Cárcel por quedarse los 200.000 euros de un décimo de lotería compartido

La Audiencia de Vizcaya ha condenado a dos años de prisión a un hombre que se quedó con la totalidad de los 200.000 euros del premio de un décimo de lotería para el sorteo del Niño que había adquirido junto a dos amigos en una administración de lotería de Bilbao. El condenado deberá indemnizar ahora a los otros dos copropietarios del boleto con 66.667 euros, la cantidad proporcional al premio obtenido, y al pago de una multa durante siete meses a razón de una cuota diaria de 12 euros (unos 2.600 euros en total).

La sentencia le considera responsable de un delito de apropiación indebida agravado por razón de la cuantía de la que se apoderó –excede de 50.000 euros– sin la concurrencia de circunstancias modificativas de la responsabilidad criminal.

El fallo considera como hechos probados que el condenado, natural de Marruecos, acordó con los dos amigos la compra entre los tres de un décimo para el sorteo de la Lotería Nacional del 6 de enero de 2018 apenas dos días antes del mismo, aportando cada uno su parte correspondiente a los 20 euros de importe. La adquisición del boleto fue encargada a otra persona con la petición de que el número debía acabar en la terminación '85', algo que hizo esa misma tarde en una administración de lotería del barrio bilbaíno de Deusto.

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EC

Al tratarse de un décimo compartido, y como “garantía de participación de los adquirientes”, el boleto, una vez en sus manos, fue fotografiado por los tres compradores con sus respectivos móviles. El décimo fue agraciado con 200.000 euros y el ahora condenado, aprovechando que lo tenía en su poder y “no respetando el acuerdo verbal con los demás adquirientes”, procedió al cobro de la totalidad del premio “con ánimo de lucro” dos días después del sorteo, “negándose a repartirlo con los demás adquirientes del décimo e integrándolo definitivamente en su patrimonio personal”.

El acusado negaba que los otros dos propietarios del décimo hubieran puesto dinero para su compra, si bien la Sección Segunda de la Audiencia de Vizcaya califica de “pueril”, sin que “responda realmente a una causa objetiva y razonable”, su explicación sobre las fotografías que los denunciantes sacaron del boleto premiado con sus móviles de forma previa. Según justificó, hicieron una foto al décimo porque, según los denunciantes, “era por si él no llegaba a ver el billete premiado lo podían verlo y comprobarlo ellos, por si él estuviese fuera y así le podían dar una sorpresa”. A este respecto, argumentó que existía “confianza” entre ellos y los denunciantes “le suelen buscar entre las cosas y así le hicieron la fotografía” al décimo.

El condenado aseguró de forma "pueril" que sus dos amigos hicieron una fotografía del décimo para poder comprobarlo y darle una sorpresa si tocaba

Sin embargo, el tribunal considera “clara y coherente” la versión de los perjudicados, que aseguraron que cada uno de ellos puso 6,70 euros para adquirir el décimo, que dejaron al acusado para su custodia por “confianza” y “amistad”. La Audiencia Provincial estima que se está ante un “pacto verbal con datos suficientes para concluir la obligación” de repartir del premio, de modo que el condenado, aprovechando que se le había atribuido la posesión material del boleto por “una relación de amistad”, obtuvo un “enriquecimiento ilícito a costa de los otros dos adquirientes del décimo”. En este sentido, constata que el condenado cobro el premio “inmediatamente” y lo ingresó en su cuenta corriente.

Tras el sorteo, los otros dos copropietarios del décimo llamaron “varias veces” por teléfono al condenado, que “quedó en verles para tratar el asunto del boleto premiado”. Sin embargo, como refleja la sentencia, no solo “no tuvo ninguna intención de llegar a ningún acuerdo” sino que su pretensión era ir juntos a Comisaría para que las otras dos personas retiraran la denuncia que habían interpuesto por un presunto delito de apropiación indebida del premio.

El tribunal le impone una multa porque, si bien ahora cobra la RGI, tiene "medios suficientes" para su pago "sin alterar sustancialmente su patrimonio"

En cuanto al dinero obtenido, el condenado señaló que obtuvo 160.000 euros, ya que Hacienda se quedó con 40.000 euros del premio, y, de esta cantidad, solo dispuso de 73.000 euros, parte de la cual envió a su familia, ya que el resto le fue “embargado”. Asimismo, alegó que en la actualidad "está viviendo de la Renta de Garantía de Ingresos (RGI)" para dejar constancia de la falta de recursos.

No obstante, el tribunal le impone una multa de siete meses a razón de 12 euros diarios ya que, pese a tener en cuenta de que ahora percibe cantidades por esta ayuda social, “ha ganado y cobrado una importante cantidad de dinero en la Lotería y tiene medios suficientes para hacer frente” a su pago “sin alterar sustancialmente su patrimonio”. En cuanto a la responsabilidad civil por los daños y perjuicios provocados con su conducta, el condenado deberá indemnizar a los dos denunciantes con la cantidad de 66.667 euros a cada uno de ellos, la parte correspondiente a los perjudicados que se apropió y que no ha sido objeto de reparto, “sin perjuicio de las liquidaciones de los impuestos correspondientes por la obtención de dicho premio”.