Qué es Bateragune, el caso que llevó a Otegi a prisión por intentar reconstruir Batasuna
El 1 de marzo de 2016 es una fecha marcada en el calendario político nacional y vasco. Tras seis años y medio de prisión, Otegi abandonaba aquel día la cárcel por intentar reconstruir Batasuna
El 1 de marzo de 2016 es una fecha marcada en el calendario político nacional y vasco. Tras seis años y medio de prisión, Arnaldo Otegi abandonaba aquel día la cárcel de Logroño tras cumplir condena por intentar reconstruir la cúpula directiva de la ilegalizada Batasuna, un caso que no estuvo exento de polémica en Euskadi, ya que la izquierda aberzale defendía que así pretendían "cambiar la estrategía y materializar su proyecto independentista solo por las vías democráticas".
Siete años antes Otegi era detenido y encarcelado junto al resto de dirigentes que intentaban reorganizar Batasuna: Jacinto García, Rafael Díez Usabiaga, Zabaleta Tellería y Rodríguez Torres. Los arrestos provocaron numerosas reacciones tanto sociales como políticas en el País Vasco y una gran marcha exigió en San Sebastián su puesta en libertad.
En septiembre del mismo año en que fue detenido, la sección cuarta de la sala de lo penal de la Audiencia Nacional, presidida por la magistrada Ángela Murillo, condenó finalmente a Otegi a diez años de prisión por “pertenecer a ETA en grado de dirigente”. La condena de Otegi y Rafael Díez Usabiaga se reduciría a seis años y medio después de que la AN considerara que no había argumentos para considerarlos dirigentes de ETA. El juicio trascendía como caso Bateragune.
El Tribunal Constitucional rechazó los recursos de amparo presentados por los políticos vascos y las alegaciones de falta de imparcialidad de Murillo. El motivo de la recusación a la magistrada fueron las palabras que Murillo dijo cuando Otegi se negó a responder en el juicio por un homenaje al jefe etarra Argala a su pregunta directa de si condenaba el terrorismo etarra. "Ya sabía yo que no me iba a contestar esa pregunta", dijo Murillo.
Mintieron, construyeron una acusación falsa, nos encarcelaron, cumplimos la condena... Nos encarcelaron por construir una estrategia pacífica.Hoy su gran mentira queda al descubierto. Nuestra sonrisa es más amplia y España queda retratada como lo que es: un Estado antidemocrático pic.twitter.com/XfADV5ITcm
— Arnaldo Otegi (@ArnaldoOtegi) November 6, 2018
Cerrada esta vía, los cinco dirigentes, que ya han cumplido la condena y salido de la cárcel, decidieron recurrir ante la corte europea que admitió a trámite el caso en 2015.
El caso ya pisó Estrasburgo en 2015, después de que los cinco encausados alegaran también la falta de imparcialidad de dos miembros del Tribunal Constitucional que rechazaron el recurso de amparo contra la sentencia de la Audiencia Nacional. La defensa del dirigente abertzale afirmaba que el presidente del TC, Francisco Pérez de los Cobos, no podía actuar de forma imparcial porque hasta que comenzó a ocupar el alto puesto jurídico había militado en el Partido Popular. Estrasburgo dictaminó entonces que no podía “aceptar que el mero hecho de que (el presidente) haya sido miembro del Partido Popular sea suficiente para albergar dudas sobre su imparcialidad”.
Sin embargo, el TEDH sí aceptó examinar parte de la demanda de Otegi por la supuesta imparcialidad de la jueza de la Audiencia Nacional Ángela Murillo en el juicio anterior por enaltecimiento y del que acabó siendo apartada. Este martes, Estrasburgo ha dado la razón a los dirigentes abertzales y ha estimado que se violó el derecho a tener un juicio justo de los cinco.
El 1 de marzo de 2016 es una fecha marcada en el calendario político nacional y vasco. Tras seis años y medio de prisión, Arnaldo Otegi abandonaba aquel día la cárcel de Logroño tras cumplir condena por intentar reconstruir la cúpula directiva de la ilegalizada Batasuna, un caso que no estuvo exento de polémica en Euskadi, ya que la izquierda aberzale defendía que así pretendían "cambiar la estrategía y materializar su proyecto independentista solo por las vías democráticas".