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En cuarentena política tras 20 días: el torcido estreno de la edil de Turismo de Donostia
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En cuarentena política tras 20 días: el torcido estreno de la edil de Turismo de Donostia

Cristina Lagé se estrenó en la política tras más de dos décadas en el sector hostelero el 27 de febrero cuando tomó posesión de su acta de concejal: Solo ha podido participar en dos Juntas de Gobierno

Foto: La edil del PSE de San Sebastián Cristina Lagé posa en uno de los balcones del ayuntamiento. (EC)
La edil del PSE de San Sebastián Cristina Lagé posa en uno de los balcones del ayuntamiento. (EC)

Cristina Lagé se había resistido a entrar en política durante más de una década. Había recibido propuestas de diferente color ideológico, pero la profesión tiraba mucho. Por ello, jamás hubiera pensado que su salto a la política después de más de 20 años de dedicación al mundo de la hostelería y al turismo pudiera ser tan torcido. Porque decir que el estreno le ha pillado con el pie cambiado es quedarse corto. Ya de primeras le costó entrar, ya que se quedó fuera del Ayuntamiento de San Sebastián de forma inesperada a raíz de la importante caída electoral del PSE-EE en los comicios municipales del pasado año, lo que le dejó a las puertas de la corporación municipal –iba de número 6 en la lista y los socialistas obtuvieron cinco concejales tras perder dos representantes–. Y ahora, una vez dentro tras la marcha del portavoz del partido, Ernesto Casco, debido a su reclutamiento como Alto Comisionado para la Lucha contra la Pobreza Infantil por el presidente del Gobierno Pedro Sánchez, ve cómo el coronavirus le ha dejado fuera de la política a las primeras de cambio de forma momentánea.

"Pues sí ¡Vaya estreno!", asume, resignada vía telefónica desde la cuarentena de su casa. Lagé tomó posesión de su acta y asumió la concejalía de Turismo Sostenible el 27 de febrero, apenas 48 horas antes de que se registrara el primer caso de Covid-19 en el País Vasco, en Álava. Por entonces, no se imaginaba que la posterior expansión imparable de la patología le pudiera golpear en primera persona. "Me he quedado a cuadros al saber que estaba contagiada". Lo dice quien ya de por sí, antes de que el Covid-19 haya hecho acto de presencia en su cuerpo, siempre lleva consigo geles hidroalcohólicos y echa mano de clínex de forma habitual para abrir las puertas de los baños públicos. "Es un castigo divino por hipocondríaca, histérica", bromea ahora confinada en la habitación de su domicilio.

El positivo se ha confirmado hoy pero Lagé lleva en cuarentena autoimpuesta desde que el martes se encontrara mal y no acudiera a la Junta de Gobierno

La confirmación del positivo ha llegado en la mañana de este martes, pero Lagé lleva en aislamiento domiciliario autoimpuesto una semana, desde que el pasado martes día 17 se encontró mal al levantarse de la cama. Entonces, por "responsabilidad", decidió no acudir a la Junta de Gobierno ante la posibilidad de que hubiera contraído el virus. "Y menos mal", suspira ahora aliviada al saber que su actitud previsora ha podido evitar posibles nuevos contagios en el corazón de la corporación municipal, pese a las medidas de protección adoptadas de puertas para adentro.

No es, en todo caso, el único positivo en las filas municipales. Su compañero de partido y concejal de Vías Públicas, Miguel Ángel Díez, está ingresado en el hospital al ser visitado por la pandemia –se encuentra "razonablemente bien", ha afirmado esta mañana el alcalde Eneko Goia (PNV)–, la cual también ha abrazado de momento a seis trabajadores municipales. "Siempre hay alguien que va a estar peor", afirma Lagé para dar a entender que no quiere ni puede quejarse en exceso de su situación.

Foto: Un trabajador municipal desinfecta las calles en Madrid. (Reuters)

No obstante, admite que está "tocada" a nivel físico y psicológico. En relación a las secuelas en el cuerpo, asegura que están "muy equivocados" quienes piensan que se trata de una gripe normal. Al menos, en su caso. "Es mucho peor que un catarro. Estoy hecha polvo", admite. "No he tenido complicaciones respiratorias ni nada por el estilo, pero me he encontrado realmente mal", incide quien no ha podido "ni leer". Y no es por falta de ganas, pero el cuerpo es, a día de hoy, el que ordena. Y éste le ha prohibido incluso el teletrabajo en contra de su voluntad. "A veces no puedo ni contestar por teléfono a mis amigas", esgrime. Tambien influye –estima– el hecho de que su sistema inmunológico no se encuentran en plenitud de facultades, con las defensas aún no recuperadas del cáncer de mama que sufrió hace dos años. Al menos, es su creencia. Como también esta convencida que este trance le ha puesto las cosas más fácil al Covid-19 para apoderarse de su cuerpo. "Pero no tengo ninguna evidencia médica", enfatiza.

La semana está siendo una noria de estados y sentimientos para esta empresaria de la hostelería reconvertida en 'currante de la política' de forma temporal. De repente está bien, al poco tiempo la temperatura le sube a 38,5 grados, a las horas desaparece el malestar... Esta pasada madrugada, por ejemplo, ha sido la "peor" y no ha podido pegar ojo. Ahora mismo, en el momento de hablar por teléfono, se viene arriba al proyectar su sensación de que "empiezo a darle la vuelta a la situación". Pero –apostilla– "no quiero hablar muy alto". Es la experiencia de siete días la que marca las reservas.

"No he tenido complicaciones respiratorias ni nada, pero me he encontrado realmente mal", incide Lagé, que no ha podido leer ni teletrabajar por su estado

El contagio afecta al cuerpo pero también a la mente, con repercusiones que llegan a ser incluso "más duras" que las físicas. Son más difíciles de sobrellevar para una persona que se define como "hiperactiva". "Estar encerrada en una habitación sola es difícil de llevar", indica. Ademas, pensar que ha podido contagiar a otras personas le sigue "obsesionado". Su pareja sentimental y su hija, de 17 años, han logrado esquivar a la patología. Y para no tentar a la suerte, Lagé no abandona la habitación con su baño particular, y en casa se han establecido unos estrictos protocolos para tener acceso a la comida o cualquier otra necesidad material. Desde el otro lado de la puerta, celebra la respuesta que está dando su hija Aitana con la que convive. "Pensaba que lo iba a llevar peor y no ha habido ninguna queja", resalta.

De momento, la trayectoria política de Lagé se limita a escasos 20 días en el ayuntamiento en los que no ha tenido tiempo de participar en ningún pleno –al margen de la sesión de toma de posesión– o comisión municipal. Dos Juntas de Gobierno y nada más, porque el avance del coronavirus iba modificando día a día los planes y tachando las citas de la agenda. Como bien dice la lógica, el coronavirus es en estos momentos peor rival que cualquier adversario político. Eso sí, deja constancia de que su condición de concejal delegada de Turismo Sostenible no le ha supuesto "ningún privilegio" a la hora del diagnóstico. Estuvo en espera telefónica durante una hora y 45 minutos antes de ser atendida y se desplazó en dos ocasiones a Urgencias sola en su coche particular. La última vez, el domingo, cuando le hicieron las pruebas, cuyos resultados positivo ha conocido esta mañana, "casi 48 horas después", deja constancia.

Foto: Pedro Sánchez preside este 24 de marzo el Consejo de Ministros en el búnker de la Moncloa. (EFE)

La conversación da para reflexiones, alguna que otra crítica y, sobre todo, bromas. La, por momentos, tos queda en un segundo plano ante el protagonismo del humor. Es la "mejor manera" de hacer frente al coronavirus. De hecho, su Whatsapp echa humo con chistes, mensajes de humor y memes y vídeos graciosos que buscan animarle en estos momentos. No quiere borrar la sonrisa de su cara porque, como sostiene, una de las claves para sobrellevar la situación es reír. "Esto te obliga a ser mentalmente muy fuerte", subraya. Por ello, procura no ver la televisión porque, sin ánimo de criticar o menospreciar el trabajo de los medios de comunicación, considera que se está "abusando un poco" de las cifras de muertos o de la situación en las residencias de personas mayores. "Hay mucha gente enferma que lo está pasando realmente mal y no necesita escuchar este tipo de cosas", argumenta.

Cristina Lagé se había resistido a entrar en política durante más de una década. Había recibido propuestas de diferente color ideológico, pero la profesión tiraba mucho. Por ello, jamás hubiera pensado que su salto a la política después de más de 20 años de dedicación al mundo de la hostelería y al turismo pudiera ser tan torcido. Porque decir que el estreno le ha pillado con el pie cambiado es quedarse corto. Ya de primeras le costó entrar, ya que se quedó fuera del Ayuntamiento de San Sebastián de forma inesperada a raíz de la importante caída electoral del PSE-EE en los comicios municipales del pasado año, lo que le dejó a las puertas de la corporación municipal –iba de número 6 en la lista y los socialistas obtuvieron cinco concejales tras perder dos representantes–. Y ahora, una vez dentro tras la marcha del portavoz del partido, Ernesto Casco, debido a su reclutamiento como Alto Comisionado para la Lucha contra la Pobreza Infantil por el presidente del Gobierno Pedro Sánchez, ve cómo el coronavirus le ha dejado fuera de la política a las primeras de cambio de forma momentánea.

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