El Gobierno abre la puerta a ceder Prisiones a Euskadi pero rechaza la Seguridad Social

El Gobierno español ha abierto de par en par las puertas a transferir al País Vasco la competencia de Prisiones aunque ha cerrado a cal y canto la opción del régimen económico de la Seguridad Social. Así se lo ha trasladado la ministra de Política Territorial y Función Pública, Meritxell Batet, al consejero vasco de Gobernanza Pública y Autogobierno, Josu Erkoreka, en el seno de la Comisión Mixta de Transferencias que se ha reunido después de siete años y que ha oficializado el traspaso de las primeras competencias al País Vasco desde 2011, correspondientes a dos líneas de ferrocarril de mercancías (Alonsotegi-Barakaldo y Bilbao-Basauri) y un tramo alavés de la autopista AP-1, entre Armiñón y Burgos.

Más que servir para materializar el traspaso de estas competencias ‘menores’, las primeras que otorga el Gobierno de Pedro Sánchez al País Vasco, la reunión de la Comisión Mixta de Transferencias tenía como gran ‘orden del día’ el abordar la demanda del Ejecutivo de Iñigo Urkullu y del PNV de establecer un calendario para abordar la negociación de las 37 transferencias recogidas en el Estatuto de Gernika que aún están por transferir. Dos son las grandes prioridades para el Ejecutivo vasco, compartidas por el PNV y el PSE en su acuerdo de gobierno: Prisiones y el régimen económico de la Seguridad Social.

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El resultado de la reunión ha sido una de cal y otra de arena para el Ejecutivo de Urkullu, que, en todo caso, ha dejado constancia de que “no va a renunciar” en el futuro a la transferencia de la gestión del régimen económico de la Seguridad Social. La disponibilidad evidenciada por Batet para negociar el traspaso de Prisiones al País Vasco desmiente al ministro de Interior, Fernando Gómez-Marlaska, que el pasado jueves aseguró en una visita a tierras vascas que el traspaso de esta competencia “no está en la agenda en la actualidad”. Sus palabras provocaron la denuncia pública de Urkullu por ir en contra del compromiso adoptado por Sánchez y ya obligó a la portavoz del Ejecutivo español, Isabel Celaá, a corregir en primera instancia al exmagistrado un día después.

Prisiones estará en el calendario de transferencias que ambos ejecutivos abordarán en los próximos meses, si bien Batet afirma que llevar a buen puerto este traspaso a corto plazo es complicado

Prisiones estará, de este modo, en el calendario de transferencias que ambos ejecutivos abordarán en los próximos meses, si bien la ministra ha reconocido que llevar a buen puerto este traspaso a corto plazo es complicado por la dificultad que entraña. Pero, como ha dejado de manifiesto, existe "voluntad política" para su transferencia dentro del actual proceso negociador. Ahora, el Ejecutivo de Sánchez prevé elaborar un calendario para abordar el traspaso de las materias pendientes antes de final de año, según ha anunciado Batet en una comparecencia conjunta con Erkoreka al término de la Comisión Mixta de Transferencias celebrada en el Archivo Histórico del País Vasco en Bilbao. De este modo, el Gobierno de Urkullu ha logrado sobre el papel el pretendido compromiso del Ejecutivo de Sánchez de establecer un calendario concreto de negociación, que quedará fijado en apenas unas semanas, antes de que acabe este año.

En los días previos a la celebración de esta demandada cumbre por el Gobierno vasco, desde el Ejecutivo de Urkullu y el PNV habían presionado a Sánchez con continuos pronunciamientos públicos para fijar un calendario concreto de negociación. La última vez, ayer mismo, en la antesala de la reunión, por boca del presidente de la formación 'jeltzale', Andoni Ortuzar, quien lanzó un nuevo aviso al Gobierno español para abordar "todas las competencias" recogidas en el Estatuto de Gernika que faltan por transferir y que Ajuria Enea cuantifica en 37. La amenaza de unas nuevas elecciones por la falta de apoyos a los Presupuestos Generales del Estado ha provocado que salten las alarmas en el PNV, que urge al Gobierno español a abordar el traspaso de las competencias antes de que la situación política dé un giro radical. Unos nuevos comicios supondría, ya de por sí, y a la espera de lo que deparen las urnas, un importante freno a las aspiraciones de lograr la materialización de nuevas transferencias, algo que quedaría nuevamente en 'stand by'. “Esperamos que por fin se abra un camino tanto tiempo cegado”, aseveró este domingo a modo de advertencia el líder 'jeltzale', quien en más de una ocasión ha advertido a Sánchez de que el apoyo del PNV no es "gratis".

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La transferencia del régimen económico de la Seguridad Social "queda al margen del proceso actual", según ha relatado Batet. En todo caso, esta medida no supone un importante revés para el Ejecutivo de Vitoria, que ya era consciente de las dificultades técnicas para llevar a cabo el traspaso de esta competencia. De hecho, el propio Erkoreka ha reconocido de forma elocuente que el Gobierno vasco no va a hacer en estos momentos de este traspaso "una prioridad" al tratarse de una materia "tremendamente compleja". Por ello, según ha subrayado, la delegación vasca no ha puesto "especial énfasis" en este traspaso a corto plazo toda vez que "somos conscientes de que no es sencillo".

Batet y Erkoreka han encabezado las delegaciones de los gobiernos español y vasco en la Comisión Mixta de Transferencias, que no se reunía desde 2011, cuando ambos ejecutivos cerraron el traspaso de doce competencias durante la recta final de José Luis Rodríguez Zapatero en La Moncloa. Por ello, dada esta demora de siete años, las valoraciones de los dos gobiernos han ido encaminadas a poner en valor que las primeras transferencias pactadas en el seno de este organismo suponen la "apertura de una nueva etapa" en las relaciones entre ambos ejecutivos. "Damos un primer paso, firme y decidido, hacia el cumplimiento íntegro del Estatuto de Gernika", ha destacado Erkoreka.

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En realidad, el traspaso del tramo alavés de la AP-1, el último que quedaba pendiente de transferir al País Vasco, y las dos líneas de tren en Vizcaya, era algo esperado después de que el Tribunal Constitucional dictaminara en 2016 que su competencia correspondía a esta comunidad autónoma. No obstante, el alcance de este acuerdo va más allá de desbloquear la transferencia de estas competencias previstas, ya que supone cerrar una larga etapa de siete años de "incomunicación" institucional al respecto. Tras el acuerdo alcanzado este martes, a partir de ahora el País Vasco descontará cada año del Cupo -la cantidad que paga anualmente al Estado por los servicios que éste presta en su territorio por las competencias no transferidas en virtud del Concierto Económico- un total de 425.965 euros por estas transferencias: 287.875 euros por la autopista AP-1 y 138.090 euros por las dos líneas de tren.

Esta es la segunda ocasión que la reunión de la Comisión Mixta de Transferencias se reúne en tierras vascas después de la cita que tuvo lugar en 2010 en Vitoria bajo los gobiernos de Zapatero y Patxi López, el primer y único lehendakari no nacionalista en la historia del País Vasco. Los socialistas vascos han celebrado el acuerdo alcanzado en esta cumbre bilateral, no solo porque "se trata de materias que tienen mucha transcendencia porque afectan a la movilidad de miles de vascos", sino porque "tienen un valor simbólico especial porque ponen fin a una etapa política sin ningún avance”. "El mayor desarrollo de nuestro autogobierno se ha producido siempre de la mano de los socialistas”, ha remarcado la secretaria general del PSE, Idoia Mendia.