecutivo de Vitoria, que contempla recobrar de forma importante la actividad en Euskadi dentro de tres semanas. Esto es, apenas finalice la prórroga del estado de alarma que este miércoles ha aprobado el Congreso hasta el 10 de mayo, y que el Gobierno ha anunciado que se prolongará en el tiempo aunque con una flexibilización de las medidas vigentes.

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Las líneas maestras del llamado 'plan de transición a la nueva normalidad' del Gobierno vasco las ha esbozado este viernes el lehendakari, Iñigo Urkullu, en una comparecencia a petición propia en la Diputación Permanente del Parlamento Vasco para dar cuenta de la situación actual del coronavirus en Euskadi y de la gestión realizada por el Ejecutivo de Vitoria hasta la fecha y de los planteamientos a futuro en la actual fase de estabilización de la pandemia.

Con anterioridad, la pasada semana, el lehendakari ya había planteado al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, las primeras tres medidas de flexibilización del estado de alarma para su entrada en vigor desde este mismo lunes día 27, caso de la salida a la calles de los niños, la apertura limitada y escalonada de comercios y pequeños negocios y la posibilidad de realizar actividad física de forma individual –solo una de estas peticiones, el permitir que los menores de 14 años puedan abandonar durante una hora al día la reclusión domiciliaria, ha sido atendida de momento por el Ejecutivo español–.

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La autorización de la actividad física al aire libre de modo individual y por tiempo limitado se incluye en esta "primera fase" de desescalada, al mismo nivel que la salida a la calle de los menores de 14 años acompañados de una persona adulta, y junto a la "incorporación progresiva" del personal al servicio de la Administración Pública.

La apertura "limitada y escalonada" de comercios y pequeños negocios se llevaría a cabo a partir de la segunda quincena de mayo, según este plan vasco de desescalada del confinamiento, y que excluye a los bares, restaurantes y locales de ocio. Sí incluye a las peluquerías dentro de los establecimientos que gozarían del aval para subir las personas y que tendrían que operar "en las mismas condiciones que para la realización de compras de alimentación: de forma individual, en lugares cercanos y en el tiempo mínimo necesario".

El plan contempla la "organización progresiva" de eventos culturales, deportivos y ocio, pero "muchos" de los actos veraniegos "no van a poder celebrarse"

El beneplácito para la apertura se extendería igualmente a los centros culturales, teatros y museos dentro de unas "limitaciones de distanciamiento físico y aforo". En este ámbito, el plan contempla la "organización progresiva" de eventos culturales, deportivos y de ocio con las mismas restricciones que para el resto de actividades.

A este respecto, el lehendakari mantuvo una reunión ayer jueves con los diputados generales de los tres territorios vascos, los alcaldes de las tres capitales y el presidente de la Asociación vasca de Municipios, Eudel, para abordar el futuro de los numerosos eventos culturales, fiestas populares y otras iniciativas de carácter sociocultural que nutren el calendario veraniego, y cuya celebración está muy en el aire. Se acordó dejar de plazo hasta el 10 de mayo para ofrecer un "horizonte de certidumbre sobre las condiciones precisas que podrían darse para celebrar algunos de estos eventos", si bien las instituciones vascas son conscientes de que "muchos" de estos actos "no van a poder celebrarse".

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En todo caso, el plan vasco de vuelta a la normalidad fija como periodo clave la segunda quincena de mayo, cuando se comenzarían a aplicar de forma "gradual" una serie de medidas a expensas de la evolución de la pandemia. La desescalada estará condicionada a las directrices de "las autoridades científicas y sanitarias", si bien, al respecto, Urkullu ha advertido de que "debemos prepararnos para un periodo largo de convivencia" con el coronavirus. "Es probable que se produzcan rebrotes y nuevos contagios hasta que tengamos una vacuna o una tratamiento eficaz. Tenemos que estar preparados y mentalizados para ello", ha alertado.

Por ello, ha insistido en que esta transición a la nueva normalidad debe "adaptarse en cada momento a los cambios y contingencias en la evolución de la pandemia", a partir de los indicadores de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de "nuestras autoridades sanitarias". De cara a esta nueva fase en la que se encuentra la pandemia, el lehendakari ha insistido en su exigencia de que la desescalada se lleve a cabo atendiendo a la situación que presente cada comunidad autónoma, con medidas que sean consensuadas entre el Gobierno español y los presidentes regionales.