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El País Vasco dejará la implantación de la tasa turística en manos de los municipios
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no impondrá el impuesto con carácter general

El País Vasco dejará la implantación de la tasa turística en manos de los municipios

Apuesta por un impuesto autonómico de aplicación municipal: los ayuntamientos tendrán plena autonomía para decidir si quieren o no establecer este gravamen a las pernoctaciones

Foto: Un turista disfruta del oleaje en el Peine del Viento de San Sebastián. (EFE)
Un turista disfruta del oleaje en el Peine del Viento de San Sebastián. (EFE)

El Gobierno vasco dejará en manos de los ayuntamientos la decisión de implantar o no un impuesto que grave las estancias turísticas. El Ejecutivo de Iñigo Urkullu apuesta por seguir los pasos de Cataluña y Baleares e implantar una tasa turística en el País Vasco, aunque, a diferencia de estas comunidades, se trata de un impuesto autonómico de aplicación municipal. Esto es, los ayuntamientos tendrán plena autonomía para decidir si quieren o no establecer este gravamen a las pernoctaciones, cuya aplicación debería aprobarse por mayoría en pleno.

La autonomía municipal para decidir la aplicación o no de este impuesto es la gran novedad que se recoge en la propuesta de bases del Departamento de Turismo del Gobierno vasco para la posterior elaboración de una ley que establezca un impuesto que grave las estancias turísticas en la comunidad.

Foto: Las juventudes de Sortu se manifiestan contra el turismo en San Sebastián esta pasada Semana Grande junto a un artista callejero. (Reuters)

El Ejecutivo de Vitoria defendía que este impuesto, pese a estar vestido con rango autónomico, no debía imponerse a todo el territorio de por sí. Así, barajó la opción de dejar esta decisión en manos de cada provincia, a través de los parlamentos territoriales, pero finalmente ha apostado por el criterio municipal. En todo caso, existían dudas en torno a la seguridad jurídica que implica dejar la decisión final en manos de los ayuntamientos ante un impuesto de carácter autonómico dada, además, la particular distribución de las competencias tributarias en el País Vasco. Ahora, estas dudas se han disipado al contar este planteamiento con el aval de un informe encargado a la Universidad del País Vasco (UPV-EHU), que ha determinado que no existen impedimentos a nivel tributario como tampoco legales para que esta tasa solo se aplique en aquellos municipios que así lo decidan de modo voluntario.

Que no sea un impuesto “general y obligatorio” y que la decisión esté en manos de los ayuntamientos de forma “voluntaria” es para el consejero vasco de Turismo, Alfredo Retortillo, una condición “indispensable” para establecer una tasa turística en el País Vasco. La propuesta de criterios que deben regir para la implantación de este gravamen ha sido presentada este viernes en la reunión de la Mesa de Turismo, en la que están presentes los diferentes agentes implicados en el sector, donde el Ejecutivo de Vitoria ha dado cuenta de las conclusiones del informe de la UPV que aporta las “seguridades jurídicas” para avanzar en este planteamiento. "Ya tenemos elementos concretos para discutir de cara a dar el paso de implantar la tasa turísica una vez contamos con la la seguridad jurídica", resalta el consejero.

Solo Guipúzcoa apuesta de forma decidida por la tasa: Vizcaya y Álava no ven necesario imponer un gasto suplementario a los turistas por pernoctar

La implantación de esta tasa turística (o ecotasa) causa división en el País Vasco a nivel territorial. Solo Guipúzcoa apuesta de forma decidida por el establecimiento de este impuesto, frente a las reticencias de Vizcaya y Álava, que no ven necesario imponer un gasto suplementario a los turistas por pernoctar. El Ayuntamiento de San Sebastián lidera esta reivindicación para que los miles de turistas que visitan anualmente la ciudad contribuyan al gasto de los servicios de limpieza y mantenimiento de la ciudad o al incremento de los costes derivados del refuerzo de los efectivos de seguridad o movilidad, según defiende su alcalde, Eneko Goia.

La propuesta del Gobierno vasco establece que una parte de la recaudación (aún por definir) se otorgará a los ayuntamientos que se adhieran al impuesto, si bien este dinero se deberá destinar de forma exclusiva al fomento de “políticas turísticas sostenibles”. Por su parte, el resto de lo recaudado será gestionado por el Departamento de Turismo para llevar a cabo programas de desestacionalización del turismo, recuperación del patrimonio, impulso de la investigación turística o formación y calidad en el empleo entre otras medidas destinadas al conjunto del País Vasco. En ambos casos, el marco de acción vendrá definido por los ejes de actuación establecidos en la ley en relación al fomento de un turismo sostenible, según constata Retortillo.

Una parte de la recaudación se otorgará a los consistorios para "políticas turísticas sostenibles" y el resto irá a manos del área vasca de Turismo

Se trata de una propuesta de bases que no fija cuestiones como las tarifas que se aplicarán por pernoctación, algo que será abordado dentro de la Mesa de Turismo de forma previa a la elaboración de la futura ley que grave las estancias turísticas. El criterio, en todo caso, es el de aplicar una tasa flexible en función de la categoría del establecimiento, al igual que en Cataluña y Baleares. Se establecerán, igualmente, una serie de bonificaciones, caso de temporada baja o en función de la duración de la estancia –a este respecto Baleares aplica una reducción del 50% en la tasa de noviembre a abril y otro tanto a partir del noveno día de pernoctación–, así como a determinados colectivos.

Asimismo, la propuesta del Gobierno establece excepciones al pago de esta tasa para los programas sociales de viajes de las administraciones públicas –caso, por ejemplo, del Imserso–, los menores de edad o cuando las pernoctaciones obedezcan a “causas de fuerza mayor” como inundaciones u “otras catástrofes”. El impuesto se aplicará a todo tipo de establecimientos hoteleros, las empresas de alojamiento –agroturismos o campings–, viviendas o habitaciones para uso turístico y otras instalaciones turísticas.

La propuesta de bases del Gobierno vasco ha suscitado posturas "favorables" pero también "reticencias" entre los agentes del sector

La propuesta de bases ha suscitado posturas "favorables" pero también "reticencias" dentro de la Mesa de Turismo, según admite Retortillo, que pretende que el texto normativo autonómico que regule este impuesto obtenga el máximo consenso en el sector. A la espera de recabar y contrastar las opiniones de los diferentes agentes, el Departamento de Turismo presentará la próxima semana su propuesta al área de Hacienda, que “es la responsable en última instancia de las cuestiones tributarias”, para abordar los detalles técnicos. En todo caso, a expensas de definir el contenido de la ley, el País Vasco ya ha abierto de par en par la puerta a la tasa turística, cuyo debate también ha llegado a Canarias, si bien el Gobierno regional se opone a esta posibilidad al sostener que ya existe un impuesto, el IGIC, que "persigue y consigue" los mismos objetivos que este gravamen, por lo que, de aprobarse, se impondría un doble impuesto al turista.

La Diputación de Guipúzcoa ya ha celebrado el planteamiento del Gobierno vasco. "La presión turística que tienen algunos municipios recomienda empezar a aplicar una ecotasa que contribuya a dejar en manos públicas parte de la riqueza que dejan los flujos turísticos”, resalta el diputado de Turismo, Denis Itxaso, que anima a los municipios a ser "pioneros" y aplicar este gravamen "en función de su realidad". Este territorio, según constata, aboga por "un impuesto progresivo en función del tipo de alojamiento para que la riqueza se revierta y quede en manos públicas para ser utilizada como instrumento de política turística que regule o estimule comportamientos adecuados en el sector". "Es preciso equilibrar la balanza entre los daños y los beneficios que generan los flujos turísticos. La ecotasa debe redundar en convertir a Guipúzcoa en una destino competitivo y sostenible”, remarca.

El Gobierno vasco dejará en manos de los ayuntamientos la decisión de implantar o no un impuesto que grave las estancias turísticas. El Ejecutivo de Iñigo Urkullu apuesta por seguir los pasos de Cataluña y Baleares e implantar una tasa turística en el País Vasco, aunque, a diferencia de estas comunidades, se trata de un impuesto autonómico de aplicación municipal. Esto es, los ayuntamientos tendrán plena autonomía para decidir si quieren o no establecer este gravamen a las pernoctaciones, cuya aplicación debería aprobarse por mayoría en pleno.

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