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Los familiares de los sepultados en Zaldibar alzan la voz: "Pedimos los cuerpos"
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comparecen al cumplirse un mes del derrumbe

Los familiares de los sepultados en Zaldibar alzan la voz: "Pedimos los cuerpos"

Los allegados de Joaquin Beltrán y Alberto Sololuce censuran que su desaparición "está pasando a un segundo término con el paso del tiempo" y exigen que "les saquen cuanto antes"

Foto: Los familiares de los dos trabajadores del vertedero de Zaldibar sepultados tras el derrumbe comparecen este sábado a los pies de la infraestructura. (J.M.A.)
Los familiares de los dos trabajadores del vertedero de Zaldibar sepultados tras el derrumbe comparecen este sábado a los pies de la infraestructura. (J.M.A.)

A las puertas del vertedero de Zaldibar (Vizcaya), en la entrada de la escombrera, un altar improvisado con dos velas encendidas recuerda a Joaquín Beltrán y Alberto Sololuce, los dos trabajadores que permanecen sepultados bajo toneladas de residuos después de que el pasado 6 de febrero se derrumbara la masa de basura ladera abajo. Sus familiares temen que la llama de su recuerdo se apague y, por ello, este sábado han alzado la voz para que su búsqueda no caiga en el olvido institucional y sean “sacados cuanto antes” de la montaña de basura.

“Estamos muy preocupados porque el tema de la desaparición de Alberto y Joaquín, con el paso del tiempo, está pasando a un segundo término”, han clamado. Junto a este altar a modo de homenaje, los familiares han comparecido este sábado por primera vez de forma pública en un acto conjunto ante las cámaras. Con anterioridad ya se habían pronunciado por separado, siempre dentro de ese segundo plano en el que se han situado, a la espera del avance de las tareas de búsqueda.

Foto: Los equipos trabajan en Zaldibar, donde continúa la búsqueda de los dos trabajadores sepultados. (EFE)

Pero algo ha cambiado en la percepción de los familiares, en quienes cunde el desánimo por lo que ven, escuchan y notan en los últimos días. “Nos vemos obligados a repetir que su desaparición continúa en la misma situación, que siguen bajo tierra y que nuestro dolor es cada vez más angustioso y más insoportable”, denuncian Helena y Olaia Alberdi, sobrinas de Alberto Sololuce, en nombre de las dos familias con la lectura de un comunicado, arropadas a sus espaldas por allegados de los dos trabajadores sepultados y ante varios ramos de flores.

Las palabras de denuncia ante la amenaza del olvido y de ruego para que se antepongan y avancen sin descanso las tareas de búsqueda se mezclan con la emoción de los familiares, algunos de los cuales no pueden evitar derrumbarse entre lágrimas. “Ya ha pasado un mes desde que desaparecieron mientras trabajaban y durante este tiempo sus familiares no hemos conocido un momento de sosiego, ya que el sufrimiento que estamos padeciendo no nos deja pensar otra cosa”, aseveran.

"No pedimos más que lo que es nuestro, los cuerpos, y que se aclare lo ocurrido", exigen los familiares con "un dolor cada vez más insorpotable"

“No pedimos más que lo que es nuestro, los cuerpos, y que se aclare lo ocurrido”, exigen. Los familiares consideran necesario alzar la voz en estos momentos porque ven con preocupación el desarrollo de los acontecimientos conforme pasan los días: temen que tras las elecciones autonómicas del 5 de abril, donde el derrumbe de Zaldibar y la controvertida gestión del Gobierno vasco de la crisis se ha convertido en precampaña en materia de confrontación política, las labores de búsqueda de Joaquín y Alberto entre toneladas de residuos dejen de tener un carácter prioritario.

Los familiares de Joaquín Beltrán han optado por dejar el foco informativo de hoy a los allegados de Alberto Sololuce. Ellos ya pusieron voz a su indignación el miércoles cuando denunciaron a través de un comunicado el “despropósito absoluto” de los “comisarios políticos” del operativo de rescate. Según censuraron, las labores de búsqueda han estado “totalmente descoordinadas desde arriba” con decisiones “inadecuadas e insuficientes”. “Se puede y se debe hacer mucho más de lo que se está haciendo”, criticaron para poner de manifiesto que la única realidad es que “Alberto y Joaquín siguen enterrados entre basura”.

placeholder Una allegada de los trabajadores sepultados en el vertedero de Zaldibar enciende las velas en su homenaje. (J.M.A.)
Una allegada de los trabajadores sepultados en el vertedero de Zaldibar enciende las velas en su homenaje. (J.M.A.)

Las críticas contra la actitud institucional se convierten en agradecimientos a los operarios que trabajan en las labores de rescate sobre un terreno marcado por la inestabilidad y con todo tipo de residuos –incluido amianto– bajo sus pies, con la amenaza de que se puedan generar nuevos incendios. “Sabemos que están haciendo lo imposible por encontrarles y queremos hacerles llegar toda la fuerza de las dos familias para que no cejen en el empeño y para que continúen esforzándose al máximo por encontrar los dos cuerpos”, reconocen. Igualmente, agradecen a todos aquellos que están acudiendo a las diferentes movilizaciones populares para exigir que se encuentre a los dos desaparecidos. "Su ánimo y energía son nuestra fuente de apoyo e inspiración", resaltan.

Los allegados de los dos trabajadores del vertedero propiedad de Verter Recycling 2002 se muerden la lengua a la hora de hablar de la respuesta institucional y de la actitud del lehendakari Iñigo Urkullu. Prefieren no decir todo lo que se les viene a la cabeza en estos momentos, con la prioridad siendo la que es. “¡Qué decir de las palabras del propio lehendakari!”, protestó la familia de Joaquín Beltrán en su comunicado de esta semana a la hora de denunciar el “bochornoso espectáculo de las comparecencias, dimes y diretes, información y desinformación de los portavoces de los distintos partidos políticos, y de las palabras de viceconsejeros y consejeros del Gobierno Vasco”.

Foto: Urkullu y los cuatro consejeros del Ejecutivo, en los instantes previos a su comparecencia de este martes en el Parlamento Vasco. (EFE)

Las familias no olvidan la desatención institucional inicial tras el derrumbe, que mantuvo en silencio durante cuatro días al gabinete de Urkullu, que no calibró las verdaderas consecuencias de que el vertedero se viniera ladera abajo. El lehendakari tardó seis días en desplazarse a Zaldibar para reunirse con los allegados de los dos trabajadores sepultados. Con posterioridad, pidió disculpas en esencia por las formas, por haber dado la sensación de una falta de empatía, tanto en el Parlamento Vasco, a donde compareció forzado por la oposición, como en una ronda de entrevistas en diferentes medios para defender su actuación. “Una puesta en escena vacía de contenido con la que cubrir las apariencias ante la inminencia del escenario electoral. No vale la ‘autocrítica’ si no se critica nada, si no se corrige nada”, replicaron los allegados de Joaquín Beltrán.

Esta semana, tras el pronunciamiento de denuncia de los familiares de Joaquín Beltrán, el presidente vasco recurrió a las redes sociales para comprender su “dolor” y reiterar que siente si no ha sido capaz de transmitir a las familias de los dos desaparecidos “cercanía a su dolor” y su “compromiso personal diario para impulsar las labores de búsqueda”. Son palabras “huecas, vacías”, insisten este sábado los allegados de los dos trabajadores sepultados.

La comparecencia de los allegados a los pies del vertedero se produce al mismo tiempo que Urkullu presenta su candidatura a lehendakari en Vitoria

Paradójicamente, la comparecencia de este sábado de los familiares a la entrada de la escombrera, en Ermua (Vizcaya), y que tiene lugar bajo un intenso aguacero, se produce al mismo tiempo que Urkullu presenta de forma oficial su candidatura a lehendakari en el Palacio de Europa de Vitoria en un acto del PNV con la intervención del presidente del partido, Andoni Ortuzar, y los otros dos cabezas de lista territoriales al Parlamento Vasco. Las primeras palabras de Urkullu han hecho alusión al “grave, doloroso y duro” derrumbe de Zaldibar para remarcar que “la prioridad" sigue siendo encontrar a los dos trabajadores sepultados. “Allí, a esta hora, hay profesionales y trabajadores dedicados plenamente a resolver todos los problemas. La prioridad sigue siendo encontrar a Alberto y Joaquín. Queda mucho por hacer y vamos a seguir empeñados, día a día, hasta lograrlo", ha aseverado.

También ha aludido a la controvertida gestión del Gobierno del derrumbe, que ha provocado una crisis política y medioambiental sin precedentes en el País Vasco, para defender que el Ejecutivo ha actuado con “transparencia total” al contar “todo” en su intervención en el Parlamento Vasco del pasado 18 de febrero junto a cuatro consejeros. “¿Teníamos que haberlo contado antes? La única verdad es que prioricé el respeto al Parlamento Vasco y que mi deseo es la aparición de Alberto y Joaquín”, ha justificado el lehendakari.

placeholder Homenaje a Joaquín Beltran y Alberto Sololuce a la entrada de la escombrera, en Ermua. (J.M.A.)
Homenaje a Joaquín Beltran y Alberto Sololuce a la entrada de la escombrera, en Ermua. (J.M.A.)

"Una reflexión sobre Zaldibar. Desde el primer momento y en todo momento ni siquiera me pregunto: ¿Es acaso el vertedero público, de una empresa pública? Ni tan siquiera me he preguntado si, una vez sofocados los incendios y controlados los índices de calidad del aire, tiene que ser la Administración pública la que esté acometiendo todo lo que allí se está haciendo. Sin embargo, es la Administración pública la que está interviniendo para paliar la situación producida por el derrumbe. ¿Que una vez sucedidas las cosas se podían haber hecho de otra manera?. Hemos procedido con transparencia total y hemos contado todo ante la Diputación Permanente del Parlamento", ha afirmado para cerrar la cuestión con un "no negamos las dificultades".

Para entonces, la respuesta a las palabras de Urkullu ya había llegado por parte de los familiares, temerosos de que dentro de un mes su batalla de recuperar a los dos desaparecidos quede igualmente enterrada entre toneladas de olvido: "Alberto y Joaquín desaparecieron mientras trabajaban, no desaparecieron en el mar, sino en un terreno bien delimitado. Todos sabemos más o menos dónde, todos conocemos el lugar, y todos tratamos de ayudar, cada uno desde su posición, para que les saquen cuanto antes".

A las puertas del vertedero de Zaldibar (Vizcaya), en la entrada de la escombrera, un altar improvisado con dos velas encendidas recuerda a Joaquín Beltrán y Alberto Sololuce, los dos trabajadores que permanecen sepultados bajo toneladas de residuos después de que el pasado 6 de febrero se derrumbara la masa de basura ladera abajo. Sus familiares temen que la llama de su recuerdo se apague y, por ello, este sábado han alzado la voz para que su búsqueda no caiga en el olvido institucional y sean “sacados cuanto antes” de la montaña de basura.

Vizcaya Basura Iñigo Urkullu
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