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El AVE vasco tendrá conexiones cada media hora entre capitales a un precio de 8-12 euros
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ANUNCIO A LAS PUERTAS DE LA CAMPAÑA ELECTORAL

El AVE vasco tendrá conexiones cada media hora entre capitales a un precio de 8-12 euros

Se ha optado por un "precio social" en los trayectos entre Vitoria-Donostia-Bilbao para que haya "una gran demanda" y el servicio ferroviario sea "realmente una alternativa" al uso del vehículo privado

Foto: Una reciente protesta en Vitoria de contrarios a la llegada de la alta velocidad al País Vasco.
Una reciente protesta en Vitoria de contrarios a la llegada de la alta velocidad al País Vasco.

El horizonte de la llegada del tren de alta velocidad (TAV) al País Vasco comienza a despejarse una vez que el Gobierno de Vitoria ya ha asumido de forma pública que no será en 2023, sino un año después, cuando el AVE vasco sea una realidad. Con la primavera de 2024 ahora como fecha prevista de entrada en servicio de esta infraestructura –aunque tratándose de una obra que acumula interminables retrasos no se puede dar nada por seguro–, las incógnitas se van también despejando en cuanto a su explotación: esto es, tiempos, frecuencias o precios estimados.

El Ejecutivo de Iñigo Urkullu plantea un esquema operativo basado en servicios Intercity entre las tres capitales vascas con conexiones cada media hora en horas punta, la programación de 21 servicios diarios y el establecimiento de un precio que oscile entre ocho y doce euros de media. Se ha apostado por un “precio social” en estos trayectos para lograr que el servicio ferroviario sea “realmente una alternativa” al uso del vehículo privado.

El Gobierno vasco ya ha asumido de forma pública que no será en 2023, sino un año después, cuando la llegada de la alta velocidad sea una realidad

El ‘punto de partida’ radica en el reconocimiento por parte del Gobierno vasco de que el actual servicio de trenes que conecta las tres capitales “no resulta competitivo” de ningún modo por precios, frecuencias y tiempos de desplazamiento. Ante este complicado itinerario, la puesta en marcha de un servicio Intercity con salidas cada media hora y, sobre todo, con tarifas sociales “puede dar lugar a que la demanda suba y podamos ser realmente competitivos, y dar una solución una alternativa a la que tenemos en estos momentos". Así lo pone de relieve la consejera vasca de Desarrollo Económico e Infraestructuras, Arantxa Tapia, que ha dado cuenta de las estimaciones sobre tiempos, frecuencias y precios que se recogen en un estudio elaborado por la Eurorregión Euskadi-Navarra-Aquitania en un desayuno informativo con los medios en San Sebastián a escasas horas del inicio de la campaña electoral para las generales del 28 de abril.

Las tarifas de “ocho, diez o doce euros” de media para las conexiones entre las capitales vascas surgen de “una estimación precisa” que ha realizado el estudio de la Eurregión y que es “bastante ajustada”, según precisan fuentes del Departamento que lidera Tapia. Con la implantación estos precios “competitivos”, y que obedecen al “carácter social” de estos trayectos de “corta y media distancia”, se considera que habrá una “gran demanda” que reducirá el tráfico rodado por las carreteras vascas.

Foto: El alcalde de Vitoria, Gorka Urtaran (derecha), recibe este jueves a Ábalos para la firma del proyecto de la entrada del AVE a la capital alavesa. (EFE)

En todo caso, el precio previsto para estos trayectos es “estimativo” y el coste final dependerá, entre otros factores, de los costes de explotación y mantenimiento, del operador(es) que se encargue(n) del servicio o de si el servicio ferroviario se encuentre ya liberalizado para la entrada en funcionamiento del AVE vasco –está previsto que sea en breve–. Existen condicionantes a la hora de fijar el precio, si bien, según remarcan las mismas fuentes, “la planificación está elaborada en base a esta orquilla de ocho-doce euros” para lograr que sea un “tren social”. “Existe un margen de actuación para hacer compatible y viable el servicio en este baremo. Entendemos que tenemos que poner un precio competitivo dado su carácter social”, enfatizan. Entre las opciones, por ejemplo, también se contempla como opción que el precio estimado pueda ser “un poco superior” y los usuarios de los sistemas de bonificación del transporte público en el País Vasco se beneficien de descuentos en las tarifas. Pero es algo que “todavía está por definir”.

Una vez se liberalice el sector ferroviario, el Gobierno vasco está valorando la posibilidad de que la entidad pública EuskoTren sea un operador de estos servicios Intercity o realice esta labor junto a Renfe o la SNCF –la empresa estatal francesa que explota los ferrocarriles en este país–, aunque también podría ser un operador privado quien se encargue de ello.

Se pretende potenciar las comunicaciones con Pamplona y Burdeos: se prevé un servicio con la capital navarra cada hora y de algo más con Francia

A la espera de la definición del quién, el Ejecutivo vasco parece tener claro el cuánto y el cuándo. Así, a este último respecto, valora la existencia de una frecuencia de alrededor de media hora entre los servicios que unirán Vitoria, San Sebastián y Bilbao con un total de 21 servicios al día, lo que permitiría cubrir la “práctica totalidad” de la jornada. También se pretende potenciar las comunicaciones con Pamplona y Burdeos (Francia), ya que la denominada 'Y vasca' forma parte de un corredor Atlántico ferroviario que es “prioritario” para la Unión Europea, por lo que también resulta preferente la conexión hacia Burdeos y París, y el interior de España por Pamplona y Burgos.

En el caso de la conexión con Pamplona, la frecuencia prevista sería de un servicio cada hora y de algo más para el que conecta con Burdeos en base a la demanda estimada. En ambos casos, el precio será “algo mayor” que el fijado para las conexiones entre las tres capitales, aunque la tarifa se situará “dentro de esta proporción y escala social” estipulada. “No van a ser en ningún caso billetes de 20 o 25 euros”, aseguran de forma categórica desde el Departamento.

El AVE vasco conectará San Sebastián con Vitoria y Bilbao en 45 minutos, mientras que las capitales alavesa y vizcaína estarán unidas en 30 minutos

En la actualidad, la conexión ferroviaria entre Vitoria y San Sebastián requiere de 1 hora y 35 minutos de trayecto. Con la entrada en vigor del AVE vasco el tiempo se reducirá a 45 minutos –se trata de una estimación “redondeada” y podría ser algo menor, precisan desde el Gobierno vasco–. Es el mismo tiempo previsto para la unión entre San Sebastián y Bilbao. Las capitales alavesa y vizcaína estarán conectadas en menor tiempo, en 30 minutos. Por su parte, la conexión con Madrid se acortará de forma considerable, prácticamente a la mitad, y pasará de cinco a 2.45 horas en el caso de San Sebastián, de 5.10 a 2.30 en el trayecto a Bilbao y de 3.35 a 2.00 en el destino a Vitoria.

En cuanto a la demanda, las previsiones apuntan a que casi cuatro millones de viajeros utilizarán al año estos servicios Intercity internos en el País Vasco, según determina el estudio elaborado por la Eurorregión sobre el potencial uso del AVE vasco y de sus conexiones con Navarra y Francia. Asimismo, la demanda de la red de alta velocidad vasca para los viajes a Madrid y otros territorios limítrofes alcanzaría la cifra de 7,2 millones de usuarios. En el caso concreto de Navarra, el uso oscilaría entre 1,4 millones para la conexión a través e Ezkio (Guipúzcoa) y de 945.000 para el enlace por Vitoria.

Foto: El ministro de Fomento, José Luis Ábalos. (EFE)

La unión de la nueva red ferroviaria con Navarra es a día de hoy la gran incógnita que presenta el proyecto de la alta velocidad vasca. La conexión con la Comunidad Foral sigue pendiente de su definición y en la actualidad Fomento está analizando las alegaciones presentadas durante el trámite de información pública al proyecto con las dos alternativas. A este respecto, Fomento ha solicitado la ampliación del plazo para el envío del expediente a Medioambiente hasta junio a la vista del “elevadísimo” número de alegaciones presentadas, por lo que la aprobación definitiva del proyecto, según las estimaciones del Ejecutivo de Vitoria, se retrasará “en el mejor de los casos hasta finales de 2019”.

La conexión a través de Ezkio contempla la ejecución de un túnel bitubo de 21 kilómetros atravesando el borde occidental de la Sierra de Aralar, además de otros túneles y viaductos de menor dimensión al norte del cruce sobre la autovía A-1. La alternativa por Vitoria siguiendo el corredor de la infraestructura ferroviaria actual es un trazado fundamentalmente en superficie, de mayor longitud que la otra opción, aunque, en principio, presenta una mayor sencillez constructiva.

placeholder El ministro de Fomento, José Luís Ábalos, saluda a la consejera vasca de Infraestructuras, Arantxa Tapia.
El ministro de Fomento, José Luís Ábalos, saluda a la consejera vasca de Infraestructuras, Arantxa Tapia.

La demora en el proyecto de conexión con Navarra es una de las amenazas que existen para que la obra civil pueda estar finalizada en 2023, junto a la construcción del denominado nudo de Bergara –desde donde parten los ramales a las tres capitales– y el desarrollo de los proyectos de entrada del tren a las tres capitales vascas. A día de hoy, el 90% del tramo guipuzcoano del AVE vasco, encomendado por el Gobierno español al vasco, está ya terminado, mientras que el 75% del trazado de Vizcaya y Álava está finalizado.

El Gobierno vasco trabaja con la previsión de que la obra civil de la Y vasca “esté absolutamente terminada” en 2023 para, posteriormente, culminar la denominada superestructura –vías, electrificación…– y llevar a cabo todas las pruebas necesarias para garantizar la seguridad de la infraestructura. Todo ello hace que el Ejecutivo de Vitoria asuma que la entrada en funcionamiento de la alta velocidad no se producirá hasta 2024, algo que hasta ahora se negaban a reconocer de forma pública los Ejecutivos español y vasco, que seguían manteniendo la fecha de 2023 a pesar del retraso que acumulan algunos de los tramos. Tapia, que siempre ha sido muy exigente en su petición al Gobierno español para que la alta velocidad vasca fuera una realidad en 2023, deja en un segundo plano esta nueva demora y opta por poner el acento en que esta infraestructura "no tiene vuelta atrás". Eso sí, emplaza a "mantener la tensión" para que los plazos no se alarguen aún más.

El horizonte de la llegada del tren de alta velocidad (TAV) al País Vasco comienza a despejarse una vez que el Gobierno de Vitoria ya ha asumido de forma pública que no será en 2023, sino un año después, cuando el AVE vasco sea una realidad. Con la primavera de 2024 ahora como fecha prevista de entrada en servicio de esta infraestructura –aunque tratándose de una obra que acumula interminables retrasos no se puede dar nada por seguro–, las incógnitas se van también despejando en cuanto a su explotación: esto es, tiempos, frecuencias o precios estimados.

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